N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Este capítulo es una conversación, por lo que hay mucho guión y poca descripción. No me gusta hacer este tipo de capítulos, pero así es como ha salido... Queda poco para el final de la historia... Uno o dos capítulos... Espero que os guste...
CAPÍTULO 19: LA RUPTURA
Sam llegó muy tarde a su casa. No había encontrado el momento de abandonar a Blaine para enfrentar a su mujer. Sabía que ella no estaría contenta, pero no quería esperar a otro día. No tenía ningún plan, aunque Sebastian y Anderson le habían dicho que podía quedarse con ellos, él prefería esperar para convivir con el amor de su vida.
Quinn estaba en la mesa, rodeada de papeles. No era la primera vez que se llevaba trabajo a casa. Se preguntaba si lo hacía porque, con el tiempo que pasaba con su amante, no le daba tiempo a terminar. Sin embargo, no le dolía, era una muestra más de que no estaba enamorado y que debía terminar con esa mentira.
–¿Podemos hablar? –El hombre quiso saber.
–Lo siento, cariño, pero tengo que leer estos papeles porque tengo una reunión a primera hora.
–No puede esperar, es algo que tenemos que hablar ahora. –El marido explicó de manera firme. No iba a retrasar ese momento.
–Está bien. –Ella respondió molesta mientras dejaba los papeles a su lado. Él se sentó, dejando un espacio entre ellos. –¿Qué tal tu amigo?
–Triste... –Sam se dio cuenta que era una oportunidad única. ¿Hasta qué punto iba a mentirle su esposa? Por eso, decidió mentir. –Ha descubierto que su novio es infiel y está pasando por un mal momento. No se lo esperaba.
–Es un poco ingenuo, ¿no crees? Los gays son promiscuos por naturaleza, era cuestión de tiempo que uno de los dos lo hiciera. –Quinn se encogió de hombros.
–¿Realmente crees eso? –Él la miró.
–Por supuesto... ¿Conoces algún gay que sea fiel? –Ella cuestionó.
–Sí... Y te recuerdo que soy bisexual...
–¿Aún sigues con eso? –La mujer lo miró casi con asco. –Estás casado con una mujer y estás esperando un hijo, no eres gay. Esa sensación es culpa de aquel impresentable que te convenció para que te enredaras con él en aquellas vacaciones.
–No era ningún impresentable... No le llegas ni a la suela de los zapatos. –El marido no pudo aguantar. No iba a consentir que le faltara el respeto a Blaine de esa manera.
–¿En serio? ¿Dónde ha estado él durante todos estos años? Seguro que ha estado con muchos hombres, haciéndoles lo mismo que te hizo a ti.
–¡Suficiente! No puedes juzgar a alguien que ni siquiera conoces. –Sam estaba indignado.
–¿Eso crees? –Ella estaba enfadada.
–¿Cuándo has dejado de amarme? –El hombre preguntó, cambiando de tema de repente, pero sabiendo que no llegarían jamás a un acuerdo porque siempre había sido un tema delicado para ellos.
–¿A qué viene eso ahora? ¡Sabes que te quiero! ¡Eres tú el que está hablando de irse con otro! –La mujer casi gritó.
–¿En serio? ¿Me quieres decir que ningún cliente te ha visto acostándose con alguien en el banco? –Él la retó.
–¿Qué? –La esposa estaba pálida, no esperaba que el otro se enterara de eso.
–Es curioso... Bueno, tal vez sea habitual que los clientes te vean haciendo cosas que no deberías... Pero fue Blaine, con el que era su prometido, el que te vio con tu amante. –El hombre sonrió porque sabía que la otra no tenía nada que decir.
–No puede ser...
–Sólo dime una cosa... ¿El bebé es mío? –Sam preguntó, en ese momento, era lo único que le importaba.
–No lo sé. –Quinn suspiró derrotada. Sabía que no debía mentir porque, dijera lo que dijese, después de eso él solicitaría una prueba de paternidad y no tenía claro que saliera positiva.
–Mañana mientras estés en el trabajo, recogeré mis cosas. Esta noche duermo en la habitación de invitados. –El marido explicó.
–¿Dónde vas a ir? ¿Vas a vivir con ese marica? –Ella intentó evitar que la abandonara.
–No me gusta que lo llames marica... Y no, no voy a vivir con él. Es demasiado pronto, queremos hacer las cosas bien. Supongo que me iré a un hotel o algo así hasta que encuentre un apartamento para mí. –Él explicó.
–¿En serio? ¿Queréis hacer las cosas bien? –La mujer se repuso, sabía que tenía que hacer un último intento para no perder a su marido. Sabía que su amante no iba a dejar a su esposa para estar con él. No lo había hecho por ninguna de sus amantes y ella no se engañaba. Mentiría si dijera que deseaba que lo hiciera, pero era realista.
–Sí. Aunque te cueste creerlo, entre nosotros hay una conexión especial... –Sam intentó explicar, pero la otra lo interrumpió.
–No tenéis ninguna conexión. Había una conexión entre dos adolescentes con las hormonas revolucionadas que necesitaban sexo y se lo dieron. Como estoy embarazada y no tenemos sexo, tienes necesidades que ese marica está satisfaciendo... Pero cuando la lujuria acabe, te quedarás solo y no podrás volver conmigo.
–Hay tantas mentiras en tu discurso... Tenemos una conexión que jamás entenderás. Por otro lado, cuando nos conocimos, tardamos mucho en tener sexo... Y fui su primera vez. Además, estar embarazada sólo te ha afectado en el sexo conmigo. Estabas embarazada cuando Blaine te pilló con tu amante... No me he acostado con él desde que tenía dieciocho años...
–¡Te acostaste con él en los Nacionales! –Ella gritó. Recordaba muy bien cuándo su marido había visto al amor de su vida por última vez... Aunque ella no reconociera que lo que sentían era amor.
–Sí. –Él nunca lo había reconocido.
–¡Me fuiste infiel! –Ella reclamó.
–¿Qué? ¡Fuiste tú la que estuvo meses con Finn y conmigo! Cuando te descubrimos, dijiste que necesitabas tiempo para pensar y nosotros lo respetamos... Yo era soltero, podía hacer lo que quisiera. No voy a discutir más, me voy a la habitación de invitados, quiero descansar porque mañana será un día largo para mí.
Sam subió por las escaleras realmente enfadado. Necesitaba hablar con Blaine, por lo que decidió llamarlo. No era que creyese algo de lo que había dicho su mujer. Necesitaba escuchar la voz de su amado. Después de unos minutos, llegó el momento de pronunciar la palabra que había evitado en voz alta.
–Supongo que necesitaré un abogado que me lleve el divorcio. –El rubio comentó.
–Sebastian podrá aconsejarte. –El moreno respondió.
–¿Sobre qué? –Evans pudo escuchar la voz del hermanastro de su amado al otro lado.
–A encontrar un abogado. –El actor explicó.
–Yo personalmente llevaré ese divorcio. No confío en nadie... Y ella podrá pagar uno bueno. –Smythe se encogió de hombros. Cualquier cosa para ayudar a Blaine.
–Ya sólo queda que encuentre un buen apartamento. –Evans suspiró.
–Lo conseguiremos... No te preocupes.
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SOUL MATES (Blam - boyxboy)
FanfictionCuando dos personas están predestinadas a estar juntas, las dificultades sólo consiguen demostrar la fortaleza de su amor. Sam y Blaine están predestinados a estar juntos, pero las circunstancias que los rodean pondrán a prueba sus verdaderos sentim...