El Francisco se rio por mi comentario.
—Ella la más chora po'– dijo riéndose.
—Sabes, no me parece gracioso que te estés burlando de mi, solo porque dije eso, lo encuentro realmente patético de tu parte– me crucé de brazos.
—Ya, pero calmate, si yo no tengo la culpa de que esas minas estén locas– su cara se torno seria.
—Ya, bueno, me voy– dije y me iba en dirección a la sala, pero una mano me detuvo.
—Oye.
—¿Qué quieres?
—Agh, nada– me soltó y se fue.
—¿ok?
(...)
—Nicol, que caga te mandaste hueón, ¿por que cresta le pegaste?– mi papá me estaba gritando.
—Calmate un poco– le dije para que dejara de gritarme.
—Como quieres que me calme Nicol, si te echaron suspendida por una semana, por dejar a una niña con la cara llena de golpes, ¿así te crié? Nicol, me saco la mierda trabajando, todo el maldito día, ¿y tú me pagas así? ¿crees que es justo?
—Le pegué porque su amiga me amenazó y luego ella me empezó a huebear– le dije con desinterés.
—Nicol, ponte más seria para tus cosas, ay dios mío, que cresta voy a hacer contigo Nicol, por la chucha, andate a tu pieza– dijo y me fui a mi pieza enojada.
Hueón es injusto que no le cuenten toda la historia, me dejan mal a mi, sabiendo que esas hueonas empezaron, y sabiendo que en el colegio que me matricularon, es una real mierda, revisé Whatsapp y tenía un mensaje, era del Francisco.
Francisco:
Hola loca peleadora, cuéntame que onda, que pasó ahí con las locas esas
17:58Ya te dije que pasó y porque fue esa mi reacción
18:04Pero pa que te vas en esa, solo pregunto, para que me digas con más detalles ph
18:04Si queri nos juntamos, que me enojé con mi viejo, por eso y agh, lo que menos quiero es estar en mi casa
18:06Ya ph, donde y a que hora
18:07Podi ahora?
18:09Si obvio, en donde?
18:10Mira, te mamdaré la dirección de mi casa y te espero acá, hay como una palzilla cerca de aquí, que no va nadie xd
18:10
Excepto hueones que se ponen a fumar
18:11
Dirección google maps.
18:12Ya, dale, estoy ahí en 25
18:13Salí de mi pieza, sin hacer ningún ruido, cache que mi papá estaba en su pieza, quizás estaría durmiendo o que se yo, saqué mis llaves de la mochila y salí de mi casa.
—Son las... Seis diecisiete, lo espero allá en la plazilla mejor– dije y bajé por las escaleras, una paja el ascensor.
Llegué abajo, y salí del block, camine una cuadra, a paso de abuelita y llegué a la plazilla, vi la hora, eran las seis veinticinco, esperé al Francisco unos siete u ocho minutos y vi que venía a lo lejos.