CAPITULO#14: La huída:

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Cuando giré la esquina estaba vacía, no había casi ni un alma. Aunque algunas personas de las que estaban en frente se dedicaban a observarme detenidamente. Yo no caía en porque, hasta que me dí cuenta de que dejaba rastro con un camino de pequeñas gotas de sangre. Las personas que habían se inquietaban, por dos cosas. Uno, levaba un extraño traje de neopreno. Dos, se me veía desorientada con golpes, rozes y magulladuras por algunas partes de mi cuerpo, incluida mi preciada cara. Doblando otra esquina, ví a poco metros una cafetería y me dirigí hacía ella. Lo mejor era entrar tranquila y pedir selvilletas para detener la hemorragia de las heridas.

Finalmente llegué a paso lento, era una cafetería apartada, muy tranquila y hostil. Las paredes eran como muros y el recinto no estaba muy lleno, tan solo habían unas tres mesas ocupadas con gente charlando. Me dirigí hacía la barra, donde me atendió un joven, alto y esbelto de ojos oscuros:

-Hola,¿Que desea?-Preguntó amable.

-Hola, podría darme unas cuantas selvilletas,¿Por favor?-Prgeunté con la misma amabilidad.

-Sí, toma.-Dijo entregándome un par de selvilletas suaves.-Creo que deberías desinfectarte esas heridas¿Que te ha pasado?-Añadió.

-Grácias. Oh, no es nada.-Respondí tensa mientras cogía las selvilletas.

-Anda, sientate. Te traeré el menú enseguida.-Dijo serio.

-Yo...-Intenté hablar, pero me interrumpió.

-Invita la casa.-Dijo con una amplia sonrisa.-Pero solo por que me has caído bién.-Añadió guñandome un ojo.

Asentí y le sonreí. Fácilmente vi una mesa libre junto con dos sillas libres, cerca de la entrada de la pequeña cafetería. Me senté en una de las sillas y me limité a limpiarme las heridas mientras esperaba el menú. Rápidamente vino el mismo chico que me había atendido antes, con el menú en las manos:

-Aquí tienes.-Dijo sonriente dejándolo sobre la mesa.

-Grácias.-Asentí con una leve sonrisa.

Por un momento se  me había olvidado todo lo anterior antes de entrar allí.¿Ahora que haria? Estaba perdida, no sabía donde podría pasar la noche. No tenía ni dinero, ni auto, nada. De repente alguién entró en el establecimiento. Oí unos pasos cerca de mí y escuché el chirrido de arrastrar la silla que estaba libre. Alzé la vista y me encontré con la nerviosa mirada de Colin.¿Que hacía él allí?¿Había escapado como yo? ¿Donde estaban los demás? De repente Colin interrumpió mis preguntas y pensamientos atrapados en mi mente:

-Ali...-Dijo tragando saliva.

-Colin no estoy para mentiras, bastante confusa estoy ahora mismo. Así que ves al grano, sabes que necesito respuestas.-Respondí con frialdad.

-Esta bién.-Dijo serio.-Dame un día, te responderé a todas las preguntas que me hagas que ronden por tu cabezita, con sinceridad. Luego tu decidiras que hacer después.-Añadió.

-De acuerdo.-Asentí con la cabeza.

-Díspara.-Dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Como me has encontrado  y como és que estas aquí?-Pregunté.

-Ey, de una en una, princesita.-Respondió divertido.

-Responde.-Dije frunciendo el ceño.

-Vale. Te encontrado por que, he visto un pequeño y largo rastro de sangre, y pensé que seguramente erás tu. Y, después de que tu huístes y fueras perseguida por los guardias, nos intentarón atrapar a todos los de la sala, rodeándonos y acorralándonos. Por suerte, yo me defendí y logré pegarles puñetazos para poder escapar.-Respondió sereno.

-Vaya el señorito Jefferson al atque pegando puñetazos, que pena que me lo haya perdido.-Respondí haciendo un pucherito y con tono burlón.

-Tu ríete lo que quieras, pero a uno le rompí la nariz.-Dijo con una sonrisa maliciosa.

-Seguro.-Dije riéndome. Bueno, a lo que iba¿Sabes por que, nos querían atrapar, por que nos han tendido una trampa? -Pregunté mirándole fijamente.

- Creo que sí, ya te lo dije. Quieren aprovecharse de nosotros, con sus fines egoístas.-Respondió con fríaldad.-Sobre todo te quieren a ti, eres la elegida.-Añadió.

-¿Yo la elegida? Explicamelo.-Exigí.

-Verás, tus antepasados proceden de un linaje, de personas especiales, con poderes sobrenaturales. Hace decadas que todos fallecierón, y nadíe sabía de la existencía de los Campbell, desde la supesta desaparición de tu padre. Hasta que te conocímos a ti, todos sabían de ti. Eres especial, mira. Nosotros ya somos especiales de por sí, por que tenemos cualquier poder de los cuatro elementos. Pero, tú, tienes el del quinto elemento. Y eso te hace especial y diferene, por no hablar de lo dificil que es lidiar contigo a veces.-Dijo soltando una risita.- Además todos nosotros pensábamos que al tenerte tu padre a ti, a lo  mejor se saltarían una generación contigo.-Añadió sereno.

"Es verdad, con tanto misterio, se me había olvidado mi padre no lo volví aver ni supe nada de él, desde que mamá desapareció." " Que estúpida soy a veces"Pensé molesta.

-Ahora todo tiene sentido, pero¿Sabes lo que le ha pasado a los demás? -pregunté preocupada.

-La verdad es que no, solo sé que antes de huír me choqué con Chris y habíamos quedado mañana por la mañana en el Grill de la ciudad. Por lo que sé, seguramente estarán interrogando a los demás oa lgo por el estilo.-Respondió furioso.

-Vaya, ¿Y ahora que? ¿Y Alex, Loty y los demás?-Le pregunté con un hilo de voz.

-Tranquila pequeña. Yo estaré aquí contigo pasé lo que pasé.-Dijo con voz suave cogiéndome de la mano.

Pudé notar arder mis mejillas seguramente ruborizadas de un color rosado. De pronto, antes de que pudiese responderle, el joven de ojos oscuros y penetrante snos interrumpió:

-Señorita...-Intentó seguir diregiéndose a mi.

-Ali Campbell.-Interrumpí con una sonrisa.

-Señorita Campbell¿ Ha pensado ya lo que quiere pedir?-Preguntó con una sonrisa.

Antes de que pudiera responder, él se percató de que tenía un acompañante a mi lado, Colin. Se mirarón hasta que los dos se sobre saltarón y Colin saltó de la silla:

-Matt!¿Que haces tu por aquí?-Dijo abrazándole extrañado.

-Colin¿Como tu por aquí, hermano?-Preguntó alegre.

Buah, ya te contaré.-Respondió aungustiado.

De pronto, Colin se volteó para mirar mi reacción, evidentemente no entendía nda, así que fruncí el ceño:

-Ah sí! Ali, este es Matt mi hermanastro, Matt esta es Ali mi muy buena amiga, bueno ya  sabias como se llamaba.-Dijo riéndose.

-Hola.-Digímos los dos a la vez miéntras nos dabamos dos besos en la mejilla.

Ella de hielo, él de fuego:(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora