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Dos jóvenes estaban sentados mirando a la única caja de papas fritas que quedaba en la amplia mesa.

Esa caja de papas, al momento de realizar la compra en Burger king, por cuestiones de porciones individuales le fue dado a Jungkook. Él es el dueño de lo que el pequeño quiere pues el rubio ya se comió la suya. Aún así el menor no piensa aceptar la derrota sin antes de luchar por lo que desea obtener.

El pequeño rubio no piensa rendirse tan fácilmente y menos cuando el mayor lo consiente con frecuencia por lo que miró a los ojos del castaño para ver en sus ojos algún indicio de su rendimiento y encontró la falta de éste. Él no se iba a rendir. Con molestia bufó.

—Jungkookie...

—No, ni lo pienses—el mayor contestó antes de dejarle terminar su discurso.

Taehyung se cruzó de brazos molesto. No, Jungkook no le puede hacer eso.

—¡Hyung~!—chilló pero Jungkook siguió con esa mirada poco amigable.

—No.

—¡¡Yah!!—gritó el pequeño furioso. ¿Cómo es que no puede escuchar el ruego de su niño? Estaba indignado y quería reclamarle pero se mantuvo calmado pensando en una estrategia.

—¿Por qué no, hyung?—preguntó ya cansado de utilizar su cabecita. Estaba aburrido, simplemente quería ser consentido y extrañamente ese día Jungkook no lo estaba complaciendo como suele hacerlo.

—Bebé, has comido una gigante porción sin olvidar el postre. Te va a doler tu pancita.

Taehyung lo miró con el ceño fruncido y negó moviendo su cabeza con la posibilidad de aquel dolor cruzando su mente. Él es muy sano, nada malo le pasará, lo sabe. Aunque no parezca tiene un estómago fuerte para poder comer más.

—No me duele la pancita, puedo comer más.

—He dicho que no Taehyung, olvídate de las papas.

El menor lo miró sorprendido. Jungkook no suele ser tan duro con él y por más que las ganas de comerse las papas disminuyera con los segundos, no quiere que el mayor se quede con la última palabra.

—Hyung es un malvado.

Jungkook abre la boca y mira a su pequeño con miedo de que las palabras dichas no sean producto de su propia imaginación. Pero sabe que Taehyung lo dijo, aquel porte desafiante con esa mirada cargada de enojo lo confirman.

—Bebé...

Jungkook trata de acercarse pero no lo logra pues Taehyung corre de la cocina y sube las escaleras con pasos rápidos que hace que el corazón del mayor lata de una manera horrible por el temor de que Taehyung pueda caerse como la última vez y llore toda la noche.

Una vez que Taehyung ya ha desaparecido de su vista suelta un suspiro de cansancio.

¿Cómo es que ha discutido con su pequeño rubio por cuestiones de unas simples papas fritas?

Con furia deja las papas, lo guarda y va hacia la habitación de huésped para dormir porque Taehyung ha decidido encerrarse en la habitación en la que comparten y no en la habitación que tiene individualmente Taehyung, su lugar exclusivo.

En la madrugada cuando él estaba ya durmiendo puede escuchar unos lloriqueos y rápidamente corre tras su pequeño niño asustado de que le pase algo.

—¡Taehyung!—grita buscándolo con miedo y el sonido de un fuerte llanto lo llevan a la habitación del rubio. Jungkook intenta abrir pero no lo consigue, está con llave.

Frustrado el mayor corre con rapidez hasta el primer piso y coge las llaves de repuestos que tiene en la cocina buscando el indicado. Cuando ya tiene en sus manos la conocida llave, sube directo hasta la habitación de su niño.
Una vez que logra abrir la puerta, va directo en la oscuridad hasta el baño que está dentro de aquella habitación y visualiza gracias a la luz encendida un pequeño cuerpo sentado en el piso y con el rostro pálido. Su pequeño rubio tiene una expresión que oprime su pecho, está sufriendo y él no puede tomar su lugar.

French fries ❥ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora