Sueños

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Ya siquiera sabía en que parte del castillo me encontraba. No es que me importara. Nunca en mi vida me había sentido tan miserable como en ese preciso instante, como si todo dentro de mi se hubiera derrumbado. Finalmente ya no tenía razones para seguir intentando, se habían agotado las opciones para mi.

Sé que choqué con algunas personas en mi carrera por el castillo. debido a que de vez en cuando sentía un fuerte "¡Cuidado!" cerca de mi, acompañado de un poco de dolor en donde impactábamos. Pero no podía dejar de correr, siquiera sabía porqué estaba corriendo, era como si intentara escapar de mis problemas, claramente ellos eran más rápidos que yo, pero estaba desesperada. Tal vez si corría con la suficiente velocidad, todo se solucionaría... era obviamente un pensamiento estúpido, pero estaba aterrada. Debía volver a casa, donde mis padres no harían más que castigarme, hacerme sentir más culpable por mis decisiones, hacerme sentir más miserable de lo que de por sí ya hacía; Los comentarios de la gente de la escuela son duros, duelen, pero cuando las palabras de desilusión son de alguien como los padres... es cuando las palabras dejan de ser solo eso, y se sienten como miles de golpes, uno tras otro, sin piedad.

Estaba agotada, ¿cuánto tiempo llevaría corriendo?. Necesitaba detenerme, pero no quería que nadie me viera. Decidí que lo mejor era esconderme, así que entré en un cuarto al azar, parecía ser una de esas salas de la escuela que siguen sin tener nada. Este lugar era endemoniadamente grande, imposible tener algo en cada lugar.

Me senté en el suelo, apoyada en una de las paredes de la habitación. Siquiera había una triste alfombra, así que eso era lo mejor que podía hacer. Así me quedé por un largo rato, haciendo nada, siquiera quería pensar. No estaba a salvo de sentirme mal siquiera en mi mente, pero no pude evitarlo. De un momento a otro mi mente me empezó a atormentar con escenarios posibles de cuando llegara a casa, de a donde iría a parar a partir de ahora. Expulsada de la mejor escuela de magia y hechicería, que tiene de director a un sujeto que se puede enfrentar a Voldemort, pero que no pudo con una mocosa. No me darán admisión en ninguna otra escuela con ese tipo de de historial.

Me estiré y suspiré, como si así pudiera sacar cada sensación y mal pensamiento de mi ser, cosa que claramente no funcionó, pero no tenía nada mejor. Una vez terminé de estirarme me tiré en el piso. Estaba duro y fue doloroso, pero quería estar así un rato. Cerré los ojos y comencé a imaginar, me gustaba hacer eso cuando estaba absolutamente frustrada, y que mejor momento que este, cuando mi vida se acababa de caer a pedazos en todo sentido, pronto me quedé dormida. Estaba agotada después de haber llorado y gritado, hasta usado magia. Mi cuerpo simplemente ya no podía más, y al momento que le di un poco de paz, no dudó en quedarse dormido.

Soñé con Hogwarts, todo estaba igual que siempre, pero todo era diferente a la vez. Lo sé, es confuso y no tiene sentido, pero ¿nunca se han sentido así?. Todo se veía igual que siempre, pero había algo, algo que no podía entender que hacía de ese lugar tan familiar, uno tan desconocido. Me vi a mi misma ahí, llevaba el uniforme bien arreglado con una bufanda de la casa de Slytherin. Usualmente no uso esa bufanda, pues creo que se me ve mal, pero en ese momento, realmente quería usarla.

Iba caminando con tres chicas, las que comparten habitación conmigo. Sonreíamos y reíamos animadas. En ese sueño, ellas eran mis amigas. Nunca me había visto a mi misma sonreír, en ninguna situación, pero en ese momento... me veía tan feliz, tan realizada, tan... llena de sueños y esperanzas... se veía como aquel arcoíris después de la tormenta que esperé durante toda mi vida y nunca apareció. Durante toda mi vida siempre envidié a aquellos que vivían con esas sonrisas, sonrisas verdaderas, ahora envidiaba a mi propio sueño.

En mi sueño, las chicas se despedían de mi y se iban por otro pasillo, mientras que yo seguía caminando en la misma dirección. La gente me saludaba al pasar, y yo les devolvía el saludo de forma animada. Me topaba con gente y les sonreía, si chocaba con alguien, no me gritaban "cuidado" sino que se disculpaban y seguían su camino.  Seguí caminando. Ya entendía que era diferente de ese lugar. Era cálido y agradable, en verdad me gustaba estar en ese lugar. En verdad estaba feliz...

Finalmente llegué a un pasillo sin salida. Lo miraba con tristeza, pues me había perdido. Cuando escuché una voz animada, pero a la vez dulce y tranquila.

°-¿Te perdiste?-°

Ahí estaba, Hermione. No creí que fuera a aparecer en mi sueño, pero sin embargo ahí se encontraba, sonriendo para mi, como nunca antes había hecho, siquiera cuando empezamos a salir.

Se acercó a mi y me tomó de la mano. Era increíblemente cálida, en verdad no quería soltarla nunca, nunca jamás... Me quedé viendo nuestras manos, y ella, con su dulce voz dijo.

°- No te preocupes, nunca te dejaré sola -°

Esa sonrisa... cuanto hubiera dado por seguir viendo esa sonrisa, por seguir sosteniendo esa mano, por vivir esa realidad que mi sueño ofrecía, y sin embargo, aun en los dulces brazos de Morfeo, sabía que era un sueño, y que me iba a despertar en algún momento, y eso no hacía más que hacer de aquella sensación tan hermosa, una tortura secreta... y sin más... abrí los ojos a la abrumadora verdad.

Estaba despierta. Tenía una mano alzada y sentía las lágrimas correr por mi rostro. Era un sueño... claro que ya lo sabía, pero una parte de mi en verdad imploraba que esa fuera la realidad, que de hecho no estuve viviendo más que una amarga pesadilla, que ese dulce universo era el verdadero, que esa era mi realidad.

Entonces mi mente, aun embelesada por las dulces palabras e imágenes que mi imaginación le regaló por un breve periodo de tiempo, se dio cuenta de un detalle, o más bien, de una gigante verdad. Un hecho del que hasta ahora no me había dado cuenta de lo nublada que estaba mi mente, pero cuando esta finalmente se estaba tranquilizando, lo pude ver con claridad. Ahora, sin Hermione, literalmente no tenía a nadie en esta apestosa escuela, ¿qué más da si me voy? nadie me va a extrañar, ¿siquiera se darán cuenta algunas personas de que me fui? ¿si no fuera por el escándalo que hizo Dean, se habrían enterado?. No, claro que no, a nadie le importa un carajo lo que pase conmigo. Siquiera mi propia casa, siquiera los mismos Slytherin se darían cuanta si desapareciera de un día para otro. Soy más que invisible. Jamás existí para estas personas.

Sentía como si mi corazón fuera a una velocidad abrumadora, pero al mismo tiempo se encogía y estrujaba como nunca antes. Quería volver a mi sueño, lo deseaba tanto. Las lágrimas ahora recorrían mi rostro como una inundación, siquiera me di cuenta de en que momento había empezado a gritar.

- ¡QUIERO REGRESAR! ¡NECESITO REGRESAR! ¡ALGUIEN, POR FAVOR, QUIEN SEA! ¡DÉJEME REGRESAR! -

Corría por la habitación, era como si la salida hubiera desaparecido, y la sala se hacía cada vez más pequeña. Sentía que me faltaba el aire. Empecé a chocar contra las murallas. No sentía el dolor, no sentía nada. Solo una fuerte impotencia, una gran soledad y... amargura, miseria, como nunca antes.

- ¡POR FAVOR, YA NO QUIERO MÁS! ¡QUIERO TENER AMIGOS, QUIERO SONREÍR!... quiero ¡QUIERO SER FELIZ. POR FAVOR, QUE ALGUIEN ME AYUDE! ¡POR FAVOR! ¡por favor! por favor, por... favor...-

Mi cuerpo se sentía pesado. Los golpes fueron demasiado para mi, quien de por si ya estaba lastimada y agotada.  Entonces una luz se hizo frente a mis ojos. No sabía lo que era, estaba aturdida y sentía que casi no podía moverme, pero... quería tanto ir hacia ella. Sabía que no era más que una luz, que probablemente no fuera nada, pero era tan cálida. Necesitaba estar más cerca de ella.

Caminé a duras penas, y pronto mi caminar se transformó en trote, para luego verme a mi misma corriendo. Había alcanzado la luz, que con un fuerte estruendo me dio la bienvenida. Me sentía ligera, como nunca antes en mi vida, y me encantaba. Sentía como una dulce briza rozaba mi rostro, y como una suave voz susurraba que todo estaba bien.

De pronto esa luz no fue más que oscuridad en una fracción de segundo.


La tormenta imposible [Hermione x Pansy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora