7. ¿Quién eres?

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Narra Hiro:

Me siento frustrado por el hecho de que la señal provenía de lo que ahora es un mercado que hace dos años era zona de alquiler. ¿Cuál es la probabilidad de hallar al responsable de los mensajes a estas alturas? En fin, tal y como sugirió GoGo, nos dividimos para así cubrir más terreno; ojalá podamos hallar alguna pista.

Pregunté a una gran cantidad de vendedores si sabían de alguien "sospechoso" que hubiese vivido aquí antes pero nadie sabía nada. Al cabo de una hora y algo, decidí encontrarme con los chicos y pensar en un nuevo plan pero por accidente choqué con alguien.

- Lo siento, no vi por dónde iba. -no tardé en disculparme con aquella persona. Sin duda esto no puede ir peor.

- Descuida, yo tampoco vi por dónde... -de repente dejó de hablar y se me quedó viendo, algo bastante extraño si me preguntan- No puede ser... -dijo en algo similar a un susurro.

- ¿Está todo bien? -esto en verdad es extraño. Aquella chica no deja de verme de una forma que me cuesta entender.

- No puedo creer lo que ven mis ojos. ¡¿Acaso eres Hiro Hamada?! -de la nada, una extraña emoción parecía invadir a la desconocida. Casi como ver a un cachorro de tamaño humano.

- Ehh... Pues, ¿sí? -aquella actitud me resulta muy extraña. Yo no he hecho nada que merezca esa reacción, ¿o sí?.

- ¡Oh mi dios, esto es genial! Me llamo Lindsey, en verdad es un honor conocerte Hiro. Jamás creí que podría ver en persona al prodigio de la robótica en persona. -la sonrisa en su rostro es deslumbrante y en verdad me sorprende que piense eso de mí.

- Vaya, gracias Lindsey.

- No hay de que. -dijo con una gran sonrisa- Por cierto, no es que quiera ser grosera pero, ¿me podría tomar una foto contigo?

- Claro, ¿por qué no? -esto sin duda es nuevo para mí, jamás alguien me había pedido tomarse una foto conmigo. Quizás no fue tan mala idea el dividirnos.

- ¡Listo! En serio gracias. Oye, ¿qué tal si como disculpa por haber chocado conmigo, vamos a comer un helado? De paso que te presento a unas amigas. -admito que está sorpresiva invitación es extraña, pero se veía tan emocionada que no pude rechazar su oferta.

Seguí a Lindsey por todo el mercado y al parecer lo conocía como la palma de su mano, pues conocía atajos para ir más rápido a nuestro destino. Tras dar un par de vueltas más, llegamos a una pequeña heladería donde pude ver a un grupo de chicas reunidas con bolsas llenas de víveres.

- Hasta que apareces Lin, te estuvimos esperando una eternidad. Sería una pena si le contamos a cierta personita que desapareciste durante las compras~ -dijo en tono burlón una chica de cabello rojo.

- Ja ja, vaya que eres muy graciosa Ruby. Déjate de bromas si no quieres que le cuente lo que realmente pasó con su jarrón favorito. -ante lo dicho por Lindsey, la sonrisa de aquella chica desapareció mientras las demás comenzaron a reír de su reacción.

- ¡Ya dejen de reírse que no es gracioso!

- Te equivocas, si lo es. Jajaja -comentó entre risas una chica de cabello plateado junto a la antes mencionada.

- ¡No lo es, Angie! ¡¿Sabes lo que me haría si se entera?! El solo pensar en eso me aterra. -podría decir que estaba dramatizando mientras simulaba un escalofrío y a juzgar por la reacción de las demás, esto es normal.

- Ya chicas, algo me dice que Ruby ya tuvo suficiente. ¿Verdad, Lindsey? -preguntó de la nada una calmada chica de cabello castaño que se había mantenido callada hasta ahora.

¿Por qué no me dijiste? -Hidashi- [EDITÁNDOLO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora