Lágrimas

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A pasado más de un mes desde que me intentaron jugar esa broma en la enfermería. La verdad debí medirme más con mis palabras, pensándolo bien, solté un dato valioso en ese arranque de liberación, por así llamarlo.

Los abusos se "detuvieron" lo que básicamente significa que ahora me ignoran y las bromas son poquitas, pero bruscas. La última vez hicieron que cuando el profesor Snape revisaba mi pócima, esta se tornara negra a base de que en cuanto me giré para agarrar los pétalos de flores que pidieron, los malditos agregaron cola de lagartija a mi mezcla sin yo notarlo. A veces siento que las cosas me pasan por tonta y poco atenta, pero no estoy segura si es del todo así.

Aquel día me pasé la tarde entera en la maldita enfermería, me sentía tranquila conmigo misma ahí dentro, después de todo lo malo que me estaba pasando allá afuera, ¿no merezco un misero descanso? aunque hubiera tenido que fingir que me moría no me iban a sacar de allí ese día en especial, no hoy, no señor.

Al final me cansé de fingir estar inconsciente, no es que sea difícil, pero estar todo el tiempo de ese modo no es lo más placentero que digamos. Además, una persona inconsciente no se mueve (aunque olvidé eso antes). Cuando lo recordé fue un alivio de que fuera una broma y no la enfermera de verdad, me hubiera echado a patadas de su enfermería, después de todo no correspondía que fingiera estar enferma cuando alguien que en verdad tal vez lo estaba, no recibía toda la atención que necesitaba por mi causa. Me sentía un poco culpable, sí, pero no lo suficiente para detener mi plan a mitad de camino.

"Desperté" y me fui a mi alcoba, junto a "A,B y C" para hacerme compañía con sus voces de gato peleando con gaita, en verdad que me caen mal. Estoy bastante segura de que ellas ayudaron a esparcir rumores de mi por la escuela, después de todo, ¿qué clase de Slytherin que se respeta no lo haría cuando le gritan en la cara? 

Slytherin no es la casa del valor, no es la casa de la sabiduría, no es la casa de la amabilidad. Si es algo, es la casa de los traidores y mentirosos de corazón, y ahí estaba yo, en medio de la casa de los traidores, siendo atacada por las espaldas por ellos. ¿Mi pecado?, Les dije algo feo a tres niñas odiosas a las que no les dan la suficiente atención en su casa, ¿en serio yo merezco todo lo que me pasa? ¿qué hice, en ese caso, para que así sea?. 

Hay veces en esta vida en la que desearía ser de aire, existir, pero que nadie me pudiera hacer daño, que pudiera sentir la lluvia correr por mi sin sentir miedo de mojarme el cabello, porque no tendría. ¿No sería dulce poder descansar cada día sin miedo? sin pensar "oh, Dios, ¿y si hoy me explota algo en la cara?" por culpa de tus compañeros que te querían jugar otra "broma inocente" como la llamaban ellos.

No había mucho que yo pudiera hacer al respecto... tampoco es que lo que pasaba ahora fuera muy diferente a antes. Antes de todo este lío, me atacaban una vez al mes, ahora es semanal. Al menos les doy una medalla a la insistencia, no me han fallado ninguna semana, siquiera cuando es viernes, a la última hora, dejan de hacerme una broma para concluir la hermosa semana, a la que creía haber sobrevivido una vez más, equivocándome, como no, a veces creo que tengo un talento especial para cagarla conmigo y le mundo.

                                                                                                °°°°

Y otro mes se va. El otoño empieza a asechar a la vuelta de la esquina, y con ello Halloween, y con este último, la fiesta de Halloween, que incluía incluso, un gran baile ceremonial. Siempre he sentido que esa idea es estúpida, chicos de apenas 11 años sufriendo la humillación tener que invitar a alguna chica a bailar, chicas desoladas porque el chico al que aman invitó a otra, chicos despechados en la friendzone, la humillación de tener que estar sola en el baile... o tal vez esa última soy sólo yo, no tengo modo de comprobarlo, aunque el hecho de siempre ser la única que diviso sola me ayuda a creerlo.

Cada año la escuela organizaba un baile, cada año, yo iba sola. La verdad siquiera me ponía algo especial, me ponía la ropa de "gala" que para mi, era la cosa menos indecente de mi armario y vamos saliendo, después de todo, no tengo a nadie a quien impresionar con mi "despampanante belleza" ni un "chico de mis sueños al cual impactar". Me tenía a mi en medio de la música, soportando como algunos se declaraba en esa noche, para mi, nada especial, y gozaba bastante, he de admitir, cuando les decían que no, era gracioso, y bastante.

Hablando de rechazo... recuerdo aquella vez. Yo iba a enviar un mensaje a mi madre con la ayuda de mi fiel lechuza, un bicho totalmente negro y de ojos verdes que crees que poco más y ven tu alma, a pesar de todo el miedo que da, tiene cierto encanto el ojotes ese. La gracia es que a eso iba cuando veo a, ni más ni menos, que a Harry Potter, y no estaba solo, claro que no (nunca lo está). Resulta que el muchacho estaba con... ¡Cho Chang! la querida chica asiática de Ravenclaw (oh, eso casi sonó racista) ¿a que nunca adivinan que hicieron? ¿se besaron? ¿se dieron un abrazo? ¿la mano?... NADA, Cho lo rechazó cual idiota enamorado, y él "no pasa nada" como si no le doliera, cuando hasta donde yo estaba pude escuchar el "Crack" que hizo su corazón en ese preciso segundo. Me quería reír tan fuerte, pero de hacerlo me delataba como tonta. Me escondí detrás de la muralla, el peor escondite del puto mundo, pero ambos estaban conmocionados, así que no importó.

Me desvié bastante, ¿o no?, lo haré tanto como pueda, para alejarme de la realidad que vivo... es casi irónico. Yo me reía mucho de esa gente "emo", que se andaba cortando y haciendo todas esas estupideces, aún teniendo la dicha de poder hacer magia y todo lo que ello implica, deciden cortarse como tontos, como si no tuvieran nada mejor que hacer. Lo entiendo de los muggles, ellos no tienen magia ni nada genial con el que compensar lo aburrido y monótono de sus vidas, se los podía perdonar... y ahora yo también pensaba en lo mismo.Pero me rehúso, soy mejor que eso, no puedo caer tan... bajo... pero en serio es difícil no llorar a veces, ¿sabes?.

Me saltaré un poco en el tiempo. No pasó nada interesante o nuevo mientras llegaba el baile de Halloween, clásico de cada año, nadie me invitó, ni por cortesía, ni para poder alardear después mintiendo sobre lo que en verdad pasó. Como cada año, me quedaría cerca de la mesa de bocadillos infinitos, por lo cual no podrán notar como los hago desaparecer a montones, porque para cuando se giren, volverán a estar ahí, ¿no es esa la coartada perfecta para mi glotonería?.

Para mi estas formalidades no son más que una oportunidad para atiborrarme de comida sin ningún tipo de vergüenza, después de todo, ¿quién se pone a ver a la rara que está sola cuando tienes al "amor de tu vida" junto a ti? tendrías que estar muy tonto, la verdad.

Llegó el momento de elegir que ponerme, no tenía nada especial, nunca me compré un vestido, igual nadie me iba a sacar a lucirlo en la pista de baile, no tenía chiste, sólo iba a perder dinero a mansalva y de forma tonta y bastante torpe e inconsciente, no una buena idea.

Me puse el vestido que uso cada año, simple y recatado. Me lo había comprado mi madre con la esperanza de que lo usara para "mi gran día" pero la verdad ella no sabría si en verdad lo usé sólo ese día, así que lo usaba cada año desde que mis pechos por fin cupieron en él, más o menos 3 años. ¿Qué puedo decir? mi ropa me hacía ver más plana de lo que estaba.

-"Llegó la hora, mesa de aperitivos, allá te voy"-

La tormenta imposible [Hermione x Pansy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora