¿Quien es el Afortunado?

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Él se encontraba cómodo en aquel asiento. Empezó a sentir frio en sus manos. La luz del sol había desvanecido por completo y las estrellas se habían apoderado de aquel cielo, admirándolas y viendo cuan brillantes podían ser.

¿Acaso todavía no te iras? —La voz de su acompañante invadió aquel silencio en el que se encontraban. El menor lo miro por unos cuantos segundos. Él no se quería ir de aquel lugar tan cómodo, sus piernas no le hacían caso y eso era lo mejor.

Eh llegado a dormir en un parque. No debería de preocuparme por eso.

El mayor empezó a reír por las cosas tan graciosas que decía su ahora amigo. El niño solo veía aquella hermosa vista. No podía sentirse más afortunado.

Pero él sabía que no era suyo, y eso le dolía mas.

Eres demasiado interesante. — Law saco su celular de aquella chaqueta de cuero y lo prendió, desbloqueo su celular con la huella digital y se metió a lo que era la galería.

El celular de Luffy sonó de inmediato, lo saco de su pantalón y lo desbloqueo. Era un mensaje de Law que contenía una imagen.
La abrió y resulto ser la foto que le había tomado el día de ayer, lo miro por unos instantes y volvió a bloquear su celular.

Se me olvido mandártela.
Los dos se dispusieron a mirar las estrellas por unos minutos. Aquellos sentimientos empezaron a invadir otra vez el ser de Luffy. No podía creer que justamente estaría a lado de la persona que observaba cada día.

Inconscientemente una sonrisa se formó en los labios de él. Una felicidad que ni el podía entender empezó a brotar adentro de él. Solamente sabía que le gustaba esa clase de felicidad.

Es demasiado tarde. Mi departamento está a unas solas cuadras, pero me daría demasiada pereza quedarme más tiempo por aquí. — Law se paró dejando un poco desconcertado al monito, lo miro de reojo y fue solo hacia su rumbo. —Tal vez nos juntemos otra vez. Probablemente vuelva mañana como siempre. O tal vez eso ya lo has de saber.

Luffy quedo unos cinco minutos más en aquel lugar, admirando las estrellas. Algo que siempre admiraba. A parte de ser Arqueólogo, su segunda opción sería Astronomía.

Veamos... — Alzo su mano derecha hacia aquel cielo estrellado, estiro sus dedos y la movió de un lado a otro. —Hasta ahora se cinco cosas de Torao: Le encanta el café amargo, es adoptado, tiene hermanos adoptivos... cuatro, vive en un departamento que al parecer está cerca del café y tiene Veinte y cinco años.

Se paró de aquel cómodo lugar y se fue rumbo a su casa. Era demasiado tarde, solo esperaba que sus hermanos o la familia no le dijeran nada.

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Hasta que por fin llegas maldito. —Su hermano de cabellos negros volvió a abrir la puerta de la entrada. Parecía muy molesto. —¿Qué? — Hizo una pausa. —¿Acaso te volvió a perseguir el perro de la vecina?

Sabes hermano, yo también te quiero mucho. —Acto seguido paso a un lado de él y entro sin dificultad.

Luffy se percató que todavía seguía su familia en la casa. Fue directo hacia su padre y lo abrazo, tal vez él no sea de abrirse mucho, pero acepto el cálido abrazo. Acto seguido fue a saludar a su abuelo aventándose literalmente hacia él.
El monito vio que dejaban de acomodar la mesa grande, cosa que no le agrado demasiado.

¿Acaso comieron sin mí?

No viniste mocoso. ¿Quién dijo que teníamos que esperarte?

Nos has enseñado a esperar cuando no está la familia completa. Que deshonra...

Al Abuelo no le agrado el comentario de Luffy, lo bajo bruscamente al piso y le dio un golpe en la cabeza. Luffy solamente bufo y se dirigió a la cocina.

Por fin llegas. Pensé que te quedarías a dormir en un parque. —La Peli azul estaba ayudando a limpiar la cocina, el monito la ignoro y abrió la nevera por algo de leche.

Él no se notaba con muchas ganas para seguirle el juego a su prima. Su mirada se notaba perdida, tratando de recordar todo lo sucedido el día de hoy. Tenía que recopilar cada cosa que paso con aquella persona, su voz, sus miradas, actos y lo mejor: su risa.

Luffy cerro la nevera bruscamente, aun con la botella de leche entre sus labios. Busco ciegamente una silla y dejo de beber. No había nadie en la pieza así que saco su celular y noto que tenía un mensaje de él.

Veo que no vives sin mí. —Rio y dijo el monito.

Claro que puedo vivir sin ti. Ni que fueras mi aire. —El hermano de cabellos rubios se sentó a un lado de él, cosa que no le impresiono al chico. —¿Acaso no me vas a saludar? Siempre llegas tarde después de la Universidad y apenas te puedo ver, Luffy.

Luffy lo abrazo, el correspondió al pequeño gesto y duraron así unos cinco minutos. Luffy sintió el vibrar de su celular y se alejó de su hermano rápidamente.

Perdón Sabo. Tengo pequeños compromisos después de la Universidad.

¿Cómo ir al Café Coutume Fins? —El monito dio un pequeño salto y giro lentamente la cabeza hacia su hermano. Le dio una mirada confundida pero sorprendida y el, solo se dispuso a sonreír.

¿Cómo sabes eso? —Dijo secamente e hizo una mueca de disgusto. —¿Acaso me han estado espiando?

Sabo carcajeo a tales palabras, se quitó aquellas lagrimas que trataban de salir por la risa y volvió a mirar a su tonto hermano.

Te eh visto a unas ocasiones, cuando voy a la panadería.

Luffy se sintió de alguna forma aliviado, dio un suspiro y bajo su cabeza. Él no tenía la confianza de decirle a sus hermanos que probablemente fuera gay si no antes lo matarían, le dirían hasta lo que no y tal vez le dejen de hablar por unas semanas. Pero tampoco quería mentirles, era algo muy bajo hacer ese tipo de cosas a personas que siempre lo han apoyado.

Pero ahora es diferente... —Susurro a lo bajo.

¿Acaso pasa algo Luffy? —Sabo lo agarro de un hombro y elevo la cabeza de su hermano. —Sabes que me puedes tener confianza. Después de todo soy tu hermano mayor y como tal, debo de escuchar a mi hermanito.

Luffy dudaba en decirle acerca de lo que sentía. El único que sabía acerca de esos sentimientos era Shanks, pero eso era algo muy diferente.

Él sabía que hablar con Sabo era como hablar con una madre que comprendía y apoyaba a su hijo orgullosamente. Tal vez si sería una buena idea decirle la verdad sobre una mentira.

¿No me dirás?

Luffy quedo unos segundos en silencio. Cerro los ojos fuertemente y los abrió bruscamente, tomo aire y lo soltó, dejo su celular y miro a su hermano decidido a lo que diría.

Estoy enamorado. Bueno, creo que es ese sentimiento porque me han dicho que todos los síntomas que tengo es el porque me enamore.

Sabo se quedó helado cosa que noto Luffy. Lo movió un poco y el no reaccionaba.

Sabo nunca pensó que su hermanito se enamoraría por primera vez. Ósea, se veía tan asexual que en algún momento el abuelo pondría toda su herencia a los hijos de él y su hermano Ace.

¿Y quién es la afortunada? —Dijo sin perder la compostura.

...Afortunado... querrás decir.

¿Qué?

A...Ah —Luffy sabía que fue una mala idea decirle acerca de sus sentimientos. Lo tomaría mal si se diera cuenta que fuera un hombre el que lo enamoro. —Sabes hermano... mejor olvídalo, dije algo sin pensar.

El monitos paro de su asiento con el hecho de ir a su habitación y encerrarse, esperando a mañana para así poder verlo otra vez en aquel café, pero unas manos lo detuvieron algo que se le hizo raro. Giro su cabeza y se encontró con su hermano preocupado.

¿Te gusta un hombre? —Sabo no mostró signos de preocupación. En cambio, se notaba muy normal.

Luffy volvió a su lugar con el propósito de ahora decirles todo a Sabo. Al parecer tenia esperanza de no ser rechazado por él.

Si.

Vaya. Eso sí que es algo nuevo. —Dijo —Por un momento sentí miedo cuando me corregiste, pero después razoné y antes de que te fueras pude detenerte. No quería que me vieras con malos ojos.

¿Entonces no te da asco? —Luffy sintió desvanecer un gran peso en sus hombros. —¿No piensas mal de mí por el hecho de que me guste un hombre?

Sabo le dio un golpe, agarro la cara de su hermano y lo obligo a mirarlo.

¿Estas mal de la cabeza o qué? —Se notó un leve enojo en su cara, Luffy reacciono y se mordió un labio por la presión. —¿Por qué crees que te debería de tratar como un monstruo solo porque tienes diferentes gusto?, ¿Acaso crees que reaccionaria con asco?

Si...

¡Estas equivocado Monkey D. Luffy! —Sabo mostraba indignidad en sus palabras. Luffy mostraba esperanza en ellas. —Estoy feliz por ti Luffy. Estoy feliz de que por fin hayas encontrado el amor y liberar aquellos sentimientos que tanto tenías encerrados. Te suprimiste demasiado después de "aquella vez" y pensamos que nunca volverías a mostrar lo que en realidad eres. Yo, que soy de mente abierta puedo entender todas las frustraciones que tienes. Sabes que tienes todo mi apoyo hermanito.

Luffy se zafo del agarre de su hermano mayor. Lo miro sorprendido por unos segundos y agacho su mirada. Se sentía desesperado, pero aliviado. Pensó que en unos segundos se derrumbaría todo, pero fue totalmente diferente. Pequeñas gotas brotaban de sus ojos y caían sobre sus estrechas manos. Trato de dejar de llorar, pero le era imposible.

Gracias... —Se escuchó desde los labios de Luffy, con una voz entre cortada y poca fuerza.

Sabo sonrió y lo abrazo.

Y dime, ¿quién es el afortunado?

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Mi Felicidad || Law & Luffy [E D I T A N D O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora