Frío, misterioso y callado son las palabras perfectas para describirlo, a pesar de que se muestre cariñoso y gentil, no es lo que parece.
Él es Dylan Adams y pronto sabrán su historia
Cariñosa, antipática y extrovertida son las palabras perfectas pa...
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Estos doscapítulos seguidos, es una pequeña recompensa, por haber durado tanto en actualizar, pero ustedes se merecen lo mejor y bueno, espero y les guste.
Abrazo psicologíco, S.
Dylan
Me quedé observándola luego que había dicho eso, y tiene razón, si me la quiero coger porque está buenísima, pero al mismo tiempo no quiero hacerlo porque hay algo en ella que me impide pensar que la quiero en mi cama.
—Debes irte— se levantó y volteó para verme.
—¿Me estás echando?— empecé a reír, se supone que el que hacía eso era yo, no lo contrario.
—No, pero si nos quedamos aquí hasta más tarde, seguramente no nos podremos levantar para la escuela— respondió viendo su teléfono, el cuál estaba cargando.
—De acuerdo, descansa y adiós— dije antes del saltar de su balcón, al mío.
Cerré la puerta de este y vi como ella cerraba la ventana de su habitación, y las cortinas. Luego me acosté y caí completamente dormido, pues estaba demasiado cansado.
* * *
El despertador empezó a sonar y traté de apagarlo, hasta que escuché como caía al suelo y me levanté espantando, recordando que mamá había dicho que si rompía otro no volvería a comprarlo, y cualquiera pensaría que puedo poner la alarma en mi teléfono, pero ese sonido simplemente irrita, uno peor que el anterior.
Me levanté, arreglé mi cama, tomé mi toalla y me dirigí al baño. Oriné, lavé mi cabello y me duché, luego de eso salí con la toalla alrededor de mi cintura, busqué la ropa para ir a la escuela y empecé a vestirme. Bajé a desayunar con mi hermanos y cuando terminamos me despedí de mi madre y mi padre que por rareza de la vida, aún seguían aquí. Derek me siguió y nos dirigimos a la escuela.
Llegando a ella, como de costumbre, sentimos las miradas de, literalmente, todos y todas. Entramos a la escuela y Derek se dirigió a donde estaba Hannah y algunos amigos, mientras yo iba hacia Alice y los chicos.
—Hola— saludé a todos y voltearon hacia a mi, todos los chicos me saludaron hasta que llegó el momento de Alice saludarme.
—Hola estúpido— escuché su dulce y delicada voz, luego nos abrazamos y me adentré al tema del cual estaban hablando: fútbol.
—Lo se, pero se supone que él debía llevarla hacia la malla de su equipo, no al contrario, eso es fue estúpido— río Alice, seguida de ella, todos hicieron incluyéndome.
