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Entonces sus ojos se abrieron y la luz apagada lo recibió, un silencio apenas roto por las gotas de lluvia afuera. Jungkook se quedó quieto, intentando con todas sus fuerzas averiguar el lugar en el que estaba. Los recuerdos que había perdido llenaban su cabeza uno tras otro haciendo que tuviera un nudo en su garganta que se volvía asfixiante. Tocó su pecho al sentir los golpeteos de su corazón debido al terror que sentía solo pensando que nada había cambiado. Debía ponerse de pie, pese a lo complicado que era el mantener su postura mientras se acercaba al interruptor para encender la luz.

Ahogó un sollozo al ver una fotografía en la mesa, deseando con todas sus fuerzas que no fuese otro de sus sueños y que está vez tuviera la oportunidad de hacer las cosas mejor. Porque verse sonriendo junto a Taehyung en aquel cuadro llenaba su alma de manera sorprendente.

Tragó antes de acercarse a la puerta, su mano apretó el pomo con fuerza, con ansiedad que casi no podía controlar. Una especie de pánico lo golpeó imaginado que no podría encontrarlo, que despertaría y Hyeri estaría al otro lado.

Dios, no.

-Puedes hacerlo -susurró hacía sí mismo odiando saber que si algo salía mal, él posiblemente no podría seguir luchando-. Vamos.

O sí, él volvería a luchar después de llorar y gritar de desesperación.

Abrió la puerta segundos después, se quedó quieto al instante. En algún momento, su mano cubrió sus labios evitando un sollozo, o un grito, debido a lo que encontró. Era Taehyung recostado en la cama que ambos compartían, su rostro escondido por el cabello castaño cayendo. Luciendo más hermoso de lo que Jeon recordara jamás. Dios, lo había extrañado tanto, tanto que en ese momento se congeló en lugar de correr, se congeló en su sitio sin saber cómo hacer para que su esposo no desapareciera, qué hacer para que ese recuerdo se volviera eterno.

Estaba caminando, probablemente. Ya que, pronto estuvo a unos pasos de la cama, sus párpados evitaban cerrarse por miedo a que todo se desvaneciera. Bajó su cabeza cuando la imagen se volvió real, cuando el cuerpo que había deseado tocar estuvo frente a él, dejó escapar un sollozo mientras caía a su lado, sosteniendo su cabeza a la vez que miles de gracias se volvían eternos.

-Estás aquí -pudo decir al fin, mordió sus labios riendo levemente sin poder canalizar la intensidad de sus emociones-. Mi amor, estás aquí.

Taehyung abrió sus ojos al cabo de unos instantes, sus miradas se conectaron un segundo hasta que dolor lo cubrió haciendo que se alejara del pelinegro con rapidez y fuera lejos de la cama. Tenía una arruga en sus cejas, angustia en cada gesto.

-¿Qué haces aquí, Jungkook? -preguntó odiando que su voz se quebrara-. Pensé que no querías verme. ¡Pensé que odiabas la idea de nosotros juntos!

Jeon se apresuró a negar con la cabeza a esas palabras, su mirada fija en el rostro lleno de amargura y tristeza de su esposo. En sus manos temblando al costado, y solo entonces entendió el nivel de dolor que Taehyung ocultaba cada vez que ellos peleaban.

Intentó acercarse pero no parecía ser buena idea cuando todo del castaño le decía que le lastimaba el solo verlo ahí.

-Lo siento, mi amor.

-¿Lo sientes? -Taehyung sacudió la cabeza, una almohada en su manos cubría su cuerpo, el miedo que tenía después de la discusión-. No tienes que hacerlo. Tampoco me elegiría, ¿sabes? ¡Yo tampoco me elegiría en lugar de ella!

-No digas eso -su voz atropellada apenas podía contradecir al dolor de su esposo-. Tú eres mi mejor decisión.

-¡No mientas!

-Pelear por ese libro, es lo único que he hecho bien.

Hubo un silencio en respuesta, Taehyung buscaba el significado a esas palabras. Lo encontró segundos después, era la manera en que ellos se habían conocido. El recuerdo hizo que el castaño sollozara, sus labios temblando mientras trataba de detener sus lágrimas. Jungkook dio algunos pasos hacia él, pero no se atrevía a enfrentarlo. Tenía miedo de hacerlo.

Por Volver A Tu Lado. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora