12. Estoy confundido

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Narradora

Luego de días fuera, Lindsey y Kyle regresaron a San Fransokyo. Pero tan pronto como llegaron, el grupo de amigos sospechó que algo había ocurrido pues Lindsey parecía haber perdido parte de su luz.

Dejando aquello de lado, la amistad entre Kyle y Hiro se fue fortaleciendo con los días al punto de que el mayor comenzó a abrazar sorpresivamente a Hiro, bromeaba con él y hasta le pedía que lo acompañase a hacer las compras o dar simples paseos en un parque cercano al café. Al grupo, lejos de preocuparles, les agradó ver que por fin ese par se llevaba bien. Pero las cosas estaban por complicarse a un punto que ni ellos podrían prever.

Como ya era costumbre, Kyle y Hiro estaban dando uno de sus paseos y mientras el menor le contaba anécdotas de su infancia, Kyle no podía evitar ver enternecido la escena que tenía ante sus ojos. Era bien sabida la afición del chico prodigio por los ositos de goma y Kyle no pensaba desperdiciar esta oportunidad para jugarle una broma al chico. En la bolsita quedaba sólo un osito y antes de que Hiro pudiese comerlo, Kyle le quitó la bolsa.

- ¡¡Hey, eso es mío!! -reclamó totalmente fastidiado pues Kyle, sacando provecho de la diferencia de alturas, jugaba a ver si lo alcanzaba.

- Ya has comido demasiados Hiro, te hará daño. -aquello le sonó tan familiar al menor que no pudo evitar quedar en un ligero shock, pero al regresar en sí se dispuso a contradecirle nuevamente.

- ¿Y qué más da? Es mi cuerpo, puedo comer lo que yo quiera. -respondió desafiante y al ver que Hiro no pensaba rendirse, se le ocurrió jugarle otra broma un tanto más arriesgada.

- Bien, si tanto quieres este dulce deberás hacer algo para ganártelo.

- ¿Y qué sería exactamente? -cuestionó Hiro ligeramente interesado en la propuesta del mayor. Más que nada porque deseaba comerse esa gomita.

- Mmh... ¡Ya sé! -dijo el mayor como si se le hubiese ocurrido la mejor idea del mundo.

- ¿Y bien, me vas a decir? -volvió a cuestionar ya un tanto irritado.

- Si me das un beso, te daré el osito. -el tono de voz seductora que usó causó que Hiro se pusiera completamente rojoen tiempo record por lo que decidió seguir el chiste otro poco. Por los LOL.- ¿Qué dices? ¿Lo harás?

Era obvio que sólo se estaba burlando y Hiro no lo haría, o al menos era así al inicio pues de pronto se sorprendió a sí mismo sintiendo que una parte de él deseaba con ansias que el pequeño genio frente suyo lo besara. Hiro no dijo o hizo algo y aquello de alguna manera asustó y decepcionó a Kyle. Quien en nada intentó desviar el tema.

- Descuida, yo sólo estaba...

Había comenzado a excusarse, sin embargo no pudo terminar de hablar cuando Hiro lo tomó del brazo y prácticamente lo arrastró entre un gran árbol y la pared trasera de una casa. Estando donde nadie los podría ver, Hiro le quitó la gomita y sin decir nada la colocó en los labios de Kyle para seguidamente desaparecer el espacio existente entre sus rostros.

Kyle estaba confundido y lo único que podía sentir era cómo Hiro iba devorando aquel dulce y finalmente comenzaba a pasear su lengua en su boca. Sin saber cómo, Kyle se encontraba correspondiendo aquel beso mientras paseaba sus manos por todo el cuerpo del menor.

Tuvieron que separase por la falta de aire y apenas se vieron a los ojos la vergüenza no tardó en apoderase de Hiro que se separó abruptamente del contrario e intentaba dar un excusa creíble que simplemente no tenía. A fin de romper aquella incómoda escena, Kyle tomó la palabra.

- Hiro, tranquilo. Yo... Sé que debes de estar confundido. Créeme, yo también lo estoy pero necesito que me respondas algo con total sinceridad. -ante todo mantenía la calma para no incomodar o asustar al menor para finalmente soltar la bomba.- ¿Por qué?

¿Por qué no me dijiste? -Hidashi- [EDITÁNDOLO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora