Se sentía ligeramente decepcionado, tras tres meses de cortejo y arduo trabajo no había logrado avanzar demasiado, Draco no respondía a sus cartas o notas, aceptaba sus regalos pero nunca enviaba agradecimientos por ello y la situación comenzaba a tornarse desesperante. Pero Harry era un Gryffindor, uno muy valiente y perseverante, por ello, aunque se sentía ligeramente desanimado jamás flaqueó.
Les había advertido a sus amigos de sus intenciones con Malfoy, situación que generó un descontento general. Absolutamente nadie se explicaba como es que aquello había pasado y por más que Harry les había explicado (principalmente a los Weasley) que todo había pasado mientras trabajaba para Malfoy como guardaespaldas, no parecía ser una razón suficientemente fuerte, por lo que todos insistieron en hacerle más de una prueba contra filtros amoroso o encantamientos de amor. Por supuesto que Harry había fingido sentirse ofendido, sabía que Malfoy era capaz de eso, porque si lo había hecho, pero ahora esos sentimientos eran suyos, no eran causados por nada más que por su propio corazón.
Después de aquella disputa con sus amigos más cercanos y las aclaraciones que incluían citas en San Mungo, todos se resignaron a aceptar que tal vez, solo tal vez, Harry Potter, el salvador del mundo mágico, el chico dorado, el elegido, estaba enamorado de Draco Malfoy, ex mortífago y bully del colegio, aquel que había sido su rival por más de seis años, aquel que le iba a entregar al señor oscuro durante la batalla, el mismo que no paraba de hacerle la vida imposible. Si, era extraño, pero finalmente, todos al segundo mes tuvieron que aceptar que Potter iba enserio. Por supuesto que el único que no parecía resignado con la noticia era Colin, el fotógrafo insistía en que Malfoy solo lo llevaría a la ruina, y no solo por los carísimos regalos que le compraba, si no emocional y mental. Pero esto a Harry se le hacía más una exageración que otra cosa, o al menos así había sido hasta aquella tarde.
Su rutina era bastante simple, se levantaba, tomaba una ducha, un desayuno sencillo y luego partía hacia el ministerio donde se dedicaba en cuerpo y alma a la investigación de los jovencitos desaparecidos, después de llegar al punto en que sentía que una pieza importante le hacía falta se ponía de pie e iba a patrullar algunas de las zonas mágicas de Londres, en las que, si tenía suerte, se encontraba con cierto rubio de cuerpo espectacular y rostro de adonis al que le dedicaba una sonrisa ladeada. Y entonces, solo entonces, volvía al ministerio, recogía sus cosas, revisaba sus informes una vez más y los dejaba a su secretaria, volvía al callejón, compraba algo bonito y se lo enviaba a Malfoy vía lechuza con una nota sutil y ligeramente cursi. Se quedaba en casa esperando una respuesta que no llegaría nunca y finalmente se iba a dormir.
Por eso, cuando Harry llegó a su oficina aquella mañana y encontró sobre su escritorio un folder misterioso sin firmar y bastante grueso supo que aquella rutina que se había formado se rompería y por mucho. Le preguntó a su secretaria si sabía quién había dejado aquello, pero la regordeta mujer de sesenta años se limitó a decir que había llegado con una lechuza como evidencia para algún caso. Por supuesto que nadie se había preocupado por revisar el material, sabían que, se ser algo peligroso las protecciones del ministerio no lo hubieran dejado pasar.
Harry se colocó tras su escritorio y observó el grueso fólder sobre él, pasó la varita por el objeto, tomando las precauciones pertinentes y cuando estuvo seguro de que era seguro abrirlo, lo hizo. Le asombró notar que lo primero que había dentro de aquel montón de papeles era una fotografía de Malfoy, una fotografía bastante actual, se le veía caminando por el Londres mágico sin su facha común, parecía un joven cualquiera mezclado entre la multitud, iba a acompañado de Blaise Zabini, para variar y ambos parecían realmente interesados en un joven de pie a solo unos metros de ellos... Harry no tuvo que mirar dos veces la fotografía, conocía al otro chico, era el sujeto número once de su investigación de desapariciones.
![](https://img.wattpad.com/cover/117915267-288-k431117.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El arte del engaño y la seducción.
FanficDrarry/Harco Harry Potter es un auror talentoso y con un futuro brillante por delante, vive una vida feliz y tranquila donde su mayor preocupación es seguir mejorando para poder ayudar a cualquiera que lo necesite, o al menos así fue hasta que una i...