CAPITULO#20: Ya no puedes confiar en nadíe(FINAL) PARTE I:

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"Salí rápidamente del rincon dirigiéndome al piso."

Vi unas grandes escaleras metálicas de un color cobrizo, que llevaban al piso. Dejando a los demás atrás, las subí rápidamente. Cuandofinalmente llegué al piso, en frente mío había una gran sala. Estaba un poco oscura, pero unos pequeños rayos de sol entraban desde las vidriosas ventanas, iluminandola.

Parpadeé varías veces, para ver con mayor claridad. Tenía miedo, no sabía por que, ni de que. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Finalmente decidida, dí unos pequeños y silenciosos pasos. Un silencio inmenso se apoderaba de la sala. No era tan malo como parecía, no había nadíe, así que todo bién.

Obserbé mi alrededor, habían dos grandes sillones de un color granate apagado, a juego con tres gigantes estanterías viejas llenas de libros y objetos antiguos.

No había nadíe, así que pensé en investigar. Me averqué a un escritorio de madera robusta que había a mi derecha. Estaba repleto de papeles antiguos y más libros viejos.Y muy olvidados, ya que, algunos tenían polvo y todo."Eggs."Pensé dejando uno sobre la mesa, que tenía un poco.

Seguí "investigando" y vi un cofre. Me era bastante familiar. Era el mismo que, soñe hace unas semanas. Era de un color veix entre grisaceo, acompañado con unos adornos plateados. Un escalofrío hizó que mi bello se erizase, miéntras habría el pequeño cofre. Dentro, había una foto antigua. Era de hace bastantes años, pero se podía apreciar su buen estado. En ella, podía ver a una joven, de ojos castaños como yo, con unas pesadas pestañas y con una sonrisa radiante. A su lado, un hombre varonil con aspecto desaliñado y unos pequeños ojos color miel.

Espera, volví a obserbar la fotografái detenidamente. No podía ser, la joven, llevaba el mismo colgante que llevaba yo en aquel momento. El mismo que había encontrado, en las ruinas d emi casa, después de la desaparición de mis padrastros. 

"Todo iba encajando poco a poco, y lo descubriría sí o sí."

De pronto, entre dos paredes al lado de una de las grandes estanterías, oí una puerta abrirse. Una puerta secreta. Asustada, cerré el cofre y guardé la pequeña fotografía en el bolsillo de mis jeans. De pronto una silueta familiar apareció. Era Colin. Agarrado con unas cadenas en una silla, estaba insconciente y gemía del dolor de la presión de las cadenas en su devil cuerpo. Asustada intenté correr hacía a él, pero antes de dar mis primeros pasos rápidemanete, alguién apareció justo al lado de él, andando a paso ligero. Era el Director, mi padre:

-Hola Ali.-Dijo con una sonrisa maliciosa, enfrente de mí.

-¿Que haces aquí? Desata a Colin ya.-Dije imponente, mirándole fijamente.

-Ali, Ali...-Dijo dando unos pasos de lado, miéntras yo no apartaba la mriada ni un instante.-Debo de admitir, que has llegado lejos, pero ya veo que no eres muy lista.-Añadió.

-¿A que te refieres? ¿Eres mi padre, no? Pues hablemos.-Respondí serena, miéntras le enseñaba la supuesta pagina de su diario.

-No, Ali, las cosas no son así. No soy tu padre.-Dijo serio.

-¿Que? Pero la nota....-Dije con un hilo de voz confundida.

-No soy tu padre, grácias a Dios, por que traes una de problemas....Pero grácias a Matthew, el plan se a llevado acabo.-Dijo con una sonrisa triunfante.

-¿Matt?-Pregunté confusa. Él asintió con la cabeza.-Ahora, lo entiendo todo. Todo era una trampa.-Dije furiosa.

-Sí, por fin te das cuenta. -Dijo mirándome fijamente.-Matt, pusó la nota en uno de los bolsillos de tus jeans.-Añadió.

-¿Que és lo que quieres de mi?-Pregunté alejándome de él.

No podía asimilar todo lo que estaba pasando, mi cabeza iba a estallar en cualquier momento. Y en ese mismo instante, Colin agitado intentó abrir los ojos para ver con más claridad. Finalment con los ojos entrecerrados, intentó quemar las cadenas. Pero eran de hierro y dificilmente se derritirían. El Director, se le acercó intimidante y después habló:

-¿Que, que quiero? Quiero que me des ese colgante, sino, mato al chico.

-V...Vale, ¿Quieres el colgante? Aquí lo tienes, pero sueltale a él.-Dije tartamudeando miéntras le entregaba despacio el colgante.

No sabía que hacer, ¿Para que quería el colgante? ¿Tenía algo de especial?¿Porque era el mismo que el que llevaba la joven de la foto? Necesitaba respuestas a mis preguntas, pero eran demasiadas preguntas sin ninguna respuesta.

Ella de hielo, él de fuego:(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora