-¿Qué hare?
Law estaba retumbado en su cama, mirando fijamente el blanco techo y notando como pelusas eran vistas por la luz del sol que entraba desde su ventana.
Ha pasado un mes desde que discutió con Luffy y todavía no se sentía del todo bien para ir a pedir disculpas. Tal vez nunca se volvería a sentir bien.
-Desde aquel día ya no ha ido al café...
Cerro lentamente los ojos con el temor de no recordar aquellas terribles acciones que había cometido. Se sentía asqueado y culpable consigo mismo. Aun así, no quería perder la esperanza de volver a verlo y decirle cuan arrepentido estaba.
Sus pensamientos salieron a flote cuando por fin se acomodó plácidamente en su cama. Dentro de su mente, se empezaba a formar una silueta muy parecida a aquel chico, sus facciones eran perfectamente vistas y su voz resonaba una y otra vez dentro de su cabeza.
Law fue interrumpido de su exquisito sueño cuando escucho como la puerta se habría lentamente. Se sentó en la orilla de la cama y froto bruscamente sus ojos. No le preocupaba quien fuera, después de todo cualquier familiar suyo tenía unas llaves de repuesto.
Se encamino con poca fuerza hacia el living casi arrastrando los pies. Se sentía mareado así que apoyo su mano en la fría pared, miro con desospecho hacia su alrededor y suspiro al saber quién la culpable de arruinar su sueño.
-Perdona, ¿acaso te desperté cariño? -. Law no se molestó ante el apodo de la mujer.
-Me impresiona que estés aquí. - La mujer traía consigo un bote de champagne entre sus manos, como si no quisiera que se la quitaran. -¿Acaso vienes aquí para festejar algo?
La mujer fue hacia la cocina y regreso con unas dos copas en la mano, se sentó en uno de los sofás y abrió la botella. Law se sentó a un lado de ella y agarro su copa.
-Vengo a hablar contigo sobre unas cosas.
-¿Para que quieres hablar conmigo, Robín? -Law levanto una ceja por la confusión. Según él, no tenía contacto con Robín desde hace un mes, no había hecho nada malo como para que viniera personalmente a su departamento.
-Te vez muy pálido, ¿acaso ha pasado algo que no sepamos?
Law chasqueo, pesto que no quería meterse en más problemas. Robín era inteligente y no se le podía mentir.
-Estoy haciendo horas extras en el trabajo. Es un gran golpe para mí.
La mujer lo miro de reojo y rio, agarro el hombro de Law y lo forzó a verla. El ambiente se sentía un poco tenso, el sol fue bloqueado por grandes y densas nubes que pasaban lentamente por esa zona, y como si fuera poco, la pieza en la que estaban se volvió una oscura y agria.
-¿Vas a dejar que acrecenté más la discusión que tuviste con Luffy?
Law se impresiono, puesto que él no le había dicho a nadie acerca de lo que paso esa vez. Y si fue así, tal vez saco todo cuando estaba ebrio esa noche con sus amigos. Frunció el ceño y emitió una mirada intimidante a Robín. Odiaba que se metieran en su vida privada, como lo hizo el.
-No hay que ser tan agresivo Law. - Rio. -Luffy es uno de mis amigos más cercanos. Soy la bibliotecaria de su universidad y él va todos los días al lugar para contarme sus penas y resentimientos. El me conto acerca de lo sucedido hace un mes... - Robín lo miro con resentimiento y agarro su mano. -Dijo que estaba muy arrepentido por la forma en la que te hablo. Para serte sincera... -Entrelazo sus dedos en los de Law y rio con pena. -Nunca pensé que Luffy siempre estuviese hablando de ti. Cuando me di cuenta, mi impresión no era de esperarse... Me dije: Wow... él siempre ha estado hablando de mi hermano.
Law no decía nada acerca de la situación por la que estaba pasando el pequeño. Estaba contradiciendo las palabras de Robín, puesto que el no hizo nada. Sentía y sabía que el único que debía de estar arrepentido era el, no Luffy.
-Él está sufriendo mucho por ti. Ver a Luffy así, ni yo lo puedo soportar.
El ojeroso capto las indirectas de Robín. Supo que ella vino por una razón, y era que por una vez por todas se disculpara de Luffy. La gentileza de Robín era demasiada así que no lo podía decir directamente.
Law apoyo sus codos en sus piernas y con sus manos, escondió su cara. El todavía no se sentía preparado y temía por el que Luffy se sintiera mal al verlo.
Era gracioso. Law, siendo una persona muy encerrada preocupándose por alguien que apenas y conoció. Daba demasiada gracia...
-No estoy preparado... No lo puedo ver a los ojos. Preferiría estar muerto a que volver a verlo.
Robín sintió una sensación desagradable, agarro a Law y lo forzó a mirarlo directamente. Law, entre confusiones sintió un poco de miedo. La pelinegra elevo su mano lo más alto que pudo y lo abofeteo.
-Él es importante, ¿no? - Decía entre jadeos. -Estas arrepentido, ¿no?
El ojeroso asintió.
-¡Entonces ve a disculparte! - Lo agarró del brazo y lo llevo hacia la entrada, lo saco a la fuerza y cerró la puerta. -Hasta que hayas resolvido tus penas, te abriré.
Law se sentía indefinido ante lo que acababa de pasar. Su hermana era una persona muy pasiva, pero era muy raro verla elevar de esa manera su voz y actuar así.
Con pesadez, camino hasta el elevador color negro con decoraciones en las orillas, prenso el primer botón y espero hasta llegar al piso indicado. Agarro su celular y vio las notificaciones que tenía, cosa que no le importaba demasiado, solo era para matar el tiempo.
Al llegar, salió rápidamente del edificio e inconscientemente fue hacia el estacionamiento, pero maldijo muy bajo cuando recordó que no traía sus llaves consigo.
Miro hacia el cielo y noto que el sol se iba lentamente desde la vista del ojo humano, cerró los ojos y los volvió a abrir seguidamente. Empezó a caminar por la estrecha banqueta y miraba a su alrededor. No fue nada cuando por fin estaba frente a la casa de Luffy. Entre dudas, se preguntaba si aprensar el botón o no, su mano temblaba levemente y su respiración aumentaba cada vez más.
-¡Maldita Sea! -. Law decidió irse a cometer una estupidez, pero la puerta de la entrada se abrió de una manera brusca, desconcertándolo.
-¿Quién eres y que haces aquí?
Law volteo hacia la entrada y se encontró con la misma persona que aquella vez. Por alguna extraña reacción, el humor que le quedaba desapareció de la nada y lo miro agresivamente.
-¿Esta Luffy en casa? -. Dijo secamente.
Ace entrecerró los ojos y miro a Law por unos dos minutos. De ahí, los abrió rápidamente y lo señalo.
-¿Tu no eras el tío que estaba con Luffy aquel día? Joder, amigo. -Rio. -Pensé que había visto una ilusión cuando fui a ese lugar. Interrogue a Luffy, pero él me lo negó todo.
-¿De qué hablas? - Law no entendía nada.
-¡Esa vez en el café! Vi a Luffy sentado junto con alguien y cuando me vio, salió corriendo del lugar. Vaya, tío. El golpe que se va a ganar por mentirme. - Ace dejo de reír y lo miro fijamente. -En fin, ¿Qué quieres ver a Luffy? Qué pena. Él no está.
Law dio media vuelta con la intención de irse, pero una voz lo hizo parar.
-¿Quién es, Ace?
El ojeroso volvió a voltear, no sin antes arrepentirse.
-Ha... Padre. - Dijo entre nerviosismos
Dragón se puso a un lado de Ace, inspecciono a Law de arriba abajo y levanto una ceja un poco desconcertado.
-¿Le podemos ayudar en algo Joven?
-Vine a buscar a Luffy, señor.
Dragón rasco su cabeza y cerró los ojos, de ahí, miro seriamente a Ace y lo obligo a entrar otra vez a la casa. De ahí, su mirada se dirigió hacia Law, quien todavía seguía en el mismo lugar que hace dos minutos.
El clima empezaba a hacer más frio y en tan poco tiempo el sol se había vuelto completamente negro. Suspiro y con una seña, le dijo a Law que entrara.
-El en estos momentos está preparando la cena. Si quieres te puedes quedar a comer, y de ahí, ya tendrás tiempo para hablar con mi hijo. - Dragón llevo a Law hasta el comedor, donde estaba el Abuelo, dos tíos de Luffy.
El ojeroso se sentía un poco incómodo, quería que la tierra lo tragase en un momento tan vergonzoso. Si no fuera porque estuviese peleado con Luffy, se sentiría de lo más normal del mundo.
El inspeccionaba con la mirada cada rincón de la casa. Era demasiado grande por dentro y muy linda, elegante y formal. El color rojo y amarillo sobresalía demasiado y los muebles se veían tan cálidos que pareciese que se destrozarían si los tocase.
Una fachada un poco extravagante para convivir en familia, pensó.
-¡Luffy! - Grito su padre desde aquel lugar. -Un amigo tuyo vino a verte!
Se escuchó como un sonido provenía desde la cocina, cada vez iba aumentando hasta que Law por fin lo pudo ver. No importase que fuese de lejos, con tan solo ver su silueta sintió como el nerviosismo invadía todo su cuerpo.
-Espero y sea Usopp. Llevo pidiéndole los videojuegos que le preste desde hace una semana y no me los ha regresado. - El pequeño traía consigo una cacerola con muchas uvas en su mano derecha y un machacador en su mano izquierda.
Luffy abrió sus ojos y cruzo miradas con la persona que estaba frente a él.
Law se esperaba una actitud de enojo hacia él, pensaba que le gritaría o simplemente lo echaría de su casa. Él se quedó impaciente, pero Luffy no decía ni mostraba ninguna expresión al respecto.
-¡Torao! - Grito Luffy. -¡Cuánto tiempo!, Que milagro que estas por mi casa.
Luffy actuaba de lo más normal posible. Una sonrisa implantada en él y su actitud de infante hacían dudar por completo a Law, quien ahora, era el que no tenía ninguna reacción.
-Ven, ¡Siéntate! - Luffy lo agarro de la muñeca y lo sentó en el gran comedor. -Hay me siento junto contigo, primero terminare de hacer el jugo de Uva.
Law no sabía que decir. Por alguna razón se sentía muy mal. Ver a Luffy comportarse de esa forma lo mataba y no sabía el porque.
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N/A: Dos capitulos en tan poco tiempo, genial. Siento que mi forma de escribir es horrenda, Delet this. :^)
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Mi Felicidad || Law & Luffy [E D I T A N D O]
Fanfiction¿Te gustaria sumergirte en mis profundos y egoistas deseos? Hay una probabilidad grande en la que tu y yo no acabemos como empezamos. Quédate conmigo, no te vayas por favor. °Los personajes son del Mangaka y Autor Eiichiro Oda.°