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Jungkook P.D.V.

No he puesto mucho esfuerzo en cada detalle sobre mi vida antes. Jamás he pensado a donde estaba dirigiéndome, hasta que Namjoon llegó. Lo que dijo, cada una de sus palabras me aterran al punto que no encuentro fuerzas para volver a enfrentar a Taehyung, no sé cómo podría intentar pararme frente a él fingiendo que no estoy asustado de que nuestra historia quede enterrada. No estoy llorando, pese a que no puedo dejar de sentir esta opresión en mi pecho que no está ayudando en nada.

—¿Por qué sigues aquí? —Hoseok entra a la oficina dónde he estado los últimos minutos. Por un momento creo que puede que todo haya vuelto a la normalidad, pero al ver sus ojos puedo captar la diferencia al Hoseok que yo conocí—. El señor Jeon ya está en la sala de reuniones.

Espera que lo siga, sin embargo yo no creo estar listo para actuar frente a mi padre con el recuerdo de él dándome la espalda pese a ser su hijo. Miro al escritorio intentando evitar la sensación de estar siendo analizado cuando Hoseok frunce el ceño por mi falta de palabras.

—Dile que no estoy —pido al fin—. Que no vine hoy, o algo así.

—¿Te he enseñado a mentir, hijo?

Es su voz, al alzar la mirada puedo verlo. Es exactamente a como lo recuerdo, su expresión altiva va bien con su porte elegante. Solía querer ser como él, antes de Taehyung. Creía que no había mejor sensación que estar en su lugar. No es así, en absoluto.

—¿Papá?

—Está bien, entiendo que la última reunión fue complicada. —Mi padre sonríe satisfecho, y yo sigo sin entender de que está hablando. Mira a Hoseok y es suficiente para hacer que nos deje solos—. Me alegra que hayas conseguido cerrar el trato con ese periódico Japonés.

Él camina hacia mí de tal manera que ahora puedo verlo mejor, ha envejecido. Por supuesto, no es él mismo como pensé al principio. Su cabello más blanco es mucho más espeso ahora. Y es algo gracioso que todo eso no logre opacar la mirada que solía darme, que me está dando. Una mezcla de decepción y resignación que siempre fue para mí.

—¿Por qué no pareces feliz entonces, papá?

Su ceja se arquea al oírme, puede que hayan aspectos de esta vida que yo no sepa. Mismos que hacen que su mirada se agudice a medida que piensa como debería responderme.

—¿Por qué dices? ¿Crees que el comportamiento de esa mujer que tienes por esposa esté bien? —pregunta, pero él en realidad no está esperando una respuesta, ya la tiene—. ¿Sabes las habladurías que existen acerca de sus amantes?

Lo pienso y es realmente irónico que lo mencione, por lo que no puedo evitar hablar con diversión que oculta molestia:

—Al parecer se te olvido que fuiste quien insistió en que nos casaramos.

—Lo hice, Jungkook. —Papá esconde sus manos en los pantalones negros de vestir haciendo exactamente el mismo gesto que hizo cuando conoció a Taehyung. No me mira ahora—. Porque sé que no habría nadie más que estaría dispuesto a unirse a ti.

Si supieras, papá.

—Bastante parecidos en ese aspecto, ¿no?

—Te enviaré los documentos por correo. —Cambiando de tema, queriendo quedarse con la última palabras, ni en esta realidad parece que he cumplido sus expectativas—. Eso era todo lo que que tenía que decirte.

—¿Cómo está mamá?

Él gira antes de abrir la puerta para irse, una de las comisuras de sus labios se levanta apenas al verme. Decide acercarse de nuevo, amando la tensión que causa en mí

Por Volver A Tu Lado. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora