Antes de empezar

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Aclaraciones

Soy argentina y escribo como tal. Esta obra estará repleta de palabras raras, voseo y verbos acentuados en lugares que no corresponden, así de imperfectos somos los argentinos al hablar y escribir, una verdadera delicia para los sentidos.

Por otro lado desconozco si la realidad que voy a describir aquí también se repite en otros países, si no es así, por lo menos verán algo de la idiosincrasia de mi lugar de origen.

También he de advertirles que tengo una leve tendencia a la exageración. Bueno, quien dice leve, puede decir moderada o intensa. Esta apreciación la dejo a su criterio.

En fin, sean bienvenidos.

Sobre la obra (ponele que le llamemos obra)

Soy quejosa por naturaleza. Sí, debo admitirlo. Junto a esta marcada característica de mi personalidad he desarrollado con los años una profunda conciencia social. Por este motivo, suelo ver la realidad que me rodea con una mirada crítica. En más de una ocasión he cargado en mi hombro alguna causa importante, en pos de generar un cambio en lo que considero injusto. Dicho esto, he de comentarles que ninguna de esas reflexiones profundas estarán plasmadas aquí. No, no me parece el lugar adecuado.

Antes de que se pregunten el porqué de semejante introducción inútil (pará, pará, ya explico) he notado que con el correr de los años ese ejercicio de crítica permanente se ha trasladado también a causas para nada importantes y justas. Las bolu-causas podríamos denominarlas. Mi intención es relatar aquí esas cosas del día a día que logran envolverte en un halo de malhumor. Esas pequeñas realidades tan molestas como piedra en el zapato. He aquí el compilado de las bolu- quejas de una mujer común.

Bolu-quejas de una mujer comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora