Narra Hiro
Aquel hombre se fue sin más, sintiéndome como un pedazo de mierda. Me quedé dormido por el cansansio para luego despertar por un brusco movimiento. Pensé que quizás era aquel hombre por lo que intenté safarme. No fue hasta que mi visión se aclaró que pude notar que se trataba de Eun-Ji.
Sabiendo esto, me sentí más calmado pues había comenzado a desatar mis pies. Lastimosamente, aquella calma se espumó al ver terror en sus ojos.
- Están atacando la mansión, Hiro. Es momento de irnos de aquí, mientras los guardias están ocupados.
- ¿Q-Quiénes atacan? *logré formular con dificultad*
- No lo sé con exactitud. Son 7 personas vestidas de manera extraña y están peleando con los 4 élite del señor Chul. Dudo que soporten mucho tiempo. *al oírla un sentimiento extraño surgió en mi pecho. Una pequeña esperanza de que se tratase de los chicos*
Ella terminó de desatarme e intenté ir a ver de quiénes se trataba pero ella me tomó del brazo para detenerme con una mirada que me suplicaba irme con ella en ese mismo instante lejos de ahí.
- Suéltame, por favor. Necesito confirmar si son mis amigos quienes han venido.
- Es arriesgado, Hiro. Por lo que pude ver la cosa es seria y si te acercas podrían hasta matarte. No tendremos otra oportunidad para huir. Por favor, ven conmigo. *y ahí estaba nuevamente aquella mirada de suplica*
Me sentía entre la espada y pared pues aun quería ver de quiénes se trataba, pero también quería huir de ese horrendo lugar. Necesitaba tomar una decisión y pronto pero antes de poder elegir, la puerta del sótano se abrió con fuerza. Ambos vimos horrorizados que se trataba de uno de los hombre de ese tal Emiliano y no se veía muy contento.
- Vaya, ya lo has desatado. Bien para mí, ahora apártate sirvienta. *y sin más s la empujó para luego cargarme. Intenté safarme, pero estaba demasiado débil; por su parte, Eun-Ji no sabía qué hacer. Él era demasiado grande como para enfrentarlo pero aun así lo hizo; intentó derribarlo, pero él se percató de sus intenciones y con un solo manotazo la tumbó al suelo.
- ¡Maldita mocosa! ¿Qué crees que haces? *dijo mientras la miraba enojado. Ella se puso de pie como pudo e intentó golpearlo. Aquel hombre la esquivó con facilidad y le propinó una fuerte patada en la espalda para luego patearla en el estómago, cosa que la obligó a quedarse en el suelo* Tienes suerte de ser su hija, de lo contrario ya te habría matado a golpes por insolente.
- M-Malnacido... *la oí susurra con el poco aire que había recuperado y entonces este sujeto la pateo en el rostro, haciendo que escupiese un poco de sangre*
- ¿Qué dijiste, maldita perra? Al carajo, me vale una mierda que seas su hija. Estoy seguro que él no tendrá objeción alguna de que mate a la mayor vergüenza de su familia. Claro, después de tu hermana por supuesto.
Eun-Ji no decía nada, solo miraba al suelo con una combinación de ira, miedo y desesperación. Sentía ira por cómo la trataba aquel sujeto pero no tenía las fuerzas suficientes como para intervenir. Además, había algo no lograba entender del todo; él dijo que no la mataba por ser la hija de alguien, y por como lo dijo, de alguien importante. ¿Pero de quién?
Estaba tan metido en mis pensamientos que me asusté al oír otro grito de dolor, pero esta vez venía del hombre. Había querido cargar a Eun-Ji para llevársela, pero ella lo mordió con fuerza. Por esto, el hombre la noqueó de un solo golpe.
- Ya estoy harto de esta mierda! *gritó con frustración para luego tomarla y sacarnos a los dos de ahí. Intenté forcejear nuevamente e incluso gritar para ser escuchado por quienes habían venido pero él me golpeo con fuerza, logrando desorientarme para luego echarme junto con Eun-Ji a la parte trasera de una camioneta. Lo último que pude oír antes de perder la consciencia fue como se encendían los motores y una fuerte explosión.
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¿Por qué no me dijiste? -Hidashi- [EDITÁNDOLO]
Fiksi PenggemarHiro trata de superar el haber perdido a su hermano y tras dos años del accidente, se revela un secreto que cambiara la vida de este joven genio. Su misión, descubrir que fue lo que pasó aquel fatidico día con ayuda de sus amigos y nuevos aliados qu...