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aquiles miro hacia arriba, el sol ardiente se planto frente a el y con molestia siguio su camino.

cuando estuvo finalmente fuera de lo denominado como selva, se movilizó con perspicasia hacia el centro de la ciudad.

sus ropas estaban ciertamente rasgadas, y su deteriorada apariencia dejaba mucho que decir ante los que transitaban a su alrededor, los cuales no disimulan a la hora de mirarle con juicio en sus ojos.

-debo mantener un perfil bajo...-musitó por lo bajo, ahora con la misión de  mimetisarse con el resto.

Entonces decidido espero en una esquina, en silencio y ocultando el brillo de su melena en la oscuridad, hasta que un distraído transeúnte cayo en la sencilla trampa.

ya con un atuendo mas común, se dispuso a buscar algo asi como una biblioteca.

una joven caminaba distraída por la plaza; su largo cabello negro tocaba sus caderas, y tambaleando por las diversas cosas que cargaba en sus brazos, camino hasta llegar al cruce de una esquina.

inoportunamente en ese instante la fuerte brisa soplo en su contra, haciéndole tropezar, cerrando sus ojos al esperar lo mas probable a suceder ; una torpe y desastrosa caída.

***

la mujer entreabrio sus ojos, no habia sucedido lo esperado, en cambio ahora sentia una firme y calidas manos rodeando su cintura,mientras que, otra justo frente a ella sostenía su parapetosa carga.

-que...?-expreso confusa justo antes de toparse con el bello rostro del rubio.

-debería tener mas cuidado-aconsejo galante, era encantador a la vista.

-ah...si lo siento no debió haberse molestado-dijo riendo nerviosa, un sonrojo se notaba en su rostro.

-no es mi deber como caballero, proteger damas hermosas del peligro-tenia un objetivo claro, y con cada palabra se acercaba mas a este.

-ah...bueno..yo...-la chica se encogió derrepente, los nervios saltaban a la vista.

-mi señora...debe saber que soy nuevo por aqui, mi nombre es aquiles-dijo tomando su mano y dándole un beso en esta.

-u-un placer....s-soy helea-respondio haciendo una leve reverencia.

-helea...nombre hermoso-sonrió-mi dama helea, permítame confesarle que soy nuevo en este lugar y...bueno no tengo ni la menor idea de donde queda el lugar que busco...-rio dando un aire de nervios.

-ah....bueno y ¿que lugar busca?-

-el santuario de la diosa kizar-

-ah bueno entonces no sera dificil encontrarlo, esta a dos cuadras de aqui...-

-¿encerio?....unm...¿seria usted tan amable de llevarme hasta alli?...-

-bueno...no dejan entrar de lleno a cualquier forastero...-dudaba

-ni siquiera una leve ojeada?-

-bueno....no creo que halla problema por una leve ojeada-dijo justo antes de empezar a caminar y hacerle señas a aquiles para que le siguiera.

Al llegar a dicho lugar, aquiles se sintió algo aliviado, y al tiempo agobiado, pues al llegar estaba en labor de determinar en donde habría los acostumbrados ''libros sagrados'' que existen en todo santuario,pero no seria nada facil, puesto que para entrar alli debía arrebatar las llaves de cierta ala secreta, y aun no conocía a nadie relacionado con dicho lugar.

-aqui estamos-expreso la chica.

-guau es...magnifica-exclamo esbozando una sonrisa.

-gracias, mi padre hace una gran trabajo dirigiendolo....-justo al escuchar esas palabras aquiles no pudo sentirse mejor, el camino se le habia facilitado.

Ahora tengo un medio para conseguir mi primer objetivo...

El amor en los tiempos de grecia [aquilesxpatroclo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora