Error↪️ChanBaek

Capítulo 9.

—Eres gilipollas —suspiró JongDae, sin dedicarle ni una mirada.

—Pensé que ibas a darme un poco de apoyo moral —frunció el ceño bastante descontento—. Te lo cuento porque confío en ti, JongDae.

—Y me parece genial que confíes en mí. Pero ese no es el punto —elevó sus cejas, apretando sus labios y viéndose demasiado serio—. No eres conveniente para Baek, lo sabes, diablos. Le has hecho la vida imposible los últimos años y no puedes ir de caprichoso ahora, apartándole de SeHun.
—Pero me gusta. Y no hice aquello adrede —rebatió con fuerza y molestia.
—¡Me da igual, ChanYeol, me da igual! Él tiene su vida hecha, no la cagues ahora. Si quieres su bien debes de parar con toda esta mierda. Lo estás confundiendo y no sabes qué puede pasar después de tu capricho.

ChanYeol apartó la mirada, elevando la lata de cerveza y llevándola a los labios para un trago.

Había pensado que sería buena idea hablar con JongDae, contarle sus progresos con BaekHyun e incluso conseguir algún consejo. Pero ahí estaba su amigo, diciéndole lo hijo de puta que estaba siendo y él quejándose, porque no quería aceptar en voz alta que JongDae tenía toda la jodida razón.

—¿Y qué tengo qué hacer?

JongDae lo miró de soslayo, chistando con la lengua.

—Olvídalo. Está pillado por otro y tú lo estás confundiendo.

—Lo dices como si fuera fácil —murmuró y le lanzó una mirada vacía—. Ojalá te aplicaras tus propios consejos, colega.

—No juegues a esta mierda conmigo —pidió de manera sombría.

—¿Por qué, colega? —preguntó burlón, con malicia— Estás colgado por MinSeok, que pasa de tu culo y sigues siendo su jodido perrito faldero.

—¡No soy su perro!

—¿Seguro? —elevó una ceja y su expresión se puso seria— Creo recordarte siendo un pesado con él, siguiéndolo a todos lados y molestando. Hyung debe de estar ha---

Fue rápido y certero, el puño de JongDae se había estampado en la mandíbula de ChanYeol. El chico fue silenciado, esperando algunos segundos para darle con su brazo enyesado por debajo de la barbilla.

—¡Chicos, Jesucristo, parad!

HeeChul no permitió ni un golpe más cuando los vio a los dos completamente fuera de sí, levantándose de los taburetes para continuar aquella absurda pelea. Se colocó en medio de ambos, con mirada entre preocupada y enojada.

—Se acabaron los tragos por hoy. Iros a vuestras casas y descansad, mañana hay clase —dijo con voz dura, siendo como un padre molesto o algo así.

—Lo que sea.

ChanYeol recogió su mochila y salió sin esperar a JongDae, pero fuera del club se detuvo y gruñó frustrado, revolviendo su pelo. Estaba tan cansado de todo. Cuando parecía que algo empezaba a irle bien, tenía que llegar alguien que abriera sus jodidos ojos y le mostrase que no estaba bien.

—Anda, gilipollas, los dos estamos en la puta mierda, pero al menos podemos compartir nuestro dolor, ¿no? —JongDae apareció, mucho más calmado y palmeando el hombro de ChanYeol.