Capítulo 18

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Scott está aprendiendo a controlar poco a poco sus poderes, porque se ha dado cuenta que Allison no lo debilita, que lo hace calmarse. Es algo así como su ¨Ancla¨. Stiles me ha informado de ello hace un rato por whatsapp. Así que, me despreocupo un poco y vuelvo a lo mío, sola en casa.

Aunque no hago lo que haría normalmente, no se acerca ni de coña. El video me llama, es como si me pidiese que lo viera una y otra vez, y así hago. No paro de mirar los ojos rojos una y otra vez. Sin parar. No lo entiendo, pero siento una conexión extraña con ellos, una conexión que no le he contado a Scott y Stiles, porque algo me dice que no debo hacerlo.

Eso no ha sido en lo único que he pensado, porque cada vez me doy más cuenta de lo que estoy haciendo: mentirle a Allison. Yo, a Allison, la misma a la cual yo no podía esconder nada, ahora le oculto muchísimas cosas. Pero si así la mantengo a salvo, sé que aunque me cueste mucho, vale la pena.

Se me debe de haber pasado el tiempo volando, porque cuando me llega un mensaje y voy a mirarlo me doy cuenta de que ya ha oscurecido. Miro el móvil, el mensaje es de Scott.

<<Necesitamos tu ayuda, ven al instituto. Ya.>>

Me preocupo y en menos de cinco minutos estoy en la puerta, vestida y lista para ir a ayudar a Scott, que seguramente esté con Stiles.

Pero pronto me doy cuenta de que no tengo coche que conducir, así que, decido ir en una mezcla rara entre caminar y correr.

El instituto tampoco está demasiado lejos de casa, así que tardo unos veinte minutos en llegar y darme cuenta de que necesito más aguante a la vez que pongo mis manos en las rodillas y respiro agitadamente. Cuando levanto la cabeza, encuentro un panorama que no me esperaba; El jeep de Stiles con el capó muy abollado, parece que se lo han cargado por completo. Y el coche de Derek también está, justo detrás del de Stiles. Pero no solo hay dos coches, sino tres. El coche de Jackson también.

La puerta de entrada está abierta, y sé perfectamente lo que está pasando: es una trampa. No tengo ni idea de cómo lo sé, pero siento que el video del alpha, los ojos rojos, tiene algo que ver. Y pienso en volver a casa y no salir en días, pero pienso en Stiles, Scott y Jackson ahí dentro y... Con el alpha y... Está claro que no puedo dejarlos.

Entro, muy vacilante, e intento no hacer un solo ruido, y me doy cuenta de mi estupidez. Un instituto de noche siempre da miedo, mucho miedo. La poca luz, el pasillo con las taquillas a los lados... Todo muy siniestro. Decido hacer lo más lógico y llamo a Stiles. No tarda en contestar.

–¿Alex? –Parece estresado y preocupado. Me pongo más nerviosa.

–Stiles, ¿dónde estáis?

–¿Dónde estás tú? No me digas que estas en el instituto...

–Ha sido el alpha, ¿verdad? Me ha llegado un mensaje de Scott pidiéndome que viniera, sé que estáis con Jackson y...

–¿Dónde estás? Ven al aula de biología. Ya, Scott se ha ido a buscarlo. –Me corta.

Le cuelgo y corro. Corro todo lo que puedo hasta que me choco con alguien, o algo y caigo de culo. Cierro los ojos un momento, y al abrirlos, deseo no haberlo hecho.

Tengo un enorme animal extraño delante de mí, se quién es, no por su forma, no por el pelo que lo envuelve, sino por sus ojos. Ojos rojos que me miran, sin pestañear, y contengo el aliento a la vez que me estremezco.

Voy a morir, lo sé. Y solo puedo pensar en el hombre que asesinó en el videoclub, en la hermana de Derek, el hombre del autobús... Seré una más de su lista de asesinatos, una más.

Cierro los ojos con fuerza, preparada para recibir un zarpazo, pero en vez de eso solo siento dolor una vez, de golpe, en el hombro. Grito. Siento un fuerte dolor seco en el hombro derecho y no entiendo nada, hasta que abro los ojos y no veo nada, se ha ido. Sé exactamente lo que eso significa.

No me ha matado.

Me ha mordido.

Y duele, duele una barbaridad.

Grito. Grito de dolor, de angustia y sobre todo de miedo. Veo a Stiles correr hacia mí, junto a Allison, creo. Porque empiezo a ver todo un poco borroso, así que cuando llegan a mi lado, me desplomo contra el suelo, no sin antes escuchar mi nombre de la voz de mi mejor amiga.

...

Me duele la cabeza, y el hombro, pero estoy apoyada en algo blandito y cómodo, y me acurruco más. Pronto empiezo a escuchar sirenas de policía y me despejo rápido.

Lo recuerdo todo y cae sobre mi como un jarro de agua fría.

Levanto la cabeza y me doy cuenta de que no estoy en algo, estoy en alguien. En los brazos de Stiles; quién al darse cuenta de que estoy mirándolo me sonríe aliviado y suspira.

–Alex, joder, ¿estás bien? –Yo asiento, pero hago una mueca porque me entra un fuerte dolor de cabeza. –Te escuchamos gritar y al verte tirada con sangre... Pensaba que... -No termina la frase pero no hace falta. Yo solo asiento y me bajo de encima de él cuando me doy cuenta de que estamos en un coche de policía, con su padre en el asiento delantero hablando por una especie de gualquitalqui.

Probablemente tendría que estar muriéndome de vergüenza por haber estado encima de Stiles, o preguntándome que hago en coche del sheriff, pero no puedo. Rápidamente miro mi hombro, esperando encontrarme una herida grande, pero solo veo sangre seca. No hay herida, no hay nada. Un humano no podría haberse curado tan rápido. No puede ser, no me puede pasar esto. No.

Miro a Stiles, esperando encontrar algo que me diga que esto no es verdad, pero él solo hace una mueca y pone cara de preocupado. Me lo confirma.

Me ha mordido un alpha y me he curado, sola, deprisa. Soy una de los suyos. Me acaban de transformar en mujer lobo.


Una más de la manada [Stiles Stilinski]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora