Parte 5

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Narra Springtrap

Vi a Ashley y me asusté, mierda, mierda, mierda, me van a matar lo de la cabaña, creerán que he sido yo. De repente llamaron a la puerta, yo sabía cómo llamaban a la puerta todos los que estaban en la cabaña, por ejemplo, Meg llama a la puerta con fuerza y ni muy lento ni muy rápido, Fox llama bruscamente y rápidamente, Freddy  llama con algo de timidez, Onnie ni siquiera llama a la puerta, cada uno es diferente y sé como es cada uno. Ahora mismo el que llamaba era Fox. Vale, debo tranquilizarme, él me conoce demasiado y yo a él, sabe cuando estoy alterado y cuando no. Me tranquilicé y respiré hondo.

—¿Qué pasa Rojo?

—Las hermanas H están aquí, están causando temor a la gente de la cabaña.

—Ya voy. —tumbé a Ashley en la cama y cogí mi bate, después salí de la habitación y me dirigí al salón, allí me encontré a todos armados y con miedo, me pude delante de todos—. ¿Qué hacéis aquí? ¡Este es nuestro territorio!

—¡Vosotros también! ¡¿Dónde está esa chica?! —gritaron las dos al unísono.

—Aquí... —susurró de repente Ashley detrás de las gemelas, rápidamente sacó unos cuchillos de cocina y se los clavó a las dos gemelas.

Su mirada era siniestra y a la vez seria, trasmitía un aura de enfado. Las gemelas se regeneraban lentamente mientras tenían una expresión de sorpresa y de horror. Miré a los de atrás mío y entraban, igual, con una cara de sorpresa y de miedo. Ashley con sus cuchillos empezó a moverlas como si de malabares se tratasen. Daba pasos hacia delante mirando fijamente a las gemelas, las gemelas retrocedían agarradas de las manos. Ashley se lamió los labios y se abalanzó sobre una gemela para después mordisquearla. Yo retrocedí haciendo que los demás hiciesen lo mismo, la gemela gritaba desesperadamente, a la gemela le faltaba ya un brazo sido arrancado por Ashley, la otra gemela golpeó a Ashley haciendo que se chocase contra la pared de la cabaña, furioso intenté dar a la dicha gemela, pero éstas ya se habían ido. Me acerqué corriendo a Ashley. Ella estaba con los ojos abiertos y sin decir nada.

—Perdí... —dijo Ashley susurrando pero audible.

—No has perdido, en cambio, te has enfrentado a ellas —la dije para consolarla.

Ella se levantó y con su brazo izquierdo se limpió la boca.

—Quiero un arma más poderosa —dijo con un tono demasiado serio mientras cerraba el puño.

—E-eh, Ashley relájate. —la miré a los ojos, ella ya no tenía el brillo que solía tener.

Chasqueé los dedos y ella volvió a la normalidad.

—¿Eh? —dijo ella confusa.

De repente Meg se acercó a ella y la abrazó.

—¡Vamos a por esa arma que quieres!—dijo Meg con felicidad.

—¡Meg! —gritamos Fox y yo a la vez.

—¿Qué? —dijo ella mientras nos mataba con la mirada.

—N-nada —dijimos los dos nerviosos. A veces esta chica da miedo y lo digo yo, el caníbal más temido por la gente.

—¡Decidido! Iremos Ashley y yo a comprar un arma nueva y de paso le cambiaré el look para que nadie la reconozca...y que nadie se la lleve. —lo último lo dijo en susurro y seria.

Creo que al ser la antigua y primera amiga de Meg quiere estar con ella bastante tiempo para recuperar el tiempo perdido, no sé si eso me alegra o me preocupa.

—Bueno, vale —dije un poco fastidiado mientras le daba a Meg ochenta euros.

—¡Gracias Springtrap! —dijo Meg mientras salía de la cabaña.

Mi querida aprendiz(springtrap x tu) #SickfnafhsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora