—¿Entonces te fuiste de ahí sin decirle nada? —Decía una chica robusta, de piel blanquezca, peli verde y con unos ojos cristalinos color ámbar.
—Entre en un momento de crisis —Le dijo no sin parecer que se la estuviera pasando de mal en peor. —¿Qué hago?
La chica puso su mano sobre su barbilla, se quito las gafas de sol y posteriormente abrazo a su amigo quien trataba de darle apoyo emocional después de lo sucedido.
—Luffy. —Dijo. —¿Sabías que eres como mi hermano? —El chico asintió. —Y a mi no me gusta ver de esa forma a mis hermanos. ¿Sabes? Toda tu inseguridad viene por que tienes miedo de decirle lo que sientes; por que temes a que no sea como en realidad lo pensabas; Por que antes de que esto volviera a pasar, eras el niño más alegre que Dios me coincidió conocer.
Y para ella era una lastima ya no poder ver a ese tierno, seguro y feliz Luffy; al que saludaba cada mañana en los tiempos libres de la Universidad; al que le contaba cada hermosa aventura que pasaba con sus amigos, cada emocionante momento que pasaba con el ya no estaban.Todas esas memorias, todos esos pensamientos le llegaron de un golpe a su cabeza. Fue tan doloroso ver aquel y amargo destino que le tenia esperando con grandes uñas.
—¡Yo quiero que sigas viviendo! —La voz entre cortada de la chica se pudo notar, partes mojadas del suéter color verde que tenia Luffy se agrandaban más. El se quedo congelado, temía en ver la cara de su mejor amiga.
—Monet... —Dijo perplejo.
—Lo siento, pero no puedo... —Ella salio tan rápido como pudo del lugar y respectivamente cerro la puerta de la habitación de hospital en la que se hospedaba Luffy.
No era la primera vez que veía llorar de esa forma a Monet, no. Todas las anteriores veces fue por la misma razón, una tras otra. Ella lo vio crecer, y también lo vio sufrir. Si, no había día en el que ella se maldijera por haberlo conocido. Lo quería tanto, pero tanto que no soportaba verlo de esa manera.Se conocieron un sábado en el atardecer del parque más cercano de la casa de Luffy; eran tan chiquitos que cualquier adulto temía que se rompieran tan arduamente.Fue el inició de una reconfortante amistad, pero temía que fuera el último.
Era las 12:30 de la noche, y que mejor momento que alguien te marcase a esa hora.
—¿Quién habla? —Contesto lo más consciente posible, por que en ese momento no estaba ni en sus más mínimos cinco sentidos.
El otro lado de la linea telefónica estaba en completo silencio; aquel ser estaba por desesperarse hasta que no aguanto más y grito.
—¡Será mejor que tenga una muy buena excusa del el por que marca a tales horas de la noche.!
"Zoro..."
Escuchar aquella voz lo hizo poder tranquilizarse a tal grado de caer sobre el piso. Agarro el celular de él y con las dos manos puso en sinfonía su oído sobre aquella voz.
—¿Luffy? —Dijo. —¿Pero que diablos estas haciendo despierto a estas horas?
"Quiero verte."
—Espera, ¿acaso ya saliste del hospital?
Zoro estaba al tanto de lo que le pasaba a Luffy. El tenia la mas remota esperanza de poder estar pos siempre a su lado si le prestaba mas de la atención que se merecía.Ciegamente y orgullosamente confiaba en sus sentimientos.
El silencio inundó la conversación.
"Voy para allá."
Si tus deseos involucraran personas a las que no te tomaran para algo personal, pero aun así quieres estar con ellos por egoísmo y con ideas de que tal vez algún día puedas pertenecer dentro suyo, de su corazón al que está prohibido su paso, ¿que harías?
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Mi Felicidad || Law & Luffy [E D I T A N D O]
Fiksi Penggemar¿Te gustaria sumergirte en mis profundos y egoistas deseos? Hay una probabilidad grande en la que tu y yo no acabemos como empezamos. Quédate conmigo, no te vayas por favor. °Los personajes son del Mangaka y Autor Eiichiro Oda.°