El desastre de Ty |Payson 3|

14. Saranghaeyo

Ty.

Reviso mi celular por enésima vez desde que desperté esta mañana y todavía no hay mensajes de Eric. Ni un mensaje, ni una llamada, absolutamente nada que me diga como está, que está haciendo, donde está o con quien. Ha sido así durante la última semana. Él no asistió a clases, sus padres apenas se enteraron de lo sucedido con Weston decidieron empezar una búsqueda policial y llevar a Eric con un psicólogo. Lo cual me alegra, porque la salud mental de Eric se encuentra en la cuerda floja luego de su encuentro inesperado e inoportuno con Weston. Cuando Xavier lo llevó a casa esa noche, él temblaba y lloraba; no sabía que alguien pudiera ser así de frágil cuando es sometido a un toque indeseado, pero ahora que lo sé, pienso guardar mi distancia con Eric lo más que sea posible.

No lo veo desde entonces, para mi mala suerte. Xavier es la única persona que me mantiene al tanto, puesto que ni siquiera Benjamin sabe mucho de lo que está sucediendo con su amigo. Estoy muerto de miedo, muy preocupado por lo que él pueda estar pasando. Ver a Eric en ese estado me hizo darme cuenta de lo mucho que estoy enamorado de él. Se sintió tan desgarrador que deseé en ese momento intercambiarme con él y quitarle ese peso de encima, el dolor que dejaba ver en sus ojos... hubiese dado lo que fuera porque aquello nunca le hubiese pasado.

Pero ya no puede haber vuelta atrás con todo lo que ocurre, tenemos que enfrentarlo, tanto él como yo. Desearía que me permitiera verlo, así sabría que lo está haciendo bien. Desearía que me dejara ayudarle.

He estado acostado en mi cama durante todos mis ratos libres esta semana, soy un desastre, ni siquiera he querido arreglarme, no tengo a donde ir o con quien ni motivos para hacerlo ¿Cómo puedo tratar de estar feliz o cómodo cuando no sé cómo está Eric?

El sábado alguien toca a mi puerta, hago un sonido afirmativo lo suficientemente fuerte como para que la persona escuche e interprete que puede pasar. Levanto mi mirada hacia la persona que entra cuando escucho el sonido de la puerta abriéndose. Me incorporo cuando la luz se enciende, trato de que mis ojos se acostumbren a la luz y cuando enfoco a la persona, me doy cuenta de que se trata de Benjamin. Un segundo después Leviatán salta sobre mi cama y empieza a olfatearme y a lamerme la cara. Coco sale de debajo de alguna almohada y empieza a ladrarle a la gran mascota de Benjamin, quien inmediatamente se lanza a olfatearlo también, dejándome olvidado.

—Pensé que necesitabas terapia de perritos —dice Benjamin, acercándose a mi cama para sentarse en el borde.

—Tengo un perrito —murmuro frotando mi derecho con mi mano.

—Tu perro es como medio perro, necesitas una terapia más extensa —bromea el rubio antes de poner una mano sobre mi cabello—. Pensé que podríamos hablar... yo tampoco sé mucho de lo que está pasando, Xavier está enojado y obstinado por el asunto de su hermano, le dije que se calmara un poco y me mandó a la mierda... creo... que es la primera vez que peleamos y es él el que está enojado conmigo. Es extraño, pero sé que es difícil así que... solo esperaré a que se le pase.

—Se le pasará, Xavier no puede estar demasiado tiempo sin ti —ruedo los ojos—. Su pelea más larga duró tres días, así que le doy veinticuatro horas con esto.

Benjamin suelta una risa y sacude la cabeza.

—No lo sé... Eric está mal.

—¿Qué sabes de él?

Estoy consciente de lo increíblemente desesperado que soné, pero a Benjamin no parece importarle y a mi tampoco.

—Solo sé que está yendo a terapias, que no quiere salir de su habitación, que tiene pesadillas... está realmente aterrado —los ojos de Benjamin se vuelven llorosos—. Weston en realidad lo jodió... la primera vez de Eric fue con una chica que le creó un trauma severo y un complejo de inferioridad por el cual siempre estaba comparándose con Xavier y ahora este hombre lo ha tocado contra su voluntad, ha intentado violarlo y lo ha hecho creer que le gusta un chico por su culpa... Eric es demasiado sensible para asimilar todo eso.