IV.

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Capítulo dedicado a la Cocozoncora❤🙊

Miré quién había tocado mi hombro y quede estupefacta, era el medio mino, lo sé es raro de mi esta huea, pero literalmente, era bonito.

—¿A mi? Oh chucha, sorry, no había cachado, pero no, no me subiré, está muy llena– dije dandome vuelta, quedando frente a frente a aquel mino. 

—Ah bueno, entonces la espero contigo– dijo y se volvió a sentar, ay que lindo, me señalo a sentarme con el, le hice caso y me sonrió.

—¿De que colegio eri? – pregunte dudosa por su uniforme.

—Buen Pastor ¿y tú?

—Poli– dije cortante.

—Ah buena, ¿y a que hora entrai?

—Ocho ¿y tú?

—Igual, mira ahí viene una micro– dijo y se paró, hizo parar la micro y yo me pare, esta no estaba tan llena, nos subimos y tuvimos que irnos parados si. 

—¿Como te llamai? – le pregunté.

—Máximiliano ¿y tú?

—Nicol.

—Lindo nombre, oye ten cuidao po'– le dijo a un hueón que paso a empujarme.

—Tranqui– le dije.

Después de conversar un rato con el Max, vi que iba llegando al colegio, y eran las ocho diez, por ahí.

—Ya, me bajo en la esquina, gracias por acompañarme– le dije ya llendome, pero me detuvo.

—¿Dame tu Whatsapp?– dijo poniéndose rojito.

—Ya, anota, +56900272...

Se lo dí, me despedí y me bajé de la micro.

El Max me alegró la mañana con su simpatía, iba llegando al colegio y me llaman, número desconocido, contesté y era el Max.

—Hola, mina de lentes. 

—Hola, mino llamado Maximiliano.

—¿Llegaste?

—Estoy por llegar ¿y tú?

—Haré la cimarra, yo no quería venir hoy.

—¿Y porque?

—Que paja verle la cara a mis compañeros, y a los profes, así que prefiero ahorrarme eso.

—Ah, entiendo, estamos igual, solo que yo tengo venir si o si.

—Que pena, ¿a que hora sales?

—A la una, y después en la tarde a las cinco, ¿porque?

—Decía, por si querías que te fuera a buscar a la tarde, porque pareciera que vivimos cerca.

—Ah, bueno, ningún problema.

—Ya, entonces nos vemos a las cinco, te espero afuera del colegio.

—Ya, cuidate, cusbai.

Cortó y todavía me faltaba por llegar al colegio, así que agarré mi bolso y saqué la libreta por mientras.

(...)

Después de que llegara a inspectoria, me fui al baño, porque estaba que me meaba, pasé y no había nadie así que mejor pa' mi.

Me fui a la sala, golpee la puerta y me abrió la Javiera.

—Hola– me dijo sonriendo.

—Hola– le respondí el saludo.

Fui a dejar la libreta a la mesa del profe, y me fui a mi puesto, saqué mi cuaderno y empecé a escribir lo de la pizarra.

—Como les decía, la prueba será la próxima semana, así que estudien.

Al rato salimos a recreo, yo siempre me quedo arriba, porque no me gusta bajar, pero ahora era el momento de bajar, porque estaba caga del hambre, y quería pan, así que fui al kiosko.

Estaba lleno de hueones de cuarto, y como una es chica, no puede pedir ni una hueá, estire un poco la mano, y se dio vuelta un hueón alto, rubio de ojos claros, me sonrió.

—Pasa– me dio la pasá, ah casi, me ubique donde estaba el y pedí mi pan.

—Tía quiero un jamón palta, porfi– le dije y ella asintió 

—Son quinientos – le pasé la luca y me paso el vuelto.

Salí de ahí, y me fui a la sala, porque ya iba a tocar.

Subi las escaleras, pasé por el 1°B y un hueón me tiró un beso, me di vuelta y se hicieron los hueones, así que solo seguí mi camino. 

La mina de lentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora