Capítulo 18

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Me desperté gracias a la alarma que no dejaba de sonar, me di una ducha, salí y me vestí con un pantalón color azul cielo, una sudadera color rosa pastel y unos tenis bajos color blanco, me puse algo cómodo pues hoy me tocaba deporte, me hice una coleta alta, me maquillé natural y bajé.

Me comí una manzana pues no tenía mucha hambre, hoy había amanecido completamente aliviada, sólo era un pequeño resfriado, ya que terminé de comer mi manzana cepille mis dientes, Bryan término de tomar su jugo de naranja e hizo lo mismo, subimos al auto y nos dirigimos al instituto, mi primer clase era deporte así que me dirigí a la cancha y Bryan se fue a matemáticas.
Ésta clase me tocaba con Troy, me senté en una banca que estaba ahí y a los pocos minutos llegó Troy.

Troy: Hola –Se sentó a mi lado-.
Pauleth: Buenos días –Dije con una sonrisa-.
Maestro: ¡A dar 5 vueltas alrededor de la cancha!

Dejamos nuestras mochilas en la banca y nos fuimos al correr alrededor de la cancha, Troy me cargó con un brazo y corrió conmigo en sus brazos, yo sólo grita "Para" mientras reía, dio media vuelta alrededor de la cancha y después me bajó, no cabe mencionar que entre Troy y yo, y todos los chicos había mucha confianza pues hemos estado juntos desde pequeños, somos como una familia, así que yo no le veía nada de malo en que Troy hubiera hecho eso, pero otra persona si...Cameron, podía ver como Cameron miraba a Troy con furia en sus ojos, terminamos de dar las 5 vueltas y fui a la banca por mi botella de agua, la saqué y tomé la mitad la otra mitad se la deje a Troy, se terminó el agua y la botella la tiro a la basura pues el envase era desechable, mi siguiente clase era química y mi asiento era a un lado de Cameron, tal vez ahí podríamos hablar sobre lo sucedido.

[...] En clase de química

Íbamos a la mitad de la clase y Cameron aún no me dirigía la palabra, así que lo hice yo.

Pauleth: Cameron... ¿Pasa algo? –Dije mirándolo-.
Cameron: ¿Aparte de que le coquetearas a otro chico? No –Dijo sin apartar su vista de la pizarra, como si le importara mucho la clase-.
Pauleth: Yo no le coquetee a nadie –Dije aun mirándolo-.
Cameron: ¿Y al chico de clase de deporte? Vi cómo te reías con el mientras te cargaba en sus brazos –Dirigió su mirada hacia mi molesto-.
Pauleth: Es Troy y es mi amigo desde que era pequeña, es como de la familia, no por que hable con otros chicos significa que les esté coqueteando –Ahora yo era la que estaba molesta-.

Dieron el toque para cambiar de clase, comencé a guardar rápidamente mis cosas, quería irme de ahí, no quería estar con Cameron, pero me fue imposible, todos habían salido, sólo quedábamos él y yo, terminé de guardar la última libreta y me dirigí rápidamente a la salida, antes de salir Cameron me tomó del brazo y me giró dejándome frente a él, me tomó de la cintura y me pegó a la pared con su cuerpo, se acercó a mi oído y dijo casi en un susurro "Eres mía" mi piel se erizo al escuchar esas palabras y de quien provenían, Cameron iba a salir pero lo jalé de la playera haciendo que regresara a la misma posición.

Pauleth: Y tú eres mío –Dije a centímetros de sus labios-.
Cameron: Eso lo sé –Me dio un pequeño beso en los labios rápidamente y después me tomó de la mano para dirigirnos a la siguiente clase-.

Las miradas se clavaban en nosotros, especialmente la de Jennifer y Amanda, no le di importancia a eso y seguí caminando.

[...] En receso

Era viernes y mi cumpleaños número 18 sería mañana, haríamos una pequeña parrillada con la familia, mamá me había dado la idea de invitar a Cameron así que eso haré.

Pauleth: Mañana cumpliré 18 y haremos una parrillada, sólo irá mi familia, ¿Te gustaría ir? –Dije con una sonrisa-.
Cameron: Claro, ahí estaré –Dijo de igual manera-.

[...] Terminaron las clases

Regresamos a casa y subí a mi habitación, salí de compras para ver que me pondría mañana, invite a las chicas para que me ayudaran a elegir, todas estuvimos de acuerdo con un hermosos vestido negro, era casual pero con un toque especial, después fuimos por unas zapatillas y por últimos buscamos los accesorios, cuando terminamos de hacer las compras llevé a cada una de la chicas a sus casas y después fui a la mía, me di una ducha y me puse mi pijama, me metí entre las cobijas y al poco tiempo quedé dormida.

Un amor peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora