CAPÍTULO 9: COMIDA FAMILIAR

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N/A: Penúltimo capítulo de esta primera parte... Parte 1 de 3 a punto de acabar... La segunda es más corta...

CAPÍTULO 9: COMIDA FAMILIAR

Al día siguiente, Blaine y Sam fueron al restaurante en el que habían quedado con los Anderson para comer. El moreno estaba muy nervioso y su novio intentaba tranquilizarlo. Por más que el rubio se imaginaba cosas, no podía creer que fuera tan malo como para estar así.

Entraron y se encontraron a los tres esperándolos, por lo que se dirigieron a la mesa. Blaine presentó a su familia al chico que le había robado el corazón y después se sentaron. Los nervios del joven disminuyeron cuando comprobó que su familia estaba comportándose de manera tranquila. Estaban preguntando a Evans por su vida.

–¿Y qué tal en los estudios? –El señor Anderson se interesó.

–Me cuesta mucho porque soy disléxico, pero estoy aprobando, por lo que mis padres están orgullosos. Saben que para sacar esas notas tengo que esforzarme mucho.

–Dislexia... Eso es que desordenáis las letras al leer, ¿verdad? –La mujer quiso saber.

–Así es, señora Anderson. Cuando leo una palabra, veo las letras desordenadas. Por eso me cuesta mucho estudiar. –El rubio aclaró.

–Supongo que el instituto te ayudará. No sé... Tal vez un especialista o algo. –James realmente creía que ese chico merecía una oportunidad.

–Es un instituto público y no se preocupan mucho. Tengo asumido que no iré a la universidad... –El joven se encogió de hombros.

–Pero tienes muchos talentos. –Blaine intervino, sintiendo la necesidad de mostrar que, aunque su novio no fuera académicamente brillante, era un gran artista. –Toca la guitarra y la armónica muy bien, tiene una voz hermosa, compone canciones preciosas y es un gran dibujante.

–Claro. No todo el mundo puede ir a la universidad. Sin embargo, puede encontrar algo para lo que sea bueno y tener mucho éxito. Hay muchas profesiones para las que no se necesita tener muy buenas notas. –Pam sonrió.

–Has dicho que estás aprobando... No cierres esa puerta tan pronto. Puedes mantener esas notas y luego ir a la universidad. Puede que no sea de la Ivy League, pero no infravalores tu esfuerzo. Seguro que hay alguna que estaría encantada de enseñarte una profesión. –James lo animó.

–Deja al pobre chico, no creo que lo que más le apetezca ahora es hablar de sus notas con los padres de su novio. –Cooper intervino y vio a su hermano que susurraba un "gracias".

Después de eso, la conversación fue muy tranquila y hasta Blaine se relajó. Parecía que su familia había cambiado, o tal vez siempre había sido así y él siempre había estado a la defensiva.

Después, los dos adolescentes se fueron a dar un paseo.

–Espero que mi familia no te haya hecho pasar un mal rato. Se han portado mejor de lo que esperaba. –Blaine reconoció.

–Han sido muy amables y me han dado cosas en las que pensar. Parecían sinceros cuando han dicho que puedo ir a la universidad si me esfuerzo. –Sam comentó.

–Lo son... Y no porque piensen que todos tengan que ir a la Universidad... Cooper la abandonó a los seis meses y ellos lo apoyaron... Aunque intentaron que no lo hiciera, querían que tuviera un "plan b" si la actuación no le salía bien. –El moreno explicó.

–Debo reconocer que me esperaba algo peor después de lo que me habías dicho... –El rubio sonrió, estaba bromeando.

–Sinceramente, creo que la charla de ayer ayudó un poco... Tenías razón, debía darles una oportunidad... Creo que las cosas en mi familia van a mejorar y todo gracias a ti. No sé cómo voy a poder agradecértelo. –El más bajo sonrió hacia su novio.

–No hay nada que agradecer.

A pesar de eso, Anderson decidió darle un beso. Era todo lo que podía hacer para darle las gracias por acercarlo a su familia.

Dos días después, fue el turno de los abuelos de Sam de invitar a los chicos a comer. El rubio estaba nervioso porque pensaba que era diferente aceptar que su nieto se sintiera atraído por un chico a verlo con sus propios ojos. Como el día en el que él conoció a los Anderson, Blaine y él pasaron la mañana en la piscina.

Esa vez era el moreno el que intentaba tranquilizarlo. La naturalidad con que su familia había aceptado su relación le había dado nuevas esperanzas de poder ser feliz. Por eso estaba deseando que su novio también sintiera esa sensación.

–Ellos son Catherine y Paul, mis abuelos. Él es Blaine. –Sam los presentó.

–Buenas tardes, señores Roberts. –El moreno saludó educadamente cuando llegaron a la casa de los mayores.

–Buenas tardes, cariño. Puedes llamarme Kate, no es necesario que seas tan formal. Eres el novio de nuestro nieto... He preparado pastel de verduras, es mi especialidad. Espero que te guste. –La mujer dijo mientras indicaba el camino al invitado.

–Y a mí llámame Paul. Como mi mujer ha dicho, estamos en familia. –El abuelo añadió.

–Gracias... –Anderson estaba contento por ese recibimiento y después se volvió para mirar directamente a la anfitriona. –Estoy seguro de que el pastel está delicioso.

Se sentaron a la mesa y la mujer sirvió un trozo de pastel para cada uno. La conversación comenzó ligera, con los adultos intentando conocer al adolescente que le había robado el corazón a su nieto.

–¿Qué tal las clases de guitarra? –Paul se interesó.

–Genial, Sam es un gran profesor. Muchas gracias por dejarle la guitarra, está siendo de mucha ayuda. –Anderson sonrió.

–Me alegra que esté siendo de ayuda. ¿Te gusta la música tanto como a mi nieto? –El mayor quiso saber.

–Me encanta. Quiero ser actor de Broadway cuando sea mayor. –Blaine reconoció, esperando que no lo juzgaran por sus sueños.

–Nunca he estado en Broadway. –Kate confesó.

–Yo tampoco, pero me encantaría ir. –El moreno añadió.

Después de eso, siguieron hablando y disfrutando de la deliciosa comida que la abuela había preparado. Para alivio de Sam, sus abuelos fueron amables, cariñosos y se mostraron interesados por la vida del novio de su nieto.

Al final, por mucho miedo que habían tenido los adolescentes, habían conseguido pasar ese momento complicado. Sus familias adoraban a la persona que habían elegido para estar a su lado. Era cierto que esa relación tenía fecha de caducidad, pero ellos preferían no pensar en eso. Tenían que confiar, que pensar en que cuando dos personas tienen la conexión que tienen ellos, encuentran la manera de estar juntos.

SOUL MATES (Blam - boyxboy)Where stories live. Discover now