¡Bienvenidos al café Bolshaya Sadovaya!
Su fundador, el inmigrante ruso Viktor Nikiforov, ha hecho un maravilloso trabajo tras huir de Rusia en compañía de, su ahora hijo adoptivo, Yuri Plisetsky (Una joya del ballet).
Un lugar en el que suelen pas...
Siempre he estado en medio de un pequeño círculo de amigos. Ellos me quieren, me cuidan y me toleran... Sin embargo, de cierta forma siento que me abandonan cuando cada uno consigue pareja. Es evidente, necesitan ese tiempo que antes me brindaban para su persona especial. A pesar de sentirme de esta forma, soy feliz al verlos tan enamorados.
Me hace sentir un poco de envidia ver que llevan relaciones tan normales y dulces, en donde se besan en la punta de la nariz, se toman de la mano, van a cenar de forma ocasional, hacen cosas especiales uno por el otro y juntan el dedo meñique haciendo alguna adorable promesa.
¿Qué es eso? Nunca lo he experimentado.
Así que siempre he sido el eterno soltero de mi grupo de amigos y en ocasiones me afecta un poco la idea de estar solo el resto de mi existencia.
─ Yuri─ escucho a mamá llamándome─. Ven a cenar.
Eché un último vistazo a la gran galería de fotos de Celestino que se abría frente a mí, un Celestino enamorado de un hombre ruso que conoció en uno de sus muchos viajes de negocios. Él, profesor de artes escénicas de la pequeña escuela a la que asistía, se había convertido en un director de teatro bastante solicitado internacionalmente. Una joya italiana al lado de un ruso malhumorado, esa era una escena algo controversial para mí.
Cerré la laptop con suavidad antes de atender a los insistentes llamados de mi madre.
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─ Escuché lo de ese profesor de teatro tuyo...─ comentó mamá antes de comer un bocado de arroz.
Levanté la mirada de mi tazón para dirigirme a la suya, mi padre, inquisitivo, parecía aun más interesado en el tema.
─ ¿Qué opinas? ─ preguntó mi padre clavando su gentil mirada sobre mí.
─ Él es feliz─ fueron las únicas palabras que recité.
Era innegable el conflicto de mis padres frente a la noticia de una persona que era plenamente heterosexual y resultó involucrado en una relación homosexual. Supongo que nunca he tenido algún tipo de postura negativa frente a las personas que son así, definitivamente. Compartir con tantas personas de otras partes del mundo abrió mi panorama entendiendo que existían personas tan diversas y, sobre todo, que todos merecemos amar por igual.
El amor no debería ser negado bajo ningún argumento. Es algo que a mis padres se les dificulta entender.
O eso creía.
─ Hijo... ─ habló mi madre─ Tu padre y yo queremos hacer una pregunta, espero no sea demasiado difícil para ti responder.
Tragué y sentí un nudo en el estómago que me advertía que posiblemente devolvería los pocos bocados de comida que había ingerido hasta el momento. No me gustaba el ambiente tenso que se estaba generando en la mesa.
