Desde que JD tenía cuatro meses de edad, le descubrí una cierta dificultad, para mover su brazo y pie izquierdos, así que de inmediato, sometí al niño a evaluación de neurofisiatría y se le detectó, "parálisis cerebral incipiente", pero comprometida la parte psicomotora izquierda, por lo que le impediría caminar solo hasta los tres años. Después de un tratamiento intenso de fisioterapias, quizás lograría mi bebé su objetivo. Esta fue la conclusión del diagnóstico del Neurofisiatra.
Mi angustia fue muy grande y con coraje me atreví a preguntarle al médico, si hacía falta otro examen médico, para corroborarle su diagnóstico, pero el galeno me dice que es muy incipiente la lesión, como para ameritar un examen más, como una escanografía y que él está seguro, que el niño reaccione con fisioterapia. Así me indicó que comprara algunos adminículos, para iniciar la estimulación en el niño.
Yo tengo acceso a una tecnología, que aún es nueva en el país, pero que en otros continentes es antigua. (Ya explicaré porque el acceso a esto), se trata de la Oxigenación Hiperbárica; entonces le consulto con angustia, exponiéndome a que me dé una reprimenda por mi impertinencia y le pregunto
Doctor, - ¿Conozco que existe la Oxigenación Hiperbárica, será que puedo utilizar esta terapia para JD?
Y me responde:
"La Universidad no tiene ningún estudio al respecto y usted puede poner en peligro a su hijo, mejor limítese a la fisioterapia".
Y sin más, salió dejándome sin opción a comentarle o preguntarle nada más.
Busqué el concurso de un fisioterapeuta amigo, Boliviano, hombre muy inquieto y amante de las medicinas holísticas, que vivió mucho tiempo en China aprendiendo la Medicina Tradicional China y sus diferentes terapias, entre ellas la Reflexología, la cual maneja con mucho acierto.
Después del examen me dijo:
Tú bebé está muy tiernito para manipularlo, le falta madurar más en su desarrollo muscular. Tú tienes lo que a tu bebe le falta. Dale oxígeno, hagamos un protocolo, empezando por pulgadas de presión, hasta que pueda manejar presiones más elevadas.
Me ayudó a organizar un protocolo y me confirmó que el niño solo caminaría hasta los tres años.
Transcurrieron siete meses más hasta que un buen día, Luz Stella, hermana de mi amiga Betty, me contó que conocía a una señora, que manejaba un centro espiritista sugiriéndome llevarlo hasta allí, para ver que me decían los espíritus a través de ella.
Fue entonces como conocí a Martica una señora espírita, que a la sazón trabajaba en el Depto. De Salud Mental del Hospital Universitario y que en su casa tenía este servicio de socorro a los necesitados, sin ningún costo.
Pues allí llevamos a JD y después de un tiempo transcurrido, un día me anuncian en el Centro Espírita que JD sería intervenido quirúrgicamente y yo como buena neófita de estos asuntos, primero me sorprendí, luego me asusté y por eso pedí las más impertinentes explicaciones, al respecto, porque no entendía que le iban a hacer al niño.
El día señalado, llegó JD a la "supuesta" Cirugía Espiritual y yo me encontraba con la expectación mas grande, y dispuesta a vivir esta nueva experiencia en mi vida.
