SOUL MATES (Blam - boyxboy)

CAPÍTULO 5: CONFESIONES

CAPÍTULO 5: CONFESIONES

Al final, Blaine y Sam decidieron no ir al concierto porque estaban cansados. En vez de eso, fueron a la playa cercana al resort. Se quitaron las camisetas para quedarse en sus trajes de baño, que todavía llevaban porque no se habían cambiado tras su rato en la piscina esa tarde. No les importaba que la arena se pegara a sus pieles, sólo se limitaban a mirar las estrellas, mientras seguían hablando de sus vidas y sus gustos. Estaban tan cerca que al mínimo movimiento sus brazos se rozaban, aunque a ninguno de ellos les importaba.

–¿Te has sentido atraído alguna vez por una chica? –El rubio preguntó con curiosidad.

–Realmente no... Aunque al principio me obligaba a creer que sí me atraían... –El moreno confesó. Muy pocas personas (su mejor amigo Jeff y en quien más confiaba, Wes) sabían por lo que había pasado hasta que asumió que era gay... Y por lo que había pasado al principio de curso en el Westerville High. Por suerte, se había trasladado en enero y había vuelto a ser él mismo, de lo contrario, no habría sido capaz de ser tan abierto con su nuevo amigo.

–Supongo que no soy tu primer amigo heterosexual... ¿Sabes si ellos se han sentido atraídos por hombres? –El chico de Nashville no apartó la mirada del cielo, temeroso de la respuesta.

–No me han dicho nada y supongo que de ser así habrían hablado conmigo, por lo que creo que no... ¿Tú te has sentido atraído por hombres? –Los ojos color avellana buscaron los verdes, pero éstos lo evitaban completamente. Tenía la sospecha de que ese tema no había sido elegido al azar y, sin darse cuenta, su corazón albergaba la esperanza de poder ser correspondido y experimentar sensaciones nuevas sin sentirse culpable. Pero para eso, primero debía conseguir que el otro le confesara como se sentía.

–Sí... ¿Crees que soy gay? –Evans lo miró por primera vez, deseoso de saber la opinión del otro.

–No creo que seas gay... La sexualidad no es algo blanco o negro...

–No entiendo...

–No puedes decir que si te sientes atraído por hombres eres gay. Existe la bisexualidad o la demisexualidad... Incluso puede que esas no sean las etiquetas correctas y simplemente aprecies la belleza o sea una sola persona en concreto... Lo único que sé es que para sentirte atraído o amar, no se necesitan etiquetas... Sólo tienes que ser sincero contigo mismo y todo irá bien. –Era el mejor consejo que se le ocurría.

–No ha sido sólo una persona, así que eso lo podemos descartar. –Evans confesó.

–Tampoco tenemos que definirlo ahora. Lo he dicho en serio, no necesitas etiquetas. Sé sincero contigo mismo y si estás con alguien, sé sincero con lo que sientes hacia esa persona. Es todo lo que necesitas para poder vivir tu sexualidad. Las etiquetas no eligen de quién te enamoras o quién te atrae sexualmente, lo elige tu corazón o tu cuerpo y tú no tienes ningún control sobre ello. Deja que tu corazón te guíe hacia lo que realmente quieras sin ponerle barreras. –Anderson intentó decirle a su amigo todo lo que le habría gustado que le dijeran a él cuando estaba confundido con sus sentimientos, mucho antes de que varios compañeros le golpearan a la salida de un baile de instituto porque había ido acompañado por otro chico.

–Gracias, no sabía a quién confiarle todas mis dudas. –Sam sonrió, lo que alivió al otro.

–Yo pasé por muchos momentos de confusión antes de entender que soy gay. Puedes contarme lo que sientas en cada momento, intentaré ayudarte de la mejor manera que pueda. –Blaine prometió.

–¿Has estado enamorado? –El rubio quiso cambiar de tema, quería saber todo del otro. No sabía por qué, pero se sentía enfermo ante la posibilidad de que hubiera alguien que tuviera el corazón de su recién estrenado amigo.

–Yo no... Es difícil conocer a alguien con el que tenga la oportunidad de poder sentir algo tan intenso, vivo en un estado muy conservador y no conozco a nadie gay ¿Y tú? –El moreno confesó.

–Los sentimientos no se controlan, puedes enamorarte de alguien que no sea gay. –Por primera vez, los ojos verdes buscaron los avellana y sonrió al ver que su amigo estaba sonrojado. –Sí te has enamorado.

–No exactamente enamorado... Pero sí he sentido algo por personas que no debería. –El joven de Ohio confesó.

–Eso no es malo. No controlamos de quién nos sentimos atraídos... ¿Cómo fue tu primer beso?

–No he besado a nadie...

–¿No? ¿Por qué? –Evans tenía cierta creencia del motivo por el que no había besado a nadie, pero quería saber la verdad.

–No ha habido nadie dispuesto a besarme y no quería forzar a nadie. –Anderson estaba tan sonrojado que parecía que toda la sangre de su cuerpo se había concentrado en sus mejillas.

–Yo sí estoy dispuesto a darte un beso. –Sam propuso, como si le acabara de decir que debían ir a dar un paseo o a comer algo, como si fuera lo más natural del mundo.

–¿Qué? –Blaine estaba sin palabras, no podía creer lo que estaba escuchando.

–Sé que tal vez prefieres esperar a besar a alguien que realmente te atraiga, pero creo que sería un gran primer beso. Además, así yo podría saber si puedo sentir algo al besar a un chico. Sé que me gustan los besos con chicas, me gusta besar a Quinn, pero tal vez también me guste besar a chicos... –El rubio se encogió de hombros.

–¿Estás seguro? –El moreno preguntó, tenía serias dudas de que eso no fuera a estropear su amistad, lo que no quería que pasara, pero no podía negarse porque lo deseaba más que nada.

–Claro. Eres un chico atractivo y compartimos muchos gustos... ¿Por qué no me habría de gustar? Si tú no quieres, lo comprendo... Sólo quiero que sepas que a mí me gustaría besarte. –El miembro de New Directions sintió algo de nervios de repente. No quería que el otro se negara, tenía muchas ganas de besar al otro.

–A mí también me gustaría.

Para Evans, el sonrojo del Warbler era adorable. Ese joven era tan tímido y dulce que quería abrazarlo y no soltarlo nunca. Sabía que esos sentimientos no eran del todo "normales" entre dos amigos, mucho menos entre dos que acababan de conocerse, pero con Anderson todo era diferente, más especial.

Sam no dijo nada más, se incorporó un poco para acercarse a su amigo, de manera que parte de su cuerpo quedó sobre el del otro. Sus caderas se tocaban, pero sus piernas estaban algo separadas. Se había colocado de manera que ninguna parte íntima pudiera tocar al otro, por lo que sólo su torso estaba sobre el de su amigo. Sujetaba el peso de su cuerpo con un brazo, mientras con la otra mano acariciaba dulcemente la mejilla ajena.

Fue cerrando la distancia entre ellos muy lentamente, dándole tiempo al otro para que se alejara. Sin embargo, como no lo hizo, acabó juntando sus labios en un beso muy dulce. Era la primera vez que besaba a un chico y debía reconocer que le gustaba más que besar a Quinn. Era una sensación emocionante, nueva y muy agradable. Empezaba a sentir cosas que jamás había sentido con su exnovia y estaba encantado.

Por su parte, Blaine se sentía como si estuviera en el mismo cielo. Se preguntaba si había muerto y ese era su paraíso. Era como un sueño hecho realidad. Uno de los chicos más atractivos que había conocido estaba besándolo de esa manera tan dulce y suave. El mejor primer beso de la historia.

–¿Te ha gustado? –El rubio preguntó cuando se separó de él.

–Ha sido perfecto... ¿No debería preguntar yo si te ha gustado? Al final, tú eras el que dudabas. –El moreno cuestionó con una sonrisa.

–El mejor de mi vida. –Evans sonrió. –¿Podemos repetir?

–Todas las veces que quieras.

Sam sonrió y volvió a acercarse para besarlo. Esa vez fue algo más intenso, pero a la vez inocente. Estuvieron un rato así, besándose y sintiendo que ese era su momento. No sabían en qué posición quedaría su relación, pero tampoco necesitaba saberlo. Como había dicho Anderson, no necesitaban etiquetas, necesitaban ser sinceros y eso estaba más que claro.