Capítulo 26

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*Narra Jennifer*

Seguí a Cameron hasta su casa pues tenía el plan perfecto para que Pauleth se alejara de él para siempre, después de lo que haré no lo querrá volver a ver jamás.
Iba a tocar el timbre de la puerta de la casa de Cameron pero algo impidió que lo hiciera, una fuerte discusión a través de la puerta hizo que me detuviera, era Cameron y su papá.

Cameron: ¡Ya no quiero hacerlo! ¡No lo merece! –Gritó demasiado molesto-.
Stefan: ¡Yo no tengo la culpa de que te enamorarás de tu misión! ¡Ella sólo sería un señuelo para llegar a Dominic Toretto! –Gritó con la misma molestia que Cameron, o aún más-.
Cameron: ¡Pues ya no haré mi misión! –Dijo aun gritando con furia-.
Stefan: ¡Sí lo harás! Si no, ya sabes lo que ocurrirá –Dijo mas amenazante y retador que antes-.

Por último sólo se escuchó un portazo, Cameron había subido a su habitación muy molesto cerrando la puerta de un gran golpe, ese no era mi plan pero esto me facilitaba todo, podía sobornar a Cameron para que sea mi novio y si no, le diré su pequeño secreto a mi querida Pauleth, igual seguiré con mi antiguo plan, entre más sufra esa estúpida mejor.
Toqué la puerta y a los pocos minutos abrió el señor Stefan, subí a la habitación de Cameron, abrí la puerta y estaba recostado en su cama escuchando música con auriculares, tenía los ojos cerrados, lo cual me daba ventaja, con delicadeza y muy sigilosa me quite mi vestido quedado sólo en ropa interior, me senté sobre Cameron y comencé a besar su cuello, Cameron rápidamente abrió los ojos, se quitó los auriculares y me quito de ahí, bajándome de su abdomen, pero antes de eso Pauleth abrió la puerta.

*Fin de la narración de Jennifer*

Recibí un mensaje en cual decía que hoy habría una carrera callejera, mi mayor contrincante frente al volante estaría ahí, obviamente iría, así que me di una ducha, salí, me vestí sencilla como siempre con un pantalón negro muy rasgado, una playera negra completamente, unos botines negros de cuero está vez con un poco de tacón negras de cuero claro al igual que mi chaqueta, cepillé mi cabello, puse un poco de maquillaje natural y bajé.

Pensé en llevar al mejor copiloto...Cameron, subí a mi Camaro rojo y me dirigí a su casa, bajé y toqué la puerta, a lo pocos minutos abrió el papá de Cameron.

Stefan: Hola, Cameron está arriba pasa –Dijo con una sonrisa-.

Subí las escaleras corriendo pues llevaba mucha emoción, Stefan grito que esperará, pero era tarde ya había llegado a la habitación de Cameron, abrí la puerta con mucho entusiasmo pero mi gran sonrisa se borró por completo al ver la horrible escena que presenciaron mis ojos, estos comenzaron a cristalizarse, lágrimas comenzaron a caer una tras otra sin parar, cerré la puerta rápidamente y bajé con la misma velocidad con la quede había subido las escaleras, total ¿Quién era yo para reclamarle lo que hacía? No éramos nada, de nuevo me había sucedido lo mismo, enamorarme de una persona y que me vuelva a fallar, creo que el amor no es para mí, mi corazón se había roto en mil pedazos y esta vez sería aún más difícil repararlo, rápidamente abrí la puerta de mi auto para subir a él y salir lo más rápido posible de ahí, antes de que pudiera subir a mi auto unas manos en mi cintura me detuvieron impidiendo que yo pudiera huir de ahí, me giro para darle a la cara al patán del que me he enamorado, lo sé, aun no miraba quien había detenido mi paso pero por Dios, conocía esas manos más que a mí misma.

Cameron: Pauleth, eso fue un mal entendido –Dijo desesperado y recuperando el aire por haber corrido tras de mi quiero pensar-.
Pauleth: Yo no soy nadie para reclamarte, no tienes por qué darme explicaciones –Dije aun con lágrimas en mis mejillas-.
Cameron: Por favor, Pauleth...Tú sabes perfectamente lo que siento por ti y yo sé lo que tú sientes por mí, por favor, créeme, sólo fue un mal entendido, Jennifer llegó y se sentó sobre mí, la quite de ahí y tú entraste... Después de todo lo que hemos pasado, yo...Jamás te haría eso

Pauleth: ...

Un amor peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora