CAPITULO#6: Imágenes borrosas:

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Después de haber hablado con Connor, me siento mucho mejor, la verdad nose que haría sin él. Siémpre a estado ahí para mí.

Cuando Connor se marchó, una hora más tarde, mis padres llegarón de la compra. Llevaban un montón de grandes bolsas en la mano, donde se podía ver, fruta, carne, galletas...Vamós, comida. Mientrás seguía sentada en el salón tranquilamente, me vi las rodillas:

"Mierda, ¿Ahora que hago yo? "Si me ven así, me preguntarán que ha pasado." Corrí rápidamente hasta llegar a mi cuarto, me limpié las rodillas, cuando de repente, alguién me llamó:

-Cariño?Estás en casa?-Preguntó mi madre.

-Sí!-Grité nerviosa para que me pudierán oír.

Pronto oscureció y me subí en en cómodo colchón, miéntras me arropé con la suave manta rosada. Entre lágrimas pensaba en miles de cosas. Mis ojos se enrojecierón de tanto llorar y me dolián tanto que al final paré. Me sequé las pequeñas lágrimas y cerre suavemente los cansados párpados. De pronto, sin darme cuenta e inesperadamente pensé que estaba en un sueño, miles de imágenes por segundo pasaban delante de mis  ojos.

Cada imágen pasaba una mílesima de segundo más rápido que la anterior, las que podía las miraba intensamente, pasaban muy rápido pero algo me daba tiempo a ver. Erán imágenes borrosas, erán como recuerdos, pero recuerdos que yo no recordaba.

Al día siguiente desperté canviada, no sabía porqué, pero me sentía bién y diferente, con mucha más fuerza que el día anterior. Me veía capaz de hacer qualquier cosa. Intenté recordar las imágenes de la noche anterior. " En una de ellas, salían cinco colgantes diferentes, pero a la vez similáres." "En otra imágen, salía como una caja muy antigüa de color claro, con adornos simples." "Y la que más recuerdo, es ver, unos ojos claros como el agua cristalina, una mirada voraz e intimidante." No recuerdo casí ninguna más, ya que las veía borrosas y no las distinguía.

Me levanté de la cama, miré la mesita de noche de al lado, justo donde estaba la foto enmarcada que me había regalado Peter. La cogí y sin darme cuenta, el marco en un instante estaba en pedazitos en el suelo, si que tenía fuerza en las manos ese día. Recogí los pequeños pedazitos y los tiré  a la papelera. No era normal lo que me estaba pasando, pero me daba igual, estaba bién, así que no me importaba." Aora sé que no estaba enamorada, que todo era un juego, él era mi Ken y yo su Muñeca." Dije en mi subconciente.

"Era mi cumpleaños y nadíe me lo arruinaría."Pensé con una sonrisa en la cara. Abrí las moradas cortinas de la pequeña vetana blanca, para que entrasé la luz del sol. Papá, estaba durmiendo miéntras que, mamá estaba en el jardín ayudando a una vecina con su mudanza. Sonó el timbre y abrí la puerta, era Connor:

-Hola!-Dije sonriente.

-Hola Ali, feliz cumpleaños!-Dijo miéntras me daba un abrazo.

Cogí mi pequeña blusa rosa y me la pusé, junto con las convers. Cogí el bolso y salí por la puerta con Connor detrás mío:

-Cierra bién.-Le advertí.

En ese momento, mi madre nos vió:

-Hola, se puede saver a donde vaís?-Preguntó mi madre.

-Mamá!Justo ahora te iba a avisar de que nos íbamos a dar una vuelta.-Respondí alegre.

-Vale.-Dijo sonriente.

-Buenos días Señora Sanders.-Dijo Connor saludándola.

-Venga, vamos.-Le dije a Connor miéntras lo sujetaba del brazo.-Hasta luego mamá!-Añadí.

-Adiós hija, no tardeís mucho que tu padre y yo tenemos una sorpresa para ti.-Dijo alegre.-Asentí  y le sonreí de nuevo.

Paseamos un buen rato y luego lo convencí para irnos en metro de New York a algún lugar no muy lejano. Subímos al metro y nos paramos en la línea de la cuarta avenida. Bajé y nos dirigímos a la calle 36. Vimos una cafetería y decidimos entrar. Era una cafetería pequeña y bastante vacía. Connor atrajó la antención de la camarera y pidió lo que queríamos: "-Un capuccino y un cafe descafeínado con dos sacarinas, porfavor."

La camarera asintió y lo apuntó todo en un papel. La camarera no tardó mucho en traer lo que habíamos pedidó y susurro algo a Connor cuando nos lo trajo:

-Aquí teneís.-Dijo con voz sexy.- Si quieres algo más, avisame. Estaré por aquí.-Dijo guiñandole un ojo.

Cuando se fué, por fin hablé:

-Vaya si que ligas.-Dije miéntras me reía.- Todas caen rendidas a tus pies, que suerte no?

-No todas...-Dijo desilusionado.

Miéntras tomaba el capuccino recién hecho, me vinó un shock en la mente*

*Era unos ojos ardientes y penetrantes, los mismos que los de la noche anterior.

Rápidamente me levanté y Connor me miró extrañado. Salí a fuera para respirar aire fresco y puro y no marearme. Rápidamente me dirigí hacía la puerta de atrás del local, que daba a un callejón. Connor sorprendido solo me espero en su sitio. De repente un joven se cruzó enfrente mío, era el de la mirada ardiente y penetrante. Tenía la mirada fijamente clavada en mí, a penas pestañeaba. De repente, sonó mi celular, era mamá:

-Creo que deberías cogerlo, a lo mejor es importante.-Dijo serio.

Yo seguí sin hacerle caso y no lo cogí. El celular dejó de sonar y un terrible dolor de cabeza apareció y alarmada le pregunté:

-Tu eres quien me causa este insufrible dolor?-Pregunté asustada.

-No.-Dijo serio.-Crees que soy yo?Lo que te pasa es normal, no te asustes.-Dijo entre risas.

-No hace grácia.-Respondí seria.

De pronto desapareció de la nada, y Connor vinó por atrás preguntándome que pasaba. Volvió a sonarme el celular y finalmente lo cogí:

-Ali!No vuelvas para casa, vete con Connor a algun lado, pero no vuelvas  para casa!-Oí gritar a mi madre asustada.

-Pero mamá!¿ Que ocurre?-No recibí respuesta alguna. Miré la pantalla y ponía: "Su llamada a finalizado."

"Mierda. ¿ Y ahora que hago?" Pensé confundida. Connor me miró. Le devolví la mirada y corrí hacía el metro, para volver a casa y ver que estaba pasando. Connor intentaba alcanzarme, pero yo iba demasiado rápido.

Ella de hielo, él de fuego:(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora