Un amor peligroso

Capítulo 43

Ya han pasado unos cuantos meses de que Cameron me pidió matrimonio, la ceremonia ya está organizada, pues sería algo pequeño después de todo, Cameron y Austin perdieron contacto con su familia después de lo ocurrido con su padre, y mi familia ya la conocen y no es demasiado grande.

La ceremonia seria en una pequeña iglesia, la cual adornamos con demasiadas flores.

Mi vestido era liso de color blanco, con corte de V en la parte del escote de la parte de al frente, de tirantes, ajustado de la cintura para arriba y suelto de la parte de abajo.

Usé unas zapatillas de punta de color blanco, mi maquillé fue sencillo y mi peinado sólo consistía en unas ondas en él, mi ramo consistía en varias tonalidades de diferentes tipos de flores y tonalidades color moradas.

Cuando terminé con los últimos arreglos de mi atuendo salí de la habitación, para dirigirme hacia el altar, encontrándome con mis hermanos, quienes vestían elegantes y se miraban realmente apuestos.

Pauleth: Son todos unos galanes con esos trajes –Dije con una sonrisa frente a ellos-.

Bryan: Y tú eres toda una princesa en ese vestido –Dijo de igual manera-.

Los sollozos de Dylan hicieron que Bryan y yo dirigiéramos la vista hacia él, quien se encontraba derramando algunas lágrimas.

Pauleth: ¿Qué sucede, hermano? –Dije acercándome a él-.

Dylan: Tal vez, me esté arrepintiendo de entregarte a Cameron –Dijo mientras sus lágrimas seguían saliendo-.

Pauleth: Dylan –Dije riendo mientras que Bryan también soltó una pequeña risita-.

Los me ofrecieron sus brazos, los cuales tomé a ambos, nos dirigimos al altar, en la entrada nos esperaba papá, quien también vestía elegante, mis hermanos me entregaron a mi padre y esta vez me encontraba sosteniendo el brazo de papá, quien antes de comenzar el recorrido el altar habló.

Toretto: Debo admitir, que deseaba que este día no llegará. –Dijo con una sonrisa, a lo que yo sólo reí.-

Toretto: Pero ha llegado la hora, mi pequeña Toretto ha crecido –Dijo mirando con orgullo-.

Pauleth: Siempre seré tu niña pequeña, papá, y aun que esté con el hombre más fuerte y poderoso, siempre necesitaré de ti –Dije con una sonrisa, y pude ver como la dura mirada de mi padre se ablando, incluso me atrevería a decir que las lágrimas querían salir, pero Dom jamás las dejaría-.

Caminamos por el pasilla, los chicos y mis tíos se encontraban sentados en las bancas, uno que otro derramaba algunas lágrimas, mi madre no podía detenerlas ni un sólo segundo, sí, así es, Letty Ortiz, derramando lágrimas.

La ceremonia terminó, Cameron y yo por fin ya estábamos casados, salimos de la iglesia y nos dirigimos a la terraza de nuestra casa, que era en donde celebraríamos, la cual adornamos demasiado bien a decir verdad.

Estábamos comiendo, cuando Bryan se levantó de su asiento y habló.

Bryan: Hermana, después de luchar con las lágrimas, quiero decirte unas palabras –Dijo a lo que reí-. No importa donde estés, sea a un cuarto de milla o al otro lado del mundo, siempre estarás conmigo –Dijo con una sonrisa mientras alzaba su corona-.

Pauleth: Te amo –Dije con una sonrisa, para alzar mi corona junto con la suya-.

La celebración había terminado y se había llegado la hora de mi noche de bodas.

Cameron y yo nos dirigimos hacia una caballa, la cual habíamos reservado para nuestra luna de miel.

Llegamos a la cabaña y comenzamos a bajar nuestras maletas las dejamos en el suelo, dejé mi mochila en el suelo, me di media vuelta y sin darme cuenta choqué con Cameron, me tomó de la cintura y yo entrelacé mis manos alrededor de su cuello, me besó hasta que nos separamos por falta de aire.

Cameron: Te amo –Dijo mirándome a los ojos-.
Pauleth: También te amo –Dije de la misma manera-.

Cameron comenzó a besarme, primero el beso era lento y después fue subiendo de intensidad, Cameron me cargó y yo pasé mis piernas por su cintura mientras él me sostenía por la espalda, me recostó en la cama suavemente quedando él arriba de mí pero sosteniendo su peso con sus brazos, todo sin separar nuestros labios, comencé a levantar su playera pasando mi mano por su abdomen hasta que logré quitársela por completo dejando a la vista su marcado y definido abdomen, Cameron bajó sus labios hasta mi cuello haciendo que mis ojos se cerraran solos por reflejo y soltando un leve gemido, metí mis dedos entre su cabello y el regreso sus labios para encontrarse con los míos, giramos está vez quedando yo arriba de él, a diferencia de que yo no sostenía mi peso y estaba sentada en su abdomen, me quite la blusa y volví a sus labios, Cameron terminó de quitar lo único que nos quedaba de ropa que sin darme cuenta ya estábamos completamente desnudos, volvimos a girar pero está vez, me hacía sentir la mujer más sensual del mundo, hasta que de un momento a otro, Cameron ya estaba dentro de mí, sentía mágico, sólo él sabía cómo hacerme sentir tanto placer, él seguía saliendo y entrando en mí, era un patrón de puro placer, me acariciaba el pecho, yo movía mis caderas y Cameron seguía mi ritmo, gemía su nombre y él el mío, hasta que los dos llegamos al placer máximo, haciendo que nuestros labios se encontrase y se juntaran de tal manera que el aire nos faltaba cada vez más. Fue un momento increíblemente maravilloso...