XXVII

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Sufrimos porque descubrimos que damos más de lo que recibimos, sufrimos porque nuestro amor no es reconocido; no es correspondido.

Muchas veces este amor comienza desde la primera vez que lo ves, desde el primer momento en el que ves a esa persona y ya la quieres con locura.
Las emociones del flechazo quedan destruidas con el desinterés.

Pero que lo entiendas no evita que nos duela hasta el alma; sin embargo, hay que dejar ir ese sentimiento que solo esta marchitando nuestro corazón.

El día Lunes 05 de Junio habría pocos estudiantes en el instituto ya que solo estarían presentes los de segundo y cuarto semestre; los de sexto ya no.

Llegue a la hora exacta de entrada a cursar mi última semana de clases, doble a la derecha para entrar al instituto para luego voltear a mi izquierda por casualidad y la primer persona a la que veo es a Cavanaugh.

Pero ¿Que?, cada vez que creía que sería la última vez que lo vería volvía a aparecer. Estaba parado a un lado de unas bancas que se encuentran justo entrando al instituto, se encontraba con la mirada hacia abajo escribiendo en su móvil plateado.

Me le quedé viendo mientras cruzaba por la entrada de este, note como lanzó una sonrisa mientras seguía mirando su celular. Supongo que estaba mensajeando.

Ignore todo lo que sentía mientras seguía mi camino sin mirar atrás.
Pues, ¿Que se supone que debí haber hecho?
No pensaba en nada más cuando lo veía.

Mientras seguía mi camino había un cuadro con escrito que tenía encima cristal haciendo que las cosas se pudieran reflejar; mire por este y lo pude ver una última vez más.

Vi como levanto su vista del teléfono volteando hacía la puerta del instituto, viendo la dirección opuesta a mí.

Mire su reflejo desde aquel cristal por unos segundos hasta que el seguir caminando me lo impidiera.

O había reprobado una materia o no había terminado de realizar el servicio social, una de esas podía ser la causa del hecho.

Aquella persona no merece ni un suspiro por tí y no lo digo desde el rencor,  si no desde la perspectiva del asumir que no todos nuestros deseos más pedidos se cumplen.

Dicen que lo mejor para mantenerse despierto es un amor no correspondido, ¿Será?

En el tiempo que pasaba, aquellas tres chicas Madison, Kate y Deborah realmente se convirtieron en mejores amigas sin importarles el hecho de que nos hayan excluido sin un buen motivo.

Las amistades también rompen corazones.

Hay veces en las que nadie te puede o no te quiere escuchar, escuchar lo que te sucedió en el día, lo que estas pasando ya sea bueno o malo.
Solía mirar las estrellas todas las noches, solía imaginar que ellas leían las mentes, solía imaginar que brillaban todas las noches para solo escucharnos.

Ellas sabían, lo sabían; no literalmente, simplemente eran lo que son, estrellas; y eso me hacía sentir bien.

Verlas brillar todas las noches e imaginar. Entrar al mundo de la imaginación a través de ellas y olvidarse de todo problema existente por unos momentos.

Las estrellas saben porque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora