11

18.1K 2.1K 472
                                        

Taehyung no me habla mucho, sé que no debe hacerlo, él no tiene la necesidad de decir algo más que no sean preguntas relacionadas al  trabajo. Mi paciencia se está terminando, no soy tan fuerte como pensaba. Es que, verlo irse cada día junto a alguien más hace que me rompa un poco cada vez. Han pasado dos semanas desde que él está aquí. Dos semanas yendo y viniendo de la esperanza a la angustia. No puedo retenerlo más junto a mí, ya que sé que después de aquella tarde en la que lo llevé a casa, su actitud se ha vuelto distante, recelosa.

Pocas veces como está, se queda en la oficina en la hora del almuerzo. Por lo que, me acerco a pasos lentos, aprovechando que no parece tener intensión de huir de mí. Sus ojos se levantan para verme pero no hay expresión alguna que me de una señal de lo que pasa por sí cabeza.

—¿Por qué no has ido al comedor?

—Hace frío —su respuesta es vaga, quiere dejarlo ahí pero se da cuenta de que sigo mirándolo—. ¿Usted no va salir?

—No, prefiero quedarme aquí.

Contigo.

—Ya veo.

La conversación muere, él jamás dejaría que eso pasara. No al menos, que la persona contraria no le agrade. Es decir, no le agrado. Sonrío mientras mi mirada se desvía hacia la puerta, una sonrisa derrotada tal vez. No sé cuánto tiempo tenga que seguir fingiendo que no me muero por hundirme en sus brazos y escucharlo decir que todo estará bien. Me siento tan asustado ahora mismo, asustado al pensar que esta será nuestra única forma de relacionarnos.

—Siento lo que sucedió el otro día. —Cuando me escucha puedo ver sus manos apretarse al rededor del vaso, no me mira—. Hice que te sintieras incómodo, no recuerdo muy bien lo que dije, solo...

—No estoy incómodo, señor Jeon.

—Vamos, Taehyung. Tú —empiezo y sé que mi voz suena dolida, sé que estoy exponiendo mis sentimientos de manera demasiado honesta—, ni siquiera me hablas.

—Estamos hablando, ¿no?

—Pero tú no quieres. —Quisiera tomar sus manos para evitar que se aleje si llego a equivocarme y lo incomodo, sin embargo, sé que él me golpeara si intento algo así—. Te gusta hablar, sueles decir muchas cosas. No te quedas callado tanto tiempo a menos que no te sientas tranquilo.

—Usted está haciendo eso otra vez. —Casi está riendo, pero no hay alegría en ese gesto, no se siente bien conmigo—. Diciendo cosas de mí como si me conociera. Usted no tiene idea de quien soy yo, ¿por qué lo hace?

—Te conozco.

—Ocho días no pueden hacer que las personas se conozcan.

—En realidad han sido diez, Taehyung.

Sus ojos se entecierran, me mira buscando en mi rostro algo que le haga entender de que mierda estoy hablando, pero por más que intente jamás lograría entender el nivel de angustia y terror que siento.

—Buen día, jefe. —Giramos a la persona en la puerta, el nuevo asistente Choi, sosteniendo una libreta—. La oficina de Kim está lista.

Busco la mirada de Taehyung, su rostro brilla de alegría al saber que podrá empezar a trabajar en otro lugar. Tal vez, aliviado al saber que podrá deshacerse de mí ahora. O para ser sincero conmigo mismo, sé que yo no paso por su cabeza ni un solo momento.

—Bien. —Camino hasta mi escritorio con calma, como si no estuviera a nada de maldecir por yo mismo haberlo  pedido. Choi sale dejando a Taehyung está atento a lo que diré—. Te dije que no sería mucho tiempo. Ahora ya tienes tu propia oficina.

Por Volver A Tu Lado. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora