Empecemos con lo básico. ¿Qué es un traslador de culpas?
Es ese sujeto que no tiene la capacidad de hacerse cargo sus errores. No puede asumir la responsabilidad cuando se equivoca. ¿Qué hace entonces? Traslada la culpa hacia otra persona u objeto. Te dice por ejemplo "La silla estaba en el medio". Claro, la silla es una desubicada que caminó hasta el centro del comedor para que vos te tropieces. Vos no sos un atolondrado, no, ¡tus muebles son perversos!
Ejemplos básicos de comportamiento:
- Llega tarde y es responsabilidad de la madre que no lo despertó.
- Se corta el dedo y es culpa del cuchillo que estaba endemoniado.
- Se le cae un vaso y es tu error porque lo dejaste en un lugar incómodo.
- Le regalaste algo que se rompió y es tu culpa por obsequiar porquerías.
- Te regaló algo que se rompió y no lo supiste cuidar bien.
Pase lo que pase, siempre es culpa de otro.
Frases típicas que dice sin inmutarse:
-Pero si vos me lo hubieras avisado antes...
-Igual vos te pusiste en el medio...
-Ah, si vos no me decís, yo cómo me voy a dar cuenta...
VOS, SIEMPRE VOS.
¿En qué momento ésto pasó a ser tu culpa? No sabemos la respuesta.
El no estar cerca tampoco te libera de cargar con sus errores. Puede ser que un suceso ocurra a 20 km de distancia de tu ubicación actual y suponés, por pura ingenuidad, que este simple hecho te exonera de cargar con equivocaciones ajenas. Dejame decirte que has caído en un error típico. Has subestimado el poder que tiene un traslador de culpas. Ya verás que, por alguna extraña razón, mágica y retorcida, vos vas a ser el responsable de este hecho. Vos causaste esta desgracia sin saberlo.
Pensarás, ¿y yo que tengo que ver si estaba en mi casa tomando un té? Ya vas a ver, cuando llegue te va a decir que se lastimó por estar distraído pensando en vos, o alguna pavada similar.
Si todavía podés jactarte de que este ser infumable no se cruzó nunca por tu camino, no cantes victoria. Te voy avisando que están distribuidos por el mundo de forma tan estratégica, que seguro te toparás con uno en algún momento de tu vida. Puede ser una suegra, un profesor, un jefe (el jefe es el peor de todos, te dan ganas de asesinarlo con tus propias manos) y por qué no, también puede ser el amor de tu vida. Y sí, uno lo elige de quien enamorarse. Si esto último te sucede tendrás el cielo ganado. Aplausos infinitos para vos.
ESTÁS LEYENDO
Bolu-quejas de una mujer común
RandomHola, hola. Probando, probando. ¿Se escucha bien allá en el fondo? Los interrumpo un momento para la presentación de este compilado de tonterías varias con aspiraciones de libro decente. Aspiraciones completamente infundadas, por supuesto. ¿Qué van...