Poco a poco los recuerdos acuden a mi y voy recuperando la consciencia. La resistencia que con anterioridad aprisionaba a mis músculos ha desaparecido y estos vuelven a tener la fuerza que de costumbre, por lo que poseo plena libertad de movimiento.
Ladeo la cabeza hacia el lado opuesto de la almohada y siento el frescor que transmite esta y el aroma que desprende, el cual me es desconocido. Abro los ojos y todo cuanto me rodea está borroso, así que pestañeo un par de veces para hacer desaparecer esta sensación. Mi visión se aclara y descubro que me hallo acostada sobre una cama de sábanas blancas, la cual se encuentra en el centro de una habitación de paredes marrones, adornadas con cuadros de la ciudad de Glasgow en tiempos pasados. En la lejanía hay un cristal que separa el dormitorio del servicio, el cual contiene una bañera blanca en el centro, siendo iluminada por los rayos de sol que penetran a través de la ventana que hay en un lateral de la estancia. En el extremo opuesto hay un lavabo, sobre el que descansa un espejo.Me incorporo sobresaltada al no reconocer el lugar en el que me hallo y abandono la cama de un salto. Camino descalza hacia una ventana que está cubierta con una cortina blanca y la descorro para poder ver más allá de ella. La luz del sol me ilumina el rostro y me ciega durante unos segundos. Cuando consigo acostumbrar mis pupilas a ella, descubro que la casa en la que estoy se encuentra en un bosque formado por árboles de hoja perenne. La arboleda es tan extensa y abundante que impide ver los lugares que se esconden en la lejanía.
La puerta de la habitación se abre y yo me doy media vuelta, corriendo al mismo tiempo la cortina. Bajo el marco aparece una figura de un chico con camiseta azul marino y vaqueros negros. Su cabello color azabache contrasta con su piel resistente y cetrina y con el tono verde claro de sus enormes ojos poblados de pestañas.
-Buenos días.
-¿Te presentas aquí y me saludas después de haberme secuestrado?
-Yo no lo llamaría secuestro sino tomar prestado.
Cruzo la estancia con dos zancadas y cuando hago ademán de salir por la puerta, el vampiro se interpone en mi camino, cortándome el paso. Intento escabullirme por los pequeños huecos libres que quedan entre sus brazos y sus piernas pero él, al ser más veloz, reacciona a tiempo, acabando con toda posibilidad de que pueda salir.
-Quiero irme a casa- su cuerpo permanece inmóvil, de forma que decido empujar su torso con todas mis fuerzas para apartarle de la salida. Aún así, mantiene su postura, así que me veo en la obligación de golpear con fuerza su pecho. Ésta vez reacciona protegiéndose el cuerpo con ambas manos, así que cuando intento hacerle daño, solo consigo toparme con sus palmas-. ¡Déjame salir!
-No- dice con firmeza.
-No sé que es lo que quieres de mí pero no lo vas a conseguir.
-Yo no estaría tan seguro.
Dejo ver una expresión de desconcierto.
-Verás, estoy planeando desenterrar el cuerpo de Anabelle para traerle de nuevo a la vida.
-No puedes hacerlo, nos pondrás en riesgo a todos.
-Regla número uno, busco mi propio beneficio y ni siquiera hacen faltan más reglas.
-¿Qué papel juego en todo esto?
Elían se cruza de brazos y deja caer su peso sobre un escritorio de color caoba. Antes de responderme, me escruta con la mirada.
-Vas a venir conmigo, así me aseguraré de que los cazadores no metan sus narices donde no les llaman.
-No lo haré. Tendrás que obligarme.
-Lo haré, si es necesario- dice con frialdad.
Elían se marcha, dejando la puerta del dormitorio abierta, así que aprovecho y salgo por ella en cuanto estoy segura de que no me acecha. Desemboco en un pasillo que se encuentra a una elevada altura y tiene forma de puente, pues es estrecho y tiene barrotes a cada lado para impedir la caída. Me sitúo al borde de la baranda y echo un vistazo a la planta baja. Desde mi posición puedo visualizar un extenso salón con sofás negros y enfrentados a una mesa de madera sobre la que hay una pila de libros y una jarra de cristal de whisky. Las paredes están en su mayoría cubierta por espaciosas estanterías, repletas de ejemplares de aspecto antiguo.
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Cazadores Nocturnos 1: El Resurgir #SoupAwards #PecesAzules #BooksAwards2017
FantasyAriana Greenberg era una adolescente corriente hasta que se produjo un trágico incidente que cambió su vida para siempre. Con el tiempo descubre que pertenece a una familia de cazadores que se encarga de combatir a los seres nocturnos que suponen un...