Capítulo 18 | Confesión

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El juego consistía en que todos íbamos a decir algo que hayamos o no echo, la persona que haya echo dicha cosa, debe tomar del vaso que está en frente, y a ver quien termina ebrio o ebria primero

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El juego consistía en que todos íbamos a decir algo que hayamos o no echo, la persona que haya echo dicha cosa, debe tomar del vaso que está en frente, y a ver quien termina ebrio o ebria primero. La primera pregunta la haría Ethan, quien estaba en el grupo junto con los demás chicos, aparte de ellos estaban Lauren, Jasmine, Anna y Emma, las cuales estaba en la escuela, pero nunca había cruzado más que un hola y adiós con ellas, contando las veces que hemos hablado por los apuntes y tareas atrasadas. Y sin olvidar a Dylan, quien estaba allí también. Habían más chicos y chicas pero desconocía sus nombres.

—Yo nunca nunca, e follado con una chica mayor que yo— habló Ethan para luego beber del vaso, seguido de Dominic, Dylan, Peter, Chase y casi todos los chicos del círculo a excepción de dos o tres.

La siguiente era Lauren, —Yo nunca nunca, e fumado tres veces seguidas, en un día—  luego de ella haber dicho eso bebió del vaso Dominic, Chase, Aaron, Dylan y yo.

La siguiente era yo, —Yo nunca nunca, me e enamorado— dije tomando del vaso, conmigo Dominic otra vez, Peter, Ryan y otros cuatro más.

—¿Hay algo que nunca hayas hecho?— susurro en el oído de Dominic.

—Hay bastantes cosas que aún no e hecho— me da una sonrisa para seguir con el juego.

El siguiente era Dominic, —Yo nunca nunca, e peleado por una chica— dijo mirando a Dylan con superioridad, ahí supe que algo andaba mal e ellos, pero no lograba saber qué. Del vaso bebió Dominic, Dylan, Ethan y dos chicos más.

El juego estaba siendo muy interesante, casi todos estábamos ebrios pero no lo suficiente como para perder el conocimiento de lo que hacemos. Las cosas se tornaron un poco incómodas cuando fue el turno de Dylan, —Yo nunca nunca, e intentado jugar con una chica sentí como Dominic se tensaba y luego bebió del vaso, claro está también lo hizo Dylan y casi todos los chicos.

Mi vaso estaba casi vacío y yo estaba completamente mareada, por lo que decidí pararme, diciendo que ya no jugaría más debido a que estaba ebria. Me levanté y fui a la enorme sala de la ¿casa? Quizás una mansión, solo se que es bastante grande y espaciosa. Luego me dirigí a la cocina a buscar un poco de agua como pude, tomé un vaso y serví un poco de agua. Cuando volteé luego de dejar el vaso en el lavabo, vi a Dylan recostado en el marco de la puerta, viéndome fijamente.

—¿Deseas algo?— pregunté mirándolo.

—No, por el momento no— siguió con su mirada fija.

—Entonces, me voy— caminé hasta la puerta pero el obstruyó el paso con uno de sus brazos.

—Tampoco dije que te fueras— me dio esa sonrisa pícara que tanto a usado últimamente.

—¿Que quieres Dylan?— dije luego de retroceder un poco, ya que estaba muy cerca de él.

Me observó por unos segundos y luego sonrió, —Esto— tomó mi rostro con una de sus manos y me besó, no un beso cariñoso, sino todo lo contrario. Me tomó de la cintura y me llevó contra la pared, haciendo que chocara y diera un leve gemido, quizás por el dolor o por el momento. Sus labios y los míos eran perfectos juntos, y de alguna manera u otra necesitaba más, necesitábamos más, pero reaccioné y me alejé.

—¿Que pasa?— preguntó Dylan.

—Nada, es sólo que, olvidalo— no quería admitir que quizás me estaba empezando a atraer Dominic, pero al mismo también Dylan. Ellos eran hermanos y yo no quería causar una pelea entre ellos, y debía alejarme, de ambos. Miré a Dylan una última vez, quien me miraba intentando buscar una explicación del porque estaba tan rara, solo me fui sin dar explicación.

Fui a la sala nuevamente y ahí estaban todos, no tan ebrios, pero llegaba a notarse. Decidí ir a sentarme con los chicos y hablar un poco, vi como Dominic se acercaba a mi. No lograba distinguir la expresión de su cara ya que la mayoría del tiempo siempre está neutra, sin expresión alguna.

—¿Podemos hablar?— sonrió, así que no era nada malo, al menos eso quería creer.

—Por supuesto— me levanté del asiento y me dirigí a otro cuarto que había en la misma sala, Dominic cerró la puerta y se sentó en un sillón color rojo bastante cómodo, yo en cambio me senté en una cama que estaba pegada a la pared, —¿Que pasa?— lo miré luego de haberme acomodado.

—¿Sientes algo por mi hermano?— al parecer los hermanos Adams se caracterizan por ser directos.

—No— respondí, sintiéndome segura, como si en verdad no sintiera nada por Dylan, aunque ni siquiera se si sienta algo.

—¿Y por mi?— esto parecía más un interrogatorio que un solo "vamos a hablar".

—No lo sé— bajé la mirada, no quería que supiera que quizás sentía algo por él, o no, esto es confuso.

—No se rick, parece falso— sonrió y me miró, ahí levanté la mirada y no pude evitar reírme como si fuese una foca con problemas, o algo peor.

—Eres un estúpido— dije como pude, pues aún seguía riéndome.

—Un estúpido al que quizás, le estés empezando a atraer.

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He (Confusiones #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora