CAPITULO#15:Una noche maravillosa:

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Reímos a la vez. No sabía que Colon tenía un hermanastro y parecía ser que hacía tiempo que no mantenían contacto y ninguno sabía del otro. Finalmente después del reencuentro, Colin y yo pedímos unos cafés. Junto con Matt que cogío una silla y se sentó al lado mío:

-Bueno, ¿Donde pasarás la noche, Ali?- Preguntó Matt.

-Pues la verdad es que no lose.-Respondí desconcertada.

-Podríais dormir aquí.- Dijo Maatt alegre.-No hay ningún problema, ya que yo soy el dueño de la cafetería.-Añadió.

- No Matt, gracias pero eso sería descortes y una molestia.-Resppndí serena.

- Venga Ali, no pasa nada, hay confianza. Además yo tampoco tengo a donde ir, de todos modos quería recuperar el tiempo perdido con Matt.- Respondió Colin sonriente.

-Pues ya esta todo dicho, os quedaís a dormir.- Anunció Matt feliz.

-Gracias.-Dije tímida.

Pronto oscureció y se izo tarde. Matt, a la noche nos indicó a mi y a Colin, que detrás de la barra estaba la cocina y junto a un pasillo que había cerca, estaban los dormitorios. Que extraño era aquel recinto, era mitad piso, mitad cafetería. Hacía como medía hora que habían desaparecido Colin y Matt de mi campo de vista. Estaba apoyada en la barra, cuando de repente apareció Matt:

-Ali, aquí tienes es de la camarera, me lo ha prestado para ti.- Dijo entregandome un pijama.

-No hace falta enserio.-Dije con modestia.

-Que si mujer, confía en mi no pasa nada.-Respondió sonriente.

-Gracias.-Dije dándole un beso en la mejilla.

La verdad es que era un chico muy dulce Matt, era amable y hostil. Eso me gustaba. Me dirigí por el pasillo hasta llegar a mi dormitorio indicado. Entré sin preguntar ya que era mi dormitorio durante una noche y nadie tenía derecho a entrar sin mi consentimiento a no ser que fuese Matt, el dueño de aquel sitio. Era un dormitorio bastante grande y agradable. Las paredes eran azul marino y el techo de un azul cielo. Había un armario vacío. También una grande y cómoda cama y al lado una pequeña mesita de noche de una madera rojiza con una lámpara encima. Me quite prenda por prenda hasta quede en ropa interior. Cogí el pijama que me había dado Matt, y me lo puse. Era bastante mono, era de color rosa con estampado de ositos panda. Cuando terminé de ponérmelo, me dirgí a la habitación de al lado, supuse que Colin estaría ahí.

Llegué a la puerta y cuando estuve a punto de girar el pomo del dormitorio, me lo pensé mejor y llamé a la puerta. No hubo respuesta, nadie respondió. De pronto, note un cálido aliento sobre mi nuca y un roze en mi espalda:

-¿Que buscas pequeña?- Preguntó Colin detrás mío con una voz ronca y seductora.

- Te busco a ti.- Respondí en un susurro.

La verdad es que, Colin me atraía. Colin, podía ser muchas cosas. Él podía ser dulce, atento, amable,divertido o también, arrogante, posesivo, pesado, intimidante, hasta frívolo si se lo proponía. Pero después de todo, aun así me gustaba. No tenía muy clara las cosas por ahora, pero cada vez veía las cosas con mas claridad.

Colin, no me respondió tan solo empecé a notar su aliento contra mi cuello, y el rozó sus finos labios. Hasta que finalmente inició a dar un recorrido de besos por mi cuello. Con dulzura, con amor. El abrió ágilmente el pomo de su dormitorio sin pensárselo dos veces, mientras no dejaba de besar mi cuello. Rápidamente me volteé para mirarle a los ojos. Dios, este chico me iba a volver loca, mas de lo que estaba ya. Esos ojos prácticamente me enamoraban. Cuando finalmente nuestras miradas se encontraron, un escalofrío recorrió mi cuerpo, haciendo que mi bello se erizase. Lo cogí de la camisa suavemente, arrimandolo mas cerca de mi, si es que eso era posible, claro. Podía notar su respiración irregular y su aliento contra mi boca. Nuestros labios se encontraban a centímetros de encontrarse. Hasta que finalmente, me agarró de la cintura, haciendo que la distancia entre nuestros labios desapareciese. En ese momento, un beso apareció. Sus labios correspondían a los míos, eran suaves y dulces. De pronto dejamos de besarnos para poder respirar, él, con mirada nerviosa se mordió el labio inferior, y yo con una sonrisa pícara, le mordí suavemente el lóbulo de su oreja:

-No te acerques a mí, sí juegas conmigo te quemarás pequeña, y con el fuego no se juega, puede ser peligroso.- Susurró con su voz ronca, acercándose más hacía mí. Mi cuerpo se estremeció y un escalofrío me recorrió toda la piel.

-A veces el peligro es bueno. Y a mi, me da igual quemarme si gano el juego.-Susurré con voz dulce.

- Hace tiempo que ganaste este juego.- Dijo mientras volvía a unir sus labios con los míos.

Nuestros labios se fundian entre si, y el soltó un pequeña risa mientras me mordía el labio suavemente. El beso tubo lugar a un juego de lenguas, que se enrroscaban ágilmente haciendo que quisiese, más.

Colin se dio cuenta de que estábamos en su cuarto aun a oscuras, y torpemente encendió la luz sin separar sus labios ni un instante de los míos. Una cosa llevó a la otra, y los dos ansiabamos más del otro. Mientras yo le desabrochaba la fina camisa que llevaba puesta,su torso estaba trabajado y bien definido, "Que hombre tan sexy." Pensé pícaramente.Él, me tumbo ágilmente sobre el suave colchón. Sin darme cuenta Colin estaba encima mío, apoyado de sus antebrazos para no apoyar todo su peso sobe Emi y así no aplastarme. Seguimos dando nos besos, luego, le revolví el pelo mientras él seguía el recorrido de besos en mi vientre desnudo. Un pequeño gemido se me escapó haciendo que él se exitase más. Finalmente rozó su mano suavemente bajo mi vientre causando ecalofrios por mi piel. Cuando intentó deslizar mi pijama torpemente, es porque estaba nervioso. Era gracioso y tierno a la vez, verlo de esa manera.

De pronto mi mundo se derrumbó cuando me percaté de que aquello era nuevo para mi, mu primera vez. No estaba segura, de si era lo mejor para mi.:

-Colin, yo...-Dije con un hilo de voz.

-Tranquila pequeña, estoy aquí contigo.-Dijo tiernamente.

-Es mi primera vez, tengo miedo Colin.-Lo solté finalmente.

-Ya lo suponía, la verdad es que quiero que se especial igual que para mi. Se que sabes que me he acostado con muchas mujeres a lo largo de mi vida, pero a ninguna le he amado tanto como a ti. Además que, nunca lo he hecho con una virgen, esto es nuevo para mi.- Respondió riéndose.-No tengas miedo, estoy aquí.-Añadió.

-Quiero que seas tu el primero, te quiero.-Dije antes de plantarle un beso voraz.

-Me alegro de oír eso pequeña, te amo.-Susurró en mi oído.

Me aferré a si espalda acercandolo más a mi. Sus boxers estaban pegados a mi, y me ruborizé cuando noté su erección a bajo en mi vientre. Notaba el calor posarse en mis mejillas, Colin me dió un cálido beso en la mejilla, sorprendiendome de nuevo:

-Que tierna estas cuando te sonrojas, eres irresistible pequeña.

Me reí con él, su sonrisa era radiante y su rosa era preciosa y espontánea. Ágilmente me deslizó la parte de arriba mi pijama, mientras yo me desabrochaba nerviosa la parte de arriba del pijama, hasta lograr finalmente quedar en sostén de encaje a juego con el tanga blanco. Nervioso y ansioso por unirse a mi, sacó un preservativo de la nada.

Y en unos instantes, los dos unidos éramos uno, completamente desnudos y entregados el uno al otro. Era el mejor momento de mi vida. Me aferré a él como una niña pequeña, y cuando ya estubó dentro de mí, aluciné. Al principio me dolia, pero fue tan delicado y tierno que lo disfruté. Quería que estuviésemos así para siempre, todo se desvaneció, solo estábamos el y yo, y ninguna maldita distancia entre nuestros dos cuerpos. Todo se desvaneció a su lado, los problemas, las preguntas en mi cabeza.... Solo existíamos él y yo.

Y así fué mi primera vez, la sensación más maravillosa de todas.

Ella de hielo, él de fuego:(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora