Cliché Sobre Tacones [Adaptada] [Aguslina]

🌟/Capítulo 12/🌟

Maratón 2/2

Capitulo dedicado a: stephany0306 Que Por Poco Me Mata Si No Actualizó Ahre..  Gracias!😂♥

«También quiero un comienzo, nudo y desenlace.»

―Carolina

Mi cliché de cada mañana estaba esperándome cuando bajé las escaleras. Era día sábado, pero el desayuno seguía siendo el mismo de todos los días: cereales y un zumo de naranja recién exprimida. Desde los siete años, jamás había tomado otra cosa a la mañana. Quizá por eso mi mamá seguía riéndose de mi desayuno "infantil". 

―En serio, podrías agregarle yogurt a esos cereales. Se ven tan solos ―dijo ella, señalándolos mientras bebía su pocillo de café.

Hizo un mohín lastimero pero yo me encogí de hombros y, cogiendo mi tazón, llevé otro puñado de anillos coloridos a mi boca. Secos, crujientes, dulces. ¿Era necesario mezclarlos con yogurt? No, claro que no.

Mi mamá rio y sacudió la cabeza con gracia antes de ponerse de pie, para luego enjuagar su taza en el fregadero e ir en busca de la aspiradora.

―Limpiaré la sala, encárgate de tu habitación, ¿sí? ―pidió encaminándose al sofá.

Asentí y, llevándome mi jugo en mano, subí las escaleras de regreso a mi dormitorio. Sin embargo, apenas estuve rodeada de las cuatro paredes pintadas de color rosa claro, las ganas de ordenar se fueron. A decir verdad, jamás llegaron. Así que simplemente me tendí sobre mi cama aún desordenada, todavía con mi pijama puesto, y me quedé mirando el techo como si fuese la cosa más divertida del mundo. Bueno, siempre descubría algo nuevo allí arriba, si no era un dibujo formado por la humedad en el cielorraso, era la presencia de algún insecto inofensivo revoloteando cerca. 

Había pasado cerca de cinco minutos con la vista enfocada en lo alto, cuando detuve la mirada en aquellos dispersos puntos que se veían con claridad. Esos puntos me eran familiares. Fruncí el ceño y ladeé la cabeza, buscando una forma, tratando de recordar dónde había visto algo similar.

Fue cuando pestañeé, con mis ojos picando por el esfuerzo, y volví a mirar en esa dirección que un rostro se plasmó tras mis párpados.

Sonreí.

Y sin dudar un momento, alargué la mano para coger el móvil que estaba sobre mi mesilla de luz, y escribí un texto.

¡Adivina qué!

Regresé la mirada al techo y conté los puntos.

Uno, dos, tres, cuatro...

Mi móvil sonó.

¿Despertaste con la luz del sol colándose por la ventana? 

Miré mi ventana, que seguía con las oscuras cortinas cerradas, sin dejar traspasar un mísero rayo de luz, y reí.

¿Cómo lo supiste?

Alcé la vista otra vez a los puntos y seguí la cuenta.

Diría que gracias a mis dotes de predicción, pero vamos, sólo es un cliché más. Como tú.

Leí su texto y mi sonrisa creció más aún.

¿Me vas a decir que jamás despertaste con la luz del sol rozando tu cara?

Era divertido jugar a ser un cliché, después de todo, me gustaba serlo para él.

Nunca. Dormir en el sótano tiene sus ventajas.