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—Por favor, Kookie. ¡Por favorito!—Taehyung interrumpe los pasos de Jungkook y da su mejor rostro de ruego.

—No, no y no. Ésta vez no dejaré que faltes a clases, Kim Taehyung. No me vas a convencer con esos trucos. Está decidido. No hay nada que discutir.

Jungkook sale de la sala de estar, sus manos llevando las copias que debe estudiar para su nuevo trabajo de medio tiempo. Entra a su habitación con intenciones de encontrar silencio pero un insistente su rubiecito aparece en su campo de visión.

—Pero no es importante. De verdad. Un amigo puede pasarme los apuntes y...

—He dicho que no, tienes que respetar mis decisiones, Taetae. No puedes estar faltando a las clases de reforzamiento cuando se te de la gana. Ya faltaste tres veces este mes. No puedo dejar que faltes más. Recibiré más quejas de tus profesores si lo permito. Estaría siendo un irresponsable.

Los labios del menor se aprietan entre sus dientes con tristeza. Quiere pasar su fin de semana con su Kookie hyung pero está atrasado en algunos temas de su clase al que parece que no puede faltar.

Jungkook no va a cambiar de parecer, lo dice la postura firme de su cuerpo y esos ojos decisivos. Pero realmente Taehyung no quiere ir. Hay un chico que lo está molestando y quiere evitar verlo.

—Kookie yo...necesito decirte algo.

Las manos del menor juegan con la camiseta que lleva de su Jungkookie en un intento de calmar sus angustias. No le gusta acusar a sus compañeros con Jungkook pero quizá deba hacerlo.

—¿Puede ser para después, bebé? Realmente necesito estudiar estas copias. Cuando termine hablemos, ¿si?

Taehyung asiente decepcionado y se va del lugar en silencio con los ojitos tristes.

Jungkook no nota cuando Taehyung sale de la habitación. El mayor toma la copia de sus manos y empieza a leerlos una y otra vez. Intenta aprender cada palabra del texto.

Cuando pasan largos minutos en silencio, aparta las hojas y busca a su bebé pero no ve a su pequeño en ningún lugar de su habitación. Eso hace que se preocupe.

Él regresa a la sala de estar pero el lugar está vacío, sin su precioso niño. No está en la sala de estar viendo su serie favorita y eso hace que se alarme. ¿Dónde puede estar su bebé? ¿Habrá salido del apartamento enojado?

Sale del lugar y va camino al frecuente refugio de su novio, la habitación especial de Taehyung.

Cuando está a unos metros de la habitación la necesitada voz de su Taehyung llena el espacio haciendo que la respiración se le corte de inmediato.

—Awhh... Kookie... —Los gemidos de Taehyung salen entrecortados, su voz está temblando. Cada gemido que sale de esos rosados labios hace que los ojos de Jungkook se tornen de un color profundo. —Umn-hh... ¡Hyung...~!

La puerta de la habitación está entreabierta y puede ver un poco de lo que Taehyung hace.

El niño está recostado en la cama, su desnudo trasero al aire mientras juega con sus dedos y arremete la rosada entrada que se cierra alrededor de él.

Jungkook no puede dejar de verlo. Taehyung es demasiado, jugando con su cuerpo de aquella manera tan descarada...

El mayor cierra los ojos cuando su bebé empieza a gemir sin pudor, sintiendo como cada parte de él tiembla con lujuria, llamándolo una y otra vez, necesitado por el calor de Jungkook.

Sus pantalones le aprietan y quiere ir donde está su pequeño para hacerle el amor. Pero no, se contiene. Sabe que lo que Taehyung está haciendo es una consecuencia de su rechazo. El pequeño verdaderamente no tiene control de su cuerpo.

Con la opresión en su entrepierna, huye lejos hacia la ducha y se adentra con pasos agitados. No le importa estar con ropa, él deja que el agua lo empape por completo. Él necesita relajarse.

Media hora después él ha recobrado sus sentidos. Tan pronto como sale de la ducha se deshace de su atuendo y cubre su cuerpo con una toalla para dejar que una gran cantidad de aire se vacíe de sus labios.

—Creo que es momento de llamar a papá. Ya no puedo evitarlo por más tiempo.

French fries ❥ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora