French fries ❥ KOOKV

014

—Ya estás listo, bebé. Vestido y perfumado. Todo precioso para mí. —Una hermosa sonrisa aparece en el rostro de Taehyung cuando Jungkook habla de él.

El mayor da un rápido beso en sus labios para que sepa lo mucho que le gusta que su bebé sea todo obediente y Taehyung feliz se deja hacer con una boba sonrisa colgando de la comisura de sus labios.

Le encanta, le fascina. Él quiere más de esos besos de Jungkookie.

A Taehyung le gusta ser algo caprichoso pero sobre todo adora que lo mime su hyung. Jungkook sabe cómo cuidar de él y eso hace que lo quiera demasiado.

Taehyung estira sus labios como un patito y Jungkook inmediatamente lo besa sabiendo perfectamente lo que su bebé necesita. Una larga sesión de besos para sentir lo mucho que Jungkook lo ama.

Los demandantes besos están de vuelta. Jungkook chupa esos suaves labios y hace un desastre en Taehyung. Es todo lenguas y jadeos y mucho ruido viniendo del pequeño chico. A Taehyung le encanta. Quiere terminar siendo un lío. Quiere que Jungkook haga de él un gran desastre.

Pero entonces Jungkook se separa de él y un extraño jadeo sale de sus labios. No puede ver muy bien a Jungkookie por la culpa de que está casi llorando por lo bueno que fue el beso. Su vista está nublada pero eso no le impide enojarse.

—¡Hyung! ¡Quiero más besos! ¡Más besos!—El menor demanda enojado.

El pequeño rubiecito lame sus hinchados labios y saborea las pequeñas sacudidas de su propio labio por los besos duros. Pude sentir como una parte de él pulsa en sus pantalones. Está teniendo una semi erección. Necesita que Jungkook se encargue de él.

—No más besos. Tenemos que salir de aquí.

—¡Pero Taetae quiere besos!

Y no sólo eso. Quiere sentir la húmeda lengua del mayor chupando con fuerza sus pezones hasta que lo haga venirse.

Taehyung ya está algo caliente. Necesita que Jungkook libere su calentura.

—Si seguimos con esto nunca vamos a salir de aquí.

—Pero hyung...—Taehyung chilla. Con algo de vergüenza señala sus vaqueros negros. Puede notar como un bulto está formado. No está del todo erecto pero cuando piensa en los labios de Jungkookie envolviendo cada para de él siente sus vaqueros ajustarse.

—Me duele...—Miente.

Sabe que todavía no llega a esos extremos pero quiere la atención de Jungkook. Quiere a su hyung inmerso en todo lo que pueda ofrecerle. Quiere más besos, caricias y quiere terminar siendo todo lo que Jungkook pueda ver. Quiere que Jungkook sólo necesite de él.

Él lo necesita... Taehyung necesita de su Jungkook.

—P-por fav...vor.

La comisura de los labios de Jungkook se alzan ante el ruego de su bebé.

Muy pocas veces le ruega pero siempre es honesto en cuánto a sus necesidades.

Su bebé es tan travieso.

—Cariño, ¿qué hay con las compras? Tienes que ser razonable. La tienda va a cerrar dentro de poco. No podemos seguir. Vas a querer que llegue hasta el final y no va a ser posible. Tenemos que priorizar tu estudio.

—¡Pero hyung...! —Taehyung lloriquea. —Y-yo te n-ne ce...-sito. —Y podía ver la sinceridad de sus palabras.

Las mejillas de Taehyung estaban rojizas. Sus ojos nublados decían todo junto a ese pequeño bulto formándose. Era cuestión de tiempo para que Taehyung quisiera tocarse. Y cuando las manos traviesas de Taehyung descendían no había vuelta atrás.

—Mira bebé, esto será rápido, ¿comprendes? Nada de querer más. Te voy a dar una mamada y eso es todo. No más. ¿Entiendes cariño?

Taehyung suelta un quejido. El quiere besos, muchos besos en todas partes, y aunque quiere más él sabe que debe aceptar la oferta. O era ese poco o nada.

Taehyung se acerca para dar un pequeño beso de aceptación. Al menos quería recibir eso pero tan pronto está a centímetros de Jungkook, el mayor lo aparta de inmediato como si tuviera algo grave.

Nuevamente suelta un quejido.

—No, bebé, nada de besos. Solo una mamada, ¿está claro?

Si se dejaba besar todo el autocontrol de Jungkook iba a irse al tacho. No podía permitirse eso.

Taehyung mueve su cabeza en aceptación y lo mira con esos ojos necesitados que vuelen loco a Jungkook.

—Con palabras, bebé.

El pequeño lo mira confundido y parpadea un par de veces hasta que, después de sorber un poco de aire, entiende las palabras de su hyung.

—S...si. S-solo m-mamad-da.

—Muy bien, cariño. Bájate esos pantalones. Muéstrale a tu hyung dónde te duele.

Y todo el cuerpo de Taehyung se sacude cuando Jungkook termina de hablar. Puede sentir sus vaqueros ajustarse con cada segundo.

Es un hecho. Taehyung necesita liberarse ya.