SEGUNDA EXPERIENCIA EXTRASENSORIAL

4 0 0
                                    

Ha transcurrido un año desde que Juan diego desencarnó y siete días después de este primer aniversario, me invitan para que asista a una "Sesión Psicopictórica" al Hotel Aristi, a la que asisto, motivada más por la curiosidad y sobre todo por querer demostrar que todo cuanto me han dicho con respecto a algunas situaciones fuera de lo común que viví con JD, no tienen ningún asidero racional, Así que motivada más por encontrar razones para seguir controvirtiendo que porque me llame la atención esta situación, asisto.

Al llegar al Hotel, hay ya varias personas que van y vienen, porque están entrevistando al médium. Yo me dirijo al segundo piso al gran salón donde se efectuará la sesión. Al llegar inspecciono todo lo que veo a mí alrededor, examino las vitelas, lienzos, etc. hasta que uno de los organizadores me invita para que le ayude a seleccionar los acrílicos, los rojos con rojos, verdes con verdes, etc., que el médium usará. De alguna manera me doy mis mañas para hacer este trabajo lento, porque me quiero quedar en primera fila para el evento.

Al llegar el médium al salón, me entero que es hermano de Jairo un amigo que se encuentra en Cali, haciéndose un tratamiento. Me entrega sus gafas por tenerme más cerca y creo por pensar que formo parte del comité de logística del evento. Situación que aprovecho y con este boleto de "quédate aquí", pues allí me quedo a su lado, para seguir mi minuciosa inspección más de cerca, con una morbosa felicidad.

Después de una breve pausa, una oración y los acordes de los valses de Strauss, entra en trance, de acuerdo a lo que me va narrando Inés, la amiga que me invitó y que estaba cerca a mí. El primer cuadro lo pinta en un minuto y lo firma Toulouse Letrauc, casi sin yo darme cuenta. ¡Sorprendente!

No sé qué decir ni pensar. El segundo es un Monet, y así sucesivamente van desfilando cada uno de estos pintores renacentistas entre los que se incluye a Renoir, Cesanne, hasta que aparece Manet pintando un maravilloso jarrón con siete flores y cuando se dispone a firmar el cuadro, dobla la hoja y escribe:

"Este cuadro es para una amiga, que se lo envía con mucho amor, Juan Diego".

A esta altura ya me encontraba deslumbrada, sin poder razonar que estaba sucediendo, porque con los ojos cerrados el médium, podía escoger los colores de forma perfecta y hacer trazos perfectos, hasta sacar figuras humanas, o como en este caso un jarrón con flores por medio de la técnica al pastel.

Por eso emito un "cuasi-grito" y....... ¡para qué describir lo que en mi mente se daba!

Sentí como si mis neuronas hubiesen hecho un corto circuito dentro del cerebro, quedé en blanco y en silencio total en mí interior; el murmullo de sorpresa del auditorio, desapareció y no pude pensar más. Mis ojos se dirigían hacia el cuadro y desde ese momento no se despegaron más de él, protegiéndolo, persiguiéndolo cuando lo movían de sitio.

Por respeto a la cantidad de personas allí reunidas, porque más del 60% era personal médico de diferentes especialidades, ya que al día siguiente se dictaría una Conferencia en el auditorio de la Unidad mental del Hospital Universitario del Valle, denominada "Medicina versus Espiritismo", no salí corriendo con mi cuadro bajo el brazo.

Al finalizar la subasta que se tenía programada y que permitió vender los cuadros de los diferentes pintores, entre los que se encontraba además Vincent Van Gogh, me entregaron el cuadro, que empecé a cuidar no solo como una reliquia "venida del más all", sino como el primer regalo recibido de las manos de mi "pequeño ruiseñor".

Sentía que a través de este obsequio, me daba las gracias, me decía que estaba cerca y nunca se había ido, que estaba vivo, que yo había hecho las cosas bien y esta última interpretación fue la que en verdad tranquilizó mi espíritu acongojado y me dispuso de una manera simple, pero maravillosa a tratar de entender este mundo mágico en el que desde que JD nació, me metió sin que me diera cuenta a través de sus manifestaciones sorprendentes y sin más ni qué me dio a conocer, pero que yo no quería entender por físico miedo al cambio de pensamientos y actitudes y porque no decirlo por vergüenza "al qué dirán dentro del círculo en el que me desenvolvía".

JUAN DIEGO, Luz y AmorWhere stories live. Discover now