ALGO QUE NO MATA

~18~

9 años más tarde...

Es un día caluroso de verano, y me siento feliz. Como si de un película tratase, me levanto de la cama y abro la ventana. Nunca me cansaré de la casa del campo de mis abuelos, en la que ahora reside mi madre, en las vacaciones de verano.

Sonrío al ver a mi novio, desde hace ya casi ocho años, tumbado en la cama, durmiendo. Me quedo mirándolo, todavía no me creo que tenga la suerte de tenerlo de novio. Bajo a la cocina. Mi madre está viendo la tele, pasa un canal en que están dando una corrida de toros. Me pongo de mala uva nada más ver eso, no entiendo como la gente se puede divertir viendo eso. Para mi el sufrimiento animal no es ninguna diversión. Que si, que puede que si no hubiera corrida de toros dejarían de criar toros, y desaparecerían, pero ¿qué es mejor, no existir, o vivir sufriendo, para morir desangrado? Mi madre adivina lo que estoy pensando por mi cara, y apaga la tele. No es que ella piense diferente a mi, pero en la tele últimamente no echan más que basura. Me sonríe, de una manera especial.

-¿Y esa sonrisa?-le pregunto.

-Mira lo que he encontrado-me dice, enseñando algo que tenía escondido.

-¿Qué...?-empiezo a decir, pero pronto veo que sostiene mi viejo diario entre las manos.

-Toma, pensé que querrías tenerlo-me dice, tendiéndomelo.

-Gracias-le digo dándole un beso dulce en la mejilla.

Salgo al porche a leerlo, estoy tan centrada leyéndolo que no me doy cuenta de que alguien se ha acercado por detrás.

-Cariño, ¿qué haces?-me pregunta.

-Buenos días amor, estoy leyendo mi viejo diario.

-Interesante, y ¿qué decía la Lea de 16 años?

-Pf, si pudiera decirle que el tiempo lo cura todo...

-Y que lo buenos se hace esperar-dice, besándome.

-¿Qué te parece si vamos al cementerio a llevarle unas flores a Javi?

-Bien.

Hoy es el aniversario de su pérdida, y todos los años le llevamos flores por estas fechas.

De camino a la floristería...

-Por cierto, ¿cómo está tu hermana?

-Bien, desde que inició su campaña contra la violencia de género está mucho más enérgica y feliz.

-Me alegro de que se haya decidido a hacerlo. No debe de ser fácil para ella.

-Lea, ¿te das cuenta de que sin ti podría haberla perdido verdad?

Me quedo callada. Hay tantas y tantas mujeres inocentes que mueren al año por lo mismo... Ojala ésto cambie pronto. Debe de notar que entristezco, y me coje de la mano, y me mira a los ojos.

-Te quiero Lea.

-Y yo Mike.

FIN