Los rayos de sol penetran a través de la ventana e inciden directamente en mis párpados. Por suerte, no me afectan pues hace una hora que estoy despierta debido al sonido que hizo la puerta de casa al cerrarse tras llegar mi padre de una de sus partidas nocturnas. Durante esa hora he estado recordando el día de ayer que incluye en sí la felicidad que sintió Sam al volver a exponerse al sol, las risas con Abby con respecto a las ocurrencias de Cormac, la visita de Gideon Sallow, la primera vez que el vampiro bebió mi sangre... Es este último aspecto el que más me come la cabeza, pues no sé si va a traer consecuencias negativas de ahora en adelante. Quizá mi acto le invite a probar nuevamente la sangre humana y con ello a depender de ella. Sólo espero que todo quede en un simple pensamiento y no se convierta en una realidad.
Tomo asiento en el borde de la cama y me desperezo. Luego, me pongo en pie y me dirijo al armario, lo abro de par en par y extraigo una blusa celeste de mangas largas, un pantalón corto vaquero de color negro, unas medias de un tono carne y unas vans negras. En primer lugar sustituyo mi camiseta del pijama por la blusa y luego procedor a hacer lo mismo con la parte inferior y los pantalones vaqueros. Por último tomo asiento en la cama nuevamente, me pongo las vans y me ato los cordones.
Esta vez dirijo mis pasos hacia el servicio, lugar en el que me encierro por un período de cinco minutos, los cuales aprovecho para situarme frente al espejo, peinarme hasta el punto de dejar mi pelo electrizado y cepillarme los dientes, el cual tras acabar dejo en el interior de un vaso de cristal en un extremo del lavabo.
Abandono el servicio, incorporándome nuevamente a la estancia contigua y me encamino hacia el escritorio, el cual posee una silla sobre la que descansa mi mochila. Me hago con ella y la abro de par en par e introduzco en su interior los libros correspondientes a las asignaturas que debo dar hoy. Finalmente me acomodo el asa en el hombro y salgo de la habitación, adentrándome en un pequeño pasillo que conduce hacia la cima de la escalera. Bajo de dos en dos los peldaños y una vez alcanzo la planta inferior tuerzo hacia la derecha y camino todo recto hasta dar con la cocina, lugar en el que se encuentra mi padre tomando su rutinaria taza de café y leyendo el periódico.
-¿Qué tal la partida de anoche?
-No muy bien. Descubrimos a la orilla de un río un cadáver de una joven. Estaba desagrandada, así que puedes hacerte una idea de quienes fueron los culpables.
-Vampiros- musito en un tono bajo.
-El problema es que desconocemos quienes son y sobre todo si se mueven en clanes. Lamento tener que hacerte esta pregunta pero, ¿crees que Sam podría haber sido?
Niego con la cabeza.
-Sam se está alimentando de animales.
-En ese caso, supongo que debemos seguir indagando.
Me doy media vuelta y cuando llevo avanzando dos pasos caigo en la cuenta de algo que me hace voltear y enfrentarme de nuevo a mi padre.
-Hace poco fui al hospital con Jonathan para averiguar quienes robaban las bolsas de sangre y descubrimos a dos vampiros, uno de ellos se llamaba Peter y el otro Will. Ambos coincidían que hacían todo aquello porque iban a ser recompensados por Kai.
-¿Kai?
-No sé quien es pero apuesto a que es una pista importante.
-Sí, de eso no cabe ninguna duda- cambia el rumbo de su mirada hacia la taza que sostiene y enarca ambas cejas-. Continuaré indagando con tal de obtener más información acerca de él.
Asiento un par de veces.
-Tengo que irme a clase. Nos vemos luego, papá- deposito un beso en su mejilla y él me corresponde colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
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Cazadores Nocturnos 1: El Resurgir #SoupAwards #PecesAzules #BooksAwards2017
FantasyAriana Greenberg era una adolescente corriente hasta que se produjo un trágico incidente que cambió su vida para siempre. Con el tiempo descubre que pertenece a una familia de cazadores que se encarga de combatir a los seres nocturnos que suponen un...