Era una mañana nublada y aquel chico estaba sentado en su cama, con todavía las sabanas arriba de él. No se quería levantar, era uno de esos días en los que no podía ni con su alma.
Sus entusiasmos se encontraban bajo cero y con una gran pereza, se levantó de su cama aun con las sabanas en sus hombros. Vio el reloj que se encontraba en la pared 5:40 a.m.
-Debería de reportarme enfermo, no me caería mal un día de descanso.
Agarro una toalla del cajón pequeño y se dirigió al baño para darse una ducha. Sus cinco sentidos no estaban del todo despiertos así que con agua fría tal vez regresaría en sí.
Delicadas gotas caían y resbalaban la piel del ojigriseo. Vagos recuerdos llegaron sobre el día anterior.
-Vaya que la tengo difícil.
La estrecha mano agarro el bote de Shampo y sin darse cuenta saco más de lo que debía. Dejo de pensar en aquel chico que llego a su vida y se dispuso a asearse debidamente.
Minutos más tarde salió del baño y se dirigió a su recamara.
Agarro el celular y se dispuso a ver los mensajes que no leyó ayer. Vio que aquel chico ni siquiera vio los mensajes que él le había mandado el día anterior e hizo una mueca de disgusto. Paso los demás mensajes y vio uno que le llamo la atención, era uno que tal vez se arrepentiría de abrirlo y acto seguido escribirle.
"¿Cómo te va? Hace mucho que no me contestas, ¿Estas libre hoy?"
Su mensaje no le había sorprendido para nada. Pero, con solo un mensaje lo había vuelto a ilusionar como siempre.
-¿Cómo puedo sacarte de mis pensamientos si sigues hablándome? -Se dijo.
"Buenos días, Eutass-ya. Perdona, pero tengo trabajo y una reunión. Estaré ocupado."
Su corazón le dolía. Tiro el celular a su recamara y se dedicó a secar su cabello. Él sabía que no tendría oportunidad desde aquella vez hace medio año.
Él lo amaba, pero sus sentimientos no eran correspondidos y obviamente quería evadirlo a toda costa.
Eran las 7:30 a.m. y él se encontraba fuera de aquel edificio. Fue al estacionamiento y entro a un carro Kia Stinger color negro, lo prendió y lentamente salió de aquel estacionamiento para dirigirse a su destino. 10 minutos después llego a lo que era un hospital sumamente grande color blanco con toques negros y unas letras doradas que decían "Hospital New World".
Estaciono su carro y apuradamente entro al hospital ignorando a todo aquel que se atravesara con la intención de ir hacia la oficina.
-Buenos días Dr. Trafalgar.
-Buenos días Nyan. ¿No hay reportes del día? -La chica rio y negó alegremente la cabeza.
-Veo que está muy alterado hoy. ¿Acaso amaneció sin ganas de hacer nada? -No hubo respuesta alguna. -No se preocupe, le traeré un café amargo para que le lleguen las energías.
El ojigriseo se dirigió a su escritorio, agarro unas cuantas hojas para así leer su contenido. Sus energías no llegaban a su cuerpo y eso le molestaba. Tal vez después de terminar con su jornada de trabajo, iría a beber algo.
El chico se sentó en uno de los sofás que había alrededor y dispuso a ver aquella vista que daban las ventanas de su oficina. Era una vista hermosa... se podía ver como gente pasaban una y otra vez, grandes edificios y aquella triste salida del sol.
-Con su permiso. -La chica entro y le dejo la taza en la mesa que estaba en frente de los sillones. Law no le dio importancia y lo dejo pasa.
Sonó el vibrar de su celular y lo saco de su pantalón, lo abrió y se sorprendió al ver el remitente.
"Que va. ¿Tendrás algún día libre? Bueno, ¿Para pasar el rato los dos? No sé, tal vez en un bar... Como lo hacíamos antes."
El ojigriseo frunció el ceño, guardo su celular y agarro la taza de café dándole un gran sorbo. No quería hablar con él, era peligroso hablar con él. Sus pensamientos lo volvieron a invadir, cosa que el siempre odiaba.
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El chico de mediana estatura corría a través de las calles llenas de gente, no le importaba si empujaba a alguien. El solo tenía en mente que estaba llegando tarde a aquel lugar.
Su respiración sonaba muy agitada, pero aquellos ojos negros brillaron cuando vieron hacia aquella dirección. Entro al lugar y se sentó frente a esa persona.
-Perdón por llegar tarde Torao. -Dijo entre jadeos.
-¿Me tendré que acostumbrar a esto? -Dijo la persona frente a ella. Sonaba molesto.
-No es para tanto. Eh tenido demasiados problemas el día de hoy. -El pequeño agarro el menú y sonrió al saber lo que iba a pedir.
-No me los digas, después me convertiré en tu psicólogo personal. -El mayor agarro la taza de café amargo y bebió de ella. Eso, sin dejar de mirar a su acompañante.
Luffy se sentía feliz. Después de todo, él había desecho un pequeño peso de en sima al confesarle a Sabo todo lo que le pasaba y sentía. Law no lo dejaba de mirar, pero dentro de él, aún seguía pensando acerca de la conversación que tuvo con Kid.
-Por cierto. -Dijo Law. -¿Por qué no me has contestado los mensajes?, ¿Acaso no piensas que eso es una falta de educación? -Sin pensarlo, recordó como dejaba en visto a Kid.
-¡Ah! - Luffy recordó aquellos mensajes, saco su celular y abrió lo que era la conversación. -Vaya... se me olvido por completo, perdona Torao.
Law no le importo y decidió voltear hacia otro lado. Luffy agarro una botella de agua que tenía Law y la bebió sin su consentimiento, volteo hacia donde miraba el mayor y en un segundo había escupido todo el agua que tenía en su boca.
-¿¡Qué diablos te pasa, Mugiwara-ya!?
Luffy no contesto. Se paró de aquella silla, agarro la mano de Law y salieron del café. Los dos estuvieron corriendo por unos cuantos minutos hasta llegar a lo que era un pequeño parque.
El monito soltó la mano del mayor y se sentó en un banco que estaba al lado de aquellos dos, saco su celular y reviso una conversación ajena para Law.
Él no se dispuso a decir nada, al parecer era algo serio como para salir corriendo del café de esa forma.
Luffy lo miro y sonrió penosamente, guardo el celular y dejo de sonreir para asi, crear una cara de seriedad.
-Perdona si te arrastre así de esa forma Torao. Había alguien que no quería ver, así que tenía que reaccionar rápido.
-No me interesa.
Luffy empezó a reír ante aquella repuesta tan pobre de Law, el solo puso una cara de disgusto y siguió sin decir ni una sola palabra.
Unas pequeñas gotas de agua los interrumpió de la nada, los dos miraron fijamente hacia arriba y se percataron de que empezaría a llover.
-No me percate que estaba nublado. ¿debería de ir a mi casa? -Luffy elevo su mano derecho para así, sentir las gotas caer sobre él.
Decidieron caminar antes de salir mojados, pero la lluvia no paraba y cada vez se hacía demasiado fuerte hasta llegar a un punto en el que debería de correr. De pronto empezó a tronar fuertemente y eso sería muy peligroso para aquello que estuviera fuera de sus casas.
-¿¡Cómo es posible que este lloviendo así si estaba el sol relucientemente!? -Dijo Luffy tras agarrar su chaqueta y taparse de la lluvia.
Law chasqueo sabiendo la única opción que tenían para ya no estar en esa situación, pero le molestaba un poco.
-¡En una cuadra mas esta mi departamento. Así que apúrate!
Luffy sintió un pequeño nerviosismo al escuchar esas palabras. Era la primera vez y creía última vez que estaría en el departamento de la persona que estaba enamorado.
Al llegar, el pequeño quedo impresionado al ver el tipo de edificio que estaba frente a ellos. Era demasiado grande para ser del tipo departamentos.
-Conozco estas rutas, pero es la primera vez que me fijo en este lugar.
Law no le tomo importancia y decidió entrar. La recepcionista los recibió dulcemente y los dejo pasar, entraron a un ascensor y el mayor apretó el botón número nueve. El piso más alto del edificio.
-¿Acaso vives en el piso nueve? Es demasiado alto... ¿Que no te da miedo? -Luffy no dejaba de mirar como los números brillaban y dejaban de hacerlo.
-Solamente un idiota se asustaría por eso. -Este trataba de mover desesperadamente su cabello de un lado a otro tratándolo de secar.
Los dos llegaron al piso más alto, salieron y caminaron hasta toparse con la última puerta de aquel estrecho y largo pasillo. Law saco unas llaves de su pantalón, pero Luffy no dejaba de percatarse de ellas. Vio detalladamente aquellas llaves y empezó a reír por debajo.
-Nunca pensé que Torao tuviera ese lado tierno. -El monito agarro las llaves de Law y elevo un pequeño accesorio que traían. Un oso color blanco con un aspecto lindo, detrás de este tenía la palabra "Bepo".
-¡Deja mis llaves en paz, maldita sea! -Law sintió como le ardían las mejillas de la vergüenza y arrebato las llaves de las manos de Luffy.
El mayor abrió la puerta y sin un trato de delicadeza la empujo, cosa que Luffy pudo percatar, este agarro su hombro y lo miro desaprobatoriamente.
-No hagas eso Torao. Al último te estarás quejando por no tener una puerta.
Law lo ignoro e hizo pasar a su acompañante, fue hacia un cuarto y trajo con el dos toallas color marrón. Luffy solo miraba la pieza en el que estaba, era bastante bonita. Las paredes eran blancas con tonos negros, sofás y una mesa en medio de color negro, una Televisor de noventa pulgadas y tras de ello habían unas enormes ventanas que estaban cubiertas por unas cortinas color negras.
-Ve que te encanta el negro. -Dijo sin dejar de inspeccionar el departamento.
-Si. Mugiwara-ya... -Law lo empujo un poco hacia atrás. -Mojaras la alfombra.
Luffy agarro la toalla y empezó por secar su cabellera, de ahí seco su cara y brazos.
-¿Necesitas algo de ropa? Después tendrás un resfriado. -Law se quitó su chaqueta y la puso en una de las sillas que estaban por un pequeño comedor.
-No hace falta Torao, lo único que se mojo fue mi chaqueta, mis zapatos y el pantalón, estaré bien. -El monito vio a través de la gran ventana como llovía a mares y los truenos se hacían ver cada vez más fuertes. -No quisiera estar en el lugar de aquellas personas que todavía andan a fuera por cualquier razón.
Luffy se sentó en un sillón individual y saco su celular. Tenía Siete llamadas perdidas de su hermano Ace y cuatro de Sabo, diez mensajes de Ace y seis de Sabo. Al parecer seria hombre muerto al llegar a casa.
Se dispuso a contestar todo mensaje que tenía, así no dejar con nervios a sus hermanos y guardo su celular para poder apoyar su cabeza en el cómodo sofá. Esperaba a que Law llegara, pero tardaba más de que debía.
-¿Tienes hambre, Mugiwara-ya?
Luffy volteo ansioso hacia la voz y con una sonrisa implantada en su cara asintió una y otra vez. Abrió los ojos y su cara cambio al ver tan maravillosa escena frente a él.
Un Torao sin camisa, mostrando solamente aquellos tatuajes que se encontraban en su torso, hombros y espalda. Luffy sentía que aquel sangrado por la nariz no llegaría en cuestión de nada, así que miro hacia otro lado antes de meter la pata. Era un momento tan hermoso para él, pero si pasaba a mayores, sería lo más vergonzoso que podría pasar en toda su vida.
-¿Acaso no quieres nada Mugiwara-ya?
-A-ah... si, si quiero... gracias. -Evitaba todo contacto hacia el ojigriseo.
Un sonido invadió aquel silencio en todo el departamento. Alguien tocaba la puerta de una manera brusca. Law se dirigía a abrir, pero Luffy lo detuvo antes de que estuviera en frente suyo, así, no podría ver su espalda y hacer que el sangrado ahora si saliera.
-Yo iré a ver quién es. -El monito agarro la perilla y froto su nariz delicadamente, acto seguido abrió la puerta y quedo sorprendido.
-¿Quién es Mugiwara-ya? -Como no tenía respuesta, paso junto a él y su mirada quedo igual como el monito.
-Law, nunca pensé que tuvieras este tipo de "cosas" en tus tiempos libres.
Unos hombres con estatura exagerada entraron como si nada al departamento de Law. Uno de ellos tenía un abrigo de plumas rosadas, su pelo era rubio y corto, llevaba unos lentes oscuros y ropa de traje formal. Por otra parte, el que venía después de él tenía el mismo abrigo de plumas pero color negro, pelo rubio e igual corto, tenía un gorro parecido a un chullo con acabados parecidos a corazones, y un traje formal. Este se encontraba fumando, pero no sin antes prenderse fuego.
-¿Cora-San? ¿Donflamingo? ¿Qué hacen ustedes aquí? -Law aparto un poco a Luffy de ellos.
Donflamingo vio de pies a cabeza a Law y con una mirada grotesca le dijo.
-Antes que nada... Ponte una camisa, aquí podrás estar como quieras, pero con visita no. -Se acercó a Law y le implanto un gran golpe en su cabeza. -Y no me llames Donflamingo. Para ti, soy tu Tío, idiota.
Law lo ignoro y se acercó hacia Luffy, para así, poder presentarlo.
-Tíos... él es Lu... -El ojigriseo sintió como el menor lo empujaba y eso le molesto un poco, lo miro de reojo y vio que tenía un comportamiento alegre, cosa que se le hizo demasiado raro.
-¡Rosinante!, ¡Mingo!. -Grito Luffy y se valanceo sobre aquellos dos.
Law quedo un poco desorientado, mirando con euforia aquella escena.
-¡¡Luffy!! -Gritaron aquellos hombres al unísono.
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N/A: Este capítulo fue echo después de bastante tiempo. Que falta de imaginación. La lluvia y los truenos fueron inspirados en un pequeño acontecimiento que tuve con un familiar. Ciegamente y tontamente fuimos a las 10 p.m. en pie a un mini súper mercado mientras caían rayos, tronaba y llovía a mares. No nos pasó nada. :')
¡Gracias!
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Mi Felicidad || Law & Luffy [E D I T A N D O]
Fanfiction¿Te gustaria sumergirte en mis profundos y egoistas deseos? Hay una probabilidad grande en la que tu y yo no acabemos como empezamos. Quédate conmigo, no te vayas por favor. °Los personajes son del Mangaka y Autor Eiichiro Oda.°