Todólogos

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Argentina es el país con mayor cantidad de todólogos a nivel mundial. Los números son alarmantes. Sí, en esto somos los primeros del mundo. ¡Musicalicemos esta parte! Poneme de fondo el tema "We are the champions", por favor.

Este país está plagado de gente que sabe sobre todo. De lo que realmente sabe y de lo que piensa que sabe (y en realidad no sabe un carajo). Es más, a veces creen ser expertos en el tema. Increíble.

Gente, cuya ocupación formal y principal es otra, ¿se dan cuenta? Son médicos y todólogos, fotógrafos y todólogos, panaderos y todólogos. La lista es prácticamente interminable.

Esta extraña situación permite que un tipo que es mecánico, por ejemplo, le cambie la correa de distribución a tu auto y te tire un tip para combatir las hormigas del jardín. Vamos a llamarlo Cacho, por el momento. Cacho no tiene jardín, tampoco tiene estos indeseables insectos, pero si tiene un amigo, el pelado, cuyo tío es jardinero y le recomendó un potentísimo veneno para las hormigas coloraditas, esas que él no tiene porque tampoco tiene jardín. Acto seguido te revela el secreto de un buen asado, porque él es el mejor asador del mundo, sin duda. Cacho conoce además el motivo por el cuál la selección de fútbol está jugando tan mal (¡Lo estamos desaprovechando a Messi, claro!) y sabe de manera fehaciente cómo desactivar una bomba (hay que cortar el cable rojo, obvio). También opina sobre literatura, leyó dos libros en toda su vida y piensa que Mario Benedetti es un cantante de cumbia, pero vos escuchalo igual porque él sabe sobre todo.

Ahora bien, también anda suelta por la vida una tal Nilda. Ella es comerciante, vende artículos de limpieza y mientras te está entregando la botella de detergente que le pediste, aprovecha para contarte por qué se hizo vegetariana; hace unos meses vio un videito en el que mataban a las pobres vaquitas y eso le cambió para siempre la perspectiva con respecto a la alimentación. Hoy Nilda detesta a todas las personas que comen carne, incluido vos por supuesto, y hace todo lo posible para exorcizar a su paso a todos los endemoniados carnívoros. Ella conoce además el motivo por el cuál la selección de fútbol está jugando tan mal (¡El técnico es un desastre, claro!) y sabe de manera fehaciente cómo desactivar una bomba (hay que cortar el cable azul, obvio). También opina sobre literatura, leyó tres libros en toda su vida y piensa que Dorian Gray es una marca de cremas faciales, pero vos preguntale igual porque ella tiene la posta en todo.

Supongamos que Cacho y Nilda coinciden en tiempo y espacio, un sábado a la noche en la casa de Mimí. La pobre Mimí organizó una reunioncita modesta con sus familiares y amigos con motivo de su cumpleaños. En cuanto estos dos todólogos cruzan escasas palabras sobre cualquier tema, se arma un desmadre digno del mejor encuentro de lucha libre. Vuelan sillas, platos, insultos.

¡Vamos todos! Vamos que la sabemos. No time for losers 'cause we are the champions of the wooooooorld. Imaginemos a Freddie cantando, pongamos un poco de voluntad, sino la cosa no funciona.

Claro, ustedes dirán que hay Cachos y Nildas en todos los países del mundo, pero en Argentina hay muchos y se cruzan bastante seguido, y eso genera una situación incontrolable.

El problema no está en la diversidad de opiniones, eso es incluso saludable para la sociedad, permite ampliar los límites de nuestro pensamiento y conocimiento; el problema está en que los todólogos piensan que son los portadores de la verdad absoluta.

Mientras tanto, los que nadamos en nuestra propia ignorancia no sabemos si putear a Messi, al técnico o a todo el plantel, y ni siquiera podemos dilucidar si hay que cortar el cable azul o el rojo, fíjense que desgracia.

Hagamos esto, dejemos que Cacho escuche todos los temas que quiera de "Mario Benedetti", dejemos que Nilda se coloque la crema "Dorian Gray" en el rostro todas las noches. Ellos ya son dos causas perdidas.

El resto, que todavía tenemos salvación, juntemos un poco de dignidad y valentía, y dejemos de dar cátedra sobre lo que no sabemos. Después de todo "no sé" son dos bellas palabras cuando van juntas.


Bolu-quejas de una mujer comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora