Capítulo 17

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–Ei, Alex. ¿Qué haces aquí? –Dice Kate en el momento en el que abre la puerta. Ayer por la noche, mientras dormía soñando con ojos rojos, el padre de Stiles sufría un accidente en la reunión de clase y Chris mataba a un lobo de montaña. Stiles está cabreado con Scott, no sé muy bien por qué.

–He venido a ver a Allison. –Digo mientras entro. Juntas subimos las escaleras y picamos a la puerta y Alli tarda un poco en contestar.

–Un momento. –Su voz parece agitada. ¿Qué estará haciendo? Se escuchan pasos y la puerta del armario cerrarse, pienso que acabará de salir de la ducha o algo. Kate y yo nos lanzamos una mirada extraña.

–¿Allison? –Dice ella.

–Eh... a voy, ya voy. –Y al segundo abre la puerta, va vestida y no tiene el pelo mojado, así que seguro que no se ha duchado.

–Hola. –Digo yo. –¿Qué pasa?

–Nada. –Dice mientras se gira y se cruza de brazos. –Solo... Hacía deberes y enviaba unos e-mails.

Se sienta en la silla y mientras kate se queda cerca del armario, yo me siento en la cama. Allison nos mira con... ¿miedo?

–¿Enviándole correos a tu novio? –Yo rio por lo bajo, y Allison agacha la cabeza para ocultar su sonrojo. Es tarde, ya lo he visto.

–No, a la protectora explicándole como el idiota de mi padre mató a un león de montaña. –Allison y su ironía no llaman mi atención, porque de golpe siento la sensación tan característica. Alguien me está mirando. Pero Kate está mirando a Alli, y ella tiene la mirada puesta en el ordenador.

Me pongo alerta, y miro hacia la ventana, pero no hay nadie, mientras Kate y Allison se ponen a hablar sobre un tema de una bestia y no sé qué. Me vuelvo a figar en ellas, veo que Allison le lanza una mirada de miedo al armario y yo miro hacia allí. Kate se ha acercado al ordenador, así que no me ve mientras me acerco. Y ahí hay alguien. No lo distingo porque las rendijas de la puerta del armario son muy pequeñas, pero me apostaría lo que fuera a que sé quién es.

Oprimo la risa y me acerco otra vez hacia donde están ellas, le doy un codazo disimulado a Allison y cuando me mira subo y bajo las cejas. Me pide con la mirada que no diga nada y, obviamente, no lo hago. Cuando vuelvo a prestar atención de lo que están diciendo, solo llego a escuchar algo que me deja de piedra.

–Se parece a un lobo. –Abro mucho los ojos y miro a la pantalla, donde hay el dibujo de algo muy parecido a un lobo, como el del collar que le regaló Kate por su cumpleaños. –Bueno Kate, gracias por lo del trabajo, pero Alex está aquí porque... Quiere hablarme de Stiles.

Abro la boca para quejarme, pero Allison me lanza una mirada de advertencia. Callo. Kate me mira sorprendida y Allison me vuelve a mirar, para que lo argumente.

–Sí... Es que... Estoy... Sí, estoy celosa. De una chica... Llamada Lydia. Sí, eso. –Que mal sé disimular. Noto a Scott mirándome y me dan ganas de confesar que está ahí escondido solo por lo que me está haciendo decir Allison. –Pero... Preferiría hablarlo a solas con Alli, tía Kate.

–Está bien, cariño. –Nos mira a las dos con amor, a veces me cuesta pensar que es una asesina. –Alex, te quedas a cenar. Hasta ahora.

Se gira y se va sin decir más. En el momento en que cierra la puerta corro hacia el armario. Escucho un 'ALEX' De una Allison preocupada pero me da igual. Lo abro y veo exactamente lo que pensaba. Scott, mirándome con sorpresa y miedo, SIN CAMISETA, la cual lleva en la mano.

–Em... Hola, Alex. –Dice Scott a la vez que sale del armario y se pone la camiseta, incomodo.

Los miro alternamente, con los ojos como platos, me doy cuenta de que Allison no lleva sujetador y ato cabos. Me echo a reír de golpe. Se los ve muy incomodos y Allison está rojísima. Me río tanto que me empieza a doler la barriga, así que intento calmarme.

–¿Pero sois tontos? ¿Con Kate en casa? Vaya dos. –Y vuelvo a reír y a reír.

–Cállate, que te oirá. –Dice Allison flojo.

–Yo... Mejor me voy. –Scott me mira rascándose la nuca. –Esto es bastante incómodo.

–No, no lo es. –Digo con una sonrisa. Cuando los dos me miran sin entender nada prosigo. –Será incómodo como la dejes embarazada o le hagas daño de cualquier forma, entonces será incomodo que tenga que ser yo quien te pateé el culo.

–ALEX. –Grita Allison a la vez que se echa una mano a la cabeza. Lo más gracioso es que Scott, un hombre lobo con súper sentidos, tenga miedo de mí; porque traga saliva y asiente.

–Perdón, siempre quise decir algo así.

Scott se va, saltando por la ventana, y Allison y yo nos pasamos una hora hablando y haciendo tonterías. Me dice que esa ha sido la vez que más cerca han estado de hacerlo, que siempre les interrumpe algo. Yo me río y le recuerdo un millón de veces que use protección.

Cuando estamos bajando las escaleras Allison me coge del brazo y me mira seria.

–Alex, ni una palabra a nadie. No te atrevas a decírselo a Stiles.

Le sonrío.

–Claro que no, ¿por quién me tomas?

...

–¿Qué? ¿Escondido en el armario? –Dice Stiles. Estamos en su habitación, yo tumbada en la cama boca abajo y él dando vueltas con su silla. Después de cenar en casa de Alli he venido aquí para contárselo todo.

–Sí, sí. No sabes cómo me he reído. Deberías haber visto sus caras. –Y estallamos en risas. –Casi los pilla Kate.

Seguimos riendo, pero Stiles deja de hacerlo de golpe y lo miro con el ceño fruncido.

–Representa que yo tengo que estar enfadado con Scott, por su culpa mi padre casi se rompe un brazo o algo peor.

Le sonrío un poco.

–Sé a lo que te refieres. Estás intentando enfadarte con Scott pero no puedes, me pasa lo mismo con Allison.

Se levanta de la silla y se sienta a mi lado. No me había dado cuenta de que me he sentado con los pies colgando hasta que se pone a mi lado. Está muy serio, pero muy cerca.

–Hay momentos en los que me pregunto por qué lo ayudamos. A ver, en parte claro que lo sé. Pero... No tenemos nada que ver con ello, me refiero. Y nos seguimos complicando. Imagínate que... esto va a más... Podrían hacernos daño, matarnos o... O a alguien que queramos. Los dos somos normales, no podríamos hacer nada para impedir que alguien como ellos nos hiciera algo.

Stiles lo ha dicho todo del tirón, pero lo entiendo a la perfección, Y la verdad es que yo ya he estado pensando en eso.

–Yo sé que necesito a Allison, de la misma forma en que ella me necesita a mí. La misma en la que Scott y tú os necesitáis. Es mi mejor amiga, y la quiero. –Sonrío. –Y cualquiera arriesgaría lo que fuera para tener a salvo a la gente que quiere. Y si tengo que vigilar y mentir a Allison para que ella esté bien, lo haré. Por qué de eso se trata, de que es mi hermana.

Stiles se me queda un buen rato, en silencio, con una mirada de respeto absoluto. Y una sonrisa, una muy bonita sonrisa. Si lo besara ahora mismo...

–Eres muy buena persona, Alex. –Coloca la mano sobre la mía y las miro; quedan muy bonitas y complementarias juntas.

–Hago lo que puedo. –Y seguidamente, y sin darme cuenta, rompo la preciosa magia de ese precioso momento al cambiar de tema. –He estado pensando en cómo ayudar a Scott a controlar sus transformaciones. –Stiles se separa un poco y alza las cejas, dejándome vía libre para continuar. –Tiene que controlar su pulso. Háblalo con él. Consigue una de esas máquinas que siguen tus latidos y hacer pruebas. Cabréalo y que él intente controlarlo, seguro que funciona.

–Es una idea genial. –Parece contentísimo. –No sé cómo no se me había ocurrido antes. Alex eres un genio.

Me da un beso en la mejilla y salta de la cama para ponerse a buscar en el portátil donde puede encontrar un seguidor de pulsaciones. Está tan concentrado que no se da cuenta de que me toco el sitio donde me ha besado con la palma de la mano mientras sonrío, pensando que es la primera vez que sus labios tocan cualquier punto de mi piel, y sintiendo unas cosquillas extrañas pero agradables en la mejilla.


Una más de la manada [Stiles Stilinski]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora