¿Por qué no me dijiste? -Hidashi- [EDITÁNDOLO]

1. La carta

Aviso: Si no te gusta esta pareja, no leas este fic. Los personajes no me pertenecen pero la historia sí.

Narradora

Era un día como cualquier otro en San Fransokyo. Un joven de 14 años se encontraba participando en una pelea de robots ilegal la cual logró ganar con facilidad ocasionando la ira del derrotado, quien en búsqueda de venganza está a punto de darle la paliza de su vida. Pero, sorpresivamente, el hermano mayor del joven aparece para salvarle el pellejo.

- ¿Estás bien? ¿No te hicieron daño? -pregunta el mayor con clara preocupación en sus ojos.

- Claro que no, estoy bien, Descuida. -Hiro estaba totalmente confiado, cosa que fastidió a su hermano.

- ¿Es que acaso nunca piensas? Sabes bien que esas peleas son ilegales. -era sorprendente cuán temerario y estúpido podía llegar a su hermano al punto de casi igualar su inteligencia. Quizás un pequeño escarmiento físico lo haga entender.

- ¡Ya! Además, las peleas no son ilegales. Apostar lo es, pero es muy lucrativo. Soy totalmente imparable. -exclama Hiro alzando los brazos.

Pero de pronto, se ven acorralados por unos patrulleros que los llevan a ellos y a los demás implicados a la cárcel de donde su tía debe sacarlos. Durante el camino de regreso a casa, ella no paró de gritar y reclamarles el haber hecho semejante locura y con justa razón. Los amaba pero en ocasiones eran capaces de sacarla de quicio de maneras que jamás creyó posibles.

Al llegar a casa, su tía comenzó a comer por el estrés que le produjeron sus sobrinos que sólo subieron a su habitación cuando de pronto Tadashi notó que su hermano se traía algo entre manos.

- Más vale que compenses esto o tía Cass va a devorar todo el café. -Hiro por su parte no parecía prestarle especial atención a su hermano, solo respondiendo por instinto.

- Muy cierto -contesta Hiro con total desinterés.

- Espero que con esto escarmentaras. -volvió a intentar pero la reacción fue la misma por lo que se comenzó a acercarse.

- Por supuesto que sí. -contestó con desgano generando sospecha en su hermano.

- Otra pelea robótica ¿no? -ante dicha pregunta, Hiro deja de lado su actitud para finalmente prestarle atención.

- Está cruzando la ciudad, si me apresuro todavía llego.

Y eso fue todo lo que Tadashi necesitó para decidir enseñarle a su hermano que habían mejores cosas que podía hacer con su inteligencia. No quería que el menor desperdiciara su vida de esta manera por lo que se ofreció a llevarlo a aquella pelea, pero en medio camino se desvió llegando a la universidad donde él estudiaba.

Apenas llegaron Hiro comenzó a hacer comentarios sarcásticos que fueron callados apenas puso un pie dentro del laboratorio pues quedó maravillado con el sin fin de geniales artefactos que ahí se encontraban. De pronto, divisó una bicicleta cuyas ruedas usaban suspensión magnética cuando de repente alguien se le acercó.

- Oye, ¿tú quién eres? -preguntó una chica con casco negro.

- Ah ah... -tal vez fue la sorpresa o tal vez su imponente presencia. ¿Quién sabe? Pero Hiro fue incapaz de decir algo.

- GoGo, él es mi hermano, Hiro. -respondió Tadashi por él con total calma mientras la chica se quitaba su casco.

- Bienvenido a la tierra de los nerds. -comentó con desgano para luego revisar su bicicleta.