Las pruebas.

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El pequeño de delgados brazos entreabrió sus ojos, y algo tambaleante se aparto de la presencia de su primo; ambos dormían en la misma cama pues, al menos le aterraba el hecho de dormir solo en medio de la tenebrosa oscuridad.

El sol ofrecía sus primeros rayos, y ante el resplandor de este aquiles empezó a despertar.

—buenos dias patroc....—se detuvo, su pequeño compañero no estaba por ninguna parte, lo cual no podia evitar preocuparle.

Sin mas que esperar se puso en pie y comenzó su recorrido hasta que, después de mucho correr, hallo a su primo.

— ¡Pat, alto espera allí! —ordeno en un grito, sin dejar de correr hacia él, este se quedo quieto y acato al orden. al llegar hasta su posición el rubio recobro el aliento y, se dirigió molesto a su primo.

—¿en que estabas pensando? ¿sabes lo peligrosa que es esta montaña? el centauro nos dejo muy en claro que debemos esperarlo en casa hoy ¿que no prestaste atención a sus indicaciones?—las palabras de aquiles eran contundentes, y pronto lastimaron al frágil Patroclo.

—y-yo solo...quería buscar algo de comer, t-tu siempre haces mi desayuno y crei que...seria justo encargarme yo esta vez...—sus ojos se cristalizaron, se forzaba a no llorar.

—ah no yo...lo lamento no fue mi intención gritarte es solo que...-le ofreció un abrazo-me preocupe,sabes apenas llevas  2 años aquí y no creo que estés completamente seguro tu solo...¿entiendes? me preocupo por ti pequeño tonto.

patroclo asintió con la cabeza y seco una pequeña lagrima que se quería escapar.

—bien entonces volvamos a casa, el centauro debe de estar molesto—dijo soltando un leve suspiro para luego emprender marcha, el menor le siguió.

Ya habían pasado 2 años desde que Patroclo se unió a Aquiles, esto quiere decir que el mayor ya poseía casi  14 años, pronto llegaría a la adolescencia.

Ambos llegaron a su morada, y se toparon con Quirón, quien ya había arribado hacia un tiempo.

—entonces ¿donde estaban tan temprano?—se quejo dando pasos sin avanzar con una de sus pezuñas.

—ah bueno...nosotros..— Aquiles pensaba en que decir.

—es que tenia algo de hambre y pensé en ir de una vez por algo para preparar el desayuno—patroclo enseguida defendió a ambos, cargando con la responsabilidad.

—¿tu solo? vaya me parece perfecto, pero no vine a reprenderles, sino a darles un anuncio;

Descansen hoy todo lo posible, porque desde  mañana cada uno tendrá un sofocante entrenamiento, así que disfruten lo que les queda de dia-

Y con esto el centauro se fue de la habitación, dejando a los chicos solos, intentando determinar lo que significaría esto en su devenir.

El amor en los tiempos de grecia [aquilesxpatroclo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora