CAPÍTULO 18: CAMBIOS

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N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Creo que quedan dos capítulos...

CAPÍTULO 18: CAMBIOS

Sam llamó al timbre y esperó a que le abrieran. Era la primera vez que estaba ahí, pero en esos momentos era en lo último en lo que pensaba. Sebastian lo había llamado para contarle que Blaine estaba llorando desconsoladamente y él no sabía qué hacer para consolarlo.

Eso había sido todo lo que había necesitado para dejarlo todo y correr hasta allí, la dirección que Smythe le había dado, el lugar donde los dos hermanastros vivían. A pesar de todo, no estaba seguro de lo qué iba a ver o de cómo iba a consolar al que había sido el amor de su adolescencia.

Cuando la puerta se abrió, le costó un poco reconocer al castaño. Hacía mucho tiempo que no lo veía, desde que se encontraron en los nacionales.

–¿Dónde está? –El rubio preguntó.

–Sígueme. –El abogado pidió y los dos entraron en el apartamento.

Blaine sintió que la puerta de su habitación se abría. Suponía que era Sebastian, que volvía de ver quién había llamado al timbre. No le apetecía moverse, no tenía motivo para dejar de llorar.

Sintió como el colchón se hundía a su lado, señal inequívoca de que alguien se había sentado y no dudó en ningún momento que era su hermanastro. Por eso ni se inmutó cuando notó una mano acariciándole la espalda.

–Blaine. –El recién llegado susurró, haciendo que el otro se incorporara rápidamente. Había reconocido la voz, siempre deseaba escucharla y había sido muy habitual en sus sueños, sobre todo desde que se habían reencontrado.

–¿Sam? ¿Qué haces aquí? –El moreno quiso saber mientras miraba esos ojos verdes que seguían acelerando su corazón.

–Sebastian me ha llamado porque estaba preocupado. –El pintor limpió las lágrimas del otro. –¿Quieres hablar de lo que ha pasado?

–Ya no podía más, no podía seguir fingiendo que amo a alguien que nunca ha tenido mi corazón. –El actor volvió a llorar. –Tú te lo quedaste aquel verano y no me lo devolviste. Pero estás casado y no podemos estar juntos, pero tampoco puedo estar con Kurt porque no puedo más, pero tampoco quiero estar solo y...

–Blaine, respira. Te estás agobiando sin necesidad. Lo más importante ahora es que te tranquilices. Creo que debemos hablar, pero lo más importante ahora es que dejes de llorar. Somos adultos y podemos encontrar una solución a nuestro problema... –Evans intentó razonar.

–¿Qué solución? –Anderson lo miró intrigado.

–Yo también perdí mi corazón ese verano y lo tienes tú, lo sabes. –Sam se acercó tanto que sus labios sólo estaban separados por escasos centímetros.

–No eres una persona que sea infiel, tienes un gran corazón. –Blaine susurró muy nervioso. No deseaba nada más que eliminar esa distancia y besar esos labios, pero sabía que no debía.

–Me conoces muy bien, pero... ¿No lo he sido ya? ¿No estoy haciéndonos daño a todos siguiendo con ella a pesar de que no la amo? –El rubio preguntó.

–El bebé...

–Encontraremos una solución... Siempre pensamos que el que no estuviéramos juntos era culpa del destino, pero si somos sinceros, ahora no es así. El mismo día que nos volvimos a ver, pudimos estar juntos sin impedimentos, pero hemos sido nosotros los cobardes...

–No quería hacerte daño. Eres el que más tienes que perder. –El moreno agarró con fuerza la mano del otro.

–Ese bebé será mi hijo, esté o no con Quinn. Tenemos que buscar la felicidad y no quiero que, en unos años, le guarde algún tipo de rencor a mi hijo porque sea el culpable de que haya perdido la oportunidad de ser feliz.

–¿Y si no es tu hijo? –El actor recordó que había algo que le quería contar. Hasta ese momento ni le había pasado por la cabeza decírselo. Sin embargo, Sabiendo que voluntariamente quería dejar a su esposa, creía que era mejor que lo supiera por si eso facilitaba el divorcio.

–¿Qué quieres decir? –El rubio lo miró intrigado.

–Verás... –Anderson se sinceró y le contó todo lo que había visto y escuchado. Se dio cuenta que el otro estaba dolido, pero más que nada por la traición. Después de eso, no dijeron nada. Los dos se tumbaron en la cama, mirando al techo, en silencio, pensando, aclarando sus sentimientos y planeando un futuro que, esperaban, les deparara muchos momentos felices juntos.

Para cuando Sam y Blaine decidieron levantarse para cenar, Sebastian ya había pedido comida china y no podía faltar mucho para que llegara, por lo que fueron al salón para esperar. Al entrar, el rubio se fijó en algo que hasta ese momento no había llamado su atención.

–¿Dónde conseguiste ese cuadro?

–¿Realmente pensabas que me perdería tu primera exposición? –El moreno sonrió con cariño.

–No te vi. –El pintor se sorprendió.

–Te evité porque no estaba preparado para verte y volver a decirte adiós. Además, Kurt y yo habíamos vuelto y parte de mí se sentía culpable sólo con estar ahí. –El actor explicó.

–Fue el primer cuadro que vendí... Bueno, algunos conocidos me habían comprado alguno, pero era la primera vez que alguien que no me conocía compraba una de mis obras... Aunque, ahora que sé quién lo compró, no es del todo cierto... Lo pinté pensando en ti. –Evans reconoció.

–¿En serio? –El abogado preguntó en voz alta, por mucho que quería dejar que hablaran a solas de eso, no podía evitar su curiosidad. –Es un paisaje otoñal... Bonito, pero un paisaje.

–¿Qué tonos predominan? –Sam preguntó casi desafiante.

–Marrón, amarillo... –El castaño comenzó a enumerar, pero paró porque el otro estaba negando.

–Ocre, avellana, ámbar, un ligero toque de verde... Mira los ojos de tu hermanastro. –El rubio sonrió mientras Anderson se sonrojaba.

–Sutil, pero cierto. –Smythe estaba encantado con la respuesta porque eso mostraba que el amor que había entre ellos era muy real.

–¿Te vas a ir después de cenar? –Anderson quiso saber.

–No. He llamado a Quinn antes de venir y le he dicho que un amigo me necesita y que no sabía cuándo iba a volver, que incluso podía pasar la noche fuera si lo necesitaba. Ella se ha mostrado comprensiva y me ha dicho que no me preocupe... Supongo que habrá visto una oportunidad para estar con su amante. –El pintor se encogió de hombros.

–¿Se lo has contado? –Sebastian miró a su hermanastro sorprendido.

–Él ya había tomado una decisión, por lo que no tenía motivos para seguir ocultándoselo. –Blaine respondió.

–¿Eso significa que os vais a dar una oportunidad? –El castaño los miró esperanzado.

–Eso significa que, después de tantos años, por fin podemos estar juntos... Pero antes, tengo que romper mi relación con Quinn. Ninguno de los dos se merece que les haga daño.

SOUL MATES (Blam - boyxboy)Where stories live. Discover now